Memoria Y Camino del Tejido de Comunicación

El viernes 5 de junio, desde las ocho de la mañana, hombres, mujeres, niños, ancianas, ancianos se juntaron de nuevo en lo que quedó de los cultivos destruidos el pasado jueves, 28 de mayo, por los tractores y tanquetas del Esmad. En seguida, los jóvenes empezaron a reconstruir para continuar con la siembra. La mayoría de gente se fue para la parcela donde había que tumbar la caña. El Esmad, todavía atrincherado en la hacienda tiró gases a los liberadores, pero los muchachos no se acobardaron y siguieron tumbando la caña cerca de la hacienda, entonces el Esmad intensificó los tiros de gases. Los muchachos respondieron con piedras, los insultos se escucharon de un lado al otro, pero el trabajo comunitario continuó, se tumbó una parte de la caña.

 

 

 

 

A las 9 de la mañana, entró la tanqueta del Esmad a la hacienda, persiguiendo a los que liberan la Madre Tierra. La tanqueta se acercó a un anciano que no podía correr rápido, pero los muchachos se interpusieron para protegerlo. La tanqueta va y viene así entre la carretera y la hacienda. Como primera defensa, los muchachos bloquearon la entrada principal a la hacienda con una carreta. A pesar del difícil acceso la tanqueta volvió varias veces a la hacienda.

 

 

 

 

Después de una de una hora, llegaron tres tanques del ejército para intentar desbloquear el acceso a la hacienda, en seguida la guardia indígena se acercaron y con palabras, pidieron al ejército que se quitaran. Así que los tanques se fueron sin quitar la carreta y bajo los gritos de “viva la guardia indígena”.

 

 

 

Por varias horas, se tumbó la caña bajo el sol, entre los gases y los insultos del Esmad.

 

 

 

 

Poco antes de medio día, llegaron los refuerzos del Esmad que abren un “segundo frente” en la carretera, de esta forma se intensificaron los gases. Los enfrentamientos continuaron en la hacienda y en la carretera. El Esmad entró con brutalidad en varias casas de la vereda La Selva, cerca de la carretera. Tiraron gases en medio de los niños y las mujeres embarazadas. Desordenaron las casas del cabildo, en el hogar de los niños e insultaron a los habitantes. Son las mujeres y los niños que hicieron retroceder al Esmad hasta la carretera. En este desalojo en La Selva se desapareció una computadora y una moto resultó dañada. Y como acto de provocación y de humillación, los agentes del Esmad robaron un bastón de mando del cabildo, lo mostraron desde la distancia sin poder ser recurado por la guardia indígena.

 

 

A pesar de tanta injusticia, desigualdad en la lucha, de tantos desalojos, la comunidad siguen en pie de seguir defendiendo su territorio, “Viva la Guardia Indígena”!!!

 

Fotografías: Archivo del Tejido de Comunicación

 

Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa – Cauca – Colombia