Nuestra ‘Minga Artística por el Wët Wët Fxi’zenxi’ inició donde debía: en el actual corazón de nuestra lucha. Desde el lunes 15 de Junio de 2015, en el municipio de Corinto, nos reunimos como comunidad para compartir y conversar, para después pintar.
 

 
Desde cerca de las 11 de la mañana, comuneros y comuneras de la vereda del Guanábano, acogimos la Minga con gran alegría. Un cafecito caliente dio inicio a las introducciones y bienvenidas y poco a poco, mientras se cocinaba el sancocho y se acomodaba una carpa por aquí y una tela blanca para proyecciones de video por allá, fuimos charlando de la ardua labor que –Respondiendo a nuestros mandatos – se está emprendiendo comunitariamente: La Liberación de la Madre Tierra.
 
¿Cómo así que Liberación? Pues claro! Estamos liberando la tierra –Que para nosotros los Nasa es nuestra Madre- de tanto químico que la está volviendo estéril, de los monocultivos de caña de azúcar que sirven para alimentar más a los carros que a la gente y principalmente de esas manos ambiciosas que se han apoderado de ella. ¿No sabía usted que más del 60% de la tierra de nuestro país está en manos del 3% de la población? Pues imagínese. Nosotros ya nos cansamos y con esta Liberación vamos dando pasos firmes para que esta realidad cambie.
 
Desde diciembre del año pasado nos pusimos manos a la obra en estas acciones y desde ese momento hasta hoy, mucha agua ha corrido bajo el puente. Sin embargo aquí estamos y aquí seguiremos luchando para dejarles tierra a nuestros hijos.
 
En el ambiente, se encuentran claras señales del daño que estos inmensos cañaduzales causan a la naturaleza y en especial al agua. Por ejemplo, todo el tiempo revolotean sin parar en el aire caliente de Corinto, partículas negras de ceniza que se riegan por todos lados cuando queman la caña de azúcar para poder cortarla facilito. Incluso, logran llegar hasta el río y lo contaminan. 
 
Además de contaminarlo, también lo están acaparando, pues para regar las enormes extensiones de monocultivo han desviado gran parte de sus aguas. No quieren cuidar, ni compartir, sólo extraer su riqueza. Si nos descuidamos, seguro van a robárselo como han hecho con el río Ranchería en la Guajira. ¡No lo permitiremos! Pronto tomaremos cartas en ese asuntico.
 
 
Entre charla y charla nos llegó la noche. Con la noche, la olla comunitaria. Con la olla comunitaria, la comunidad y con la comunidad, los videoforos. Por ahí dicen que nadie nació aprendido y este es el espacio para aprender entre todos. Qué bueno poder vernos en esos videos que hablan cosas tan interesantes. Qué bueno poder conocer lo que otras comunidades en situaciones como la nuestra están haciendo para salir de la olla. Qué dicha saber que estas acciones son conocidas por gente de muchos lugares, que sueña y construye, como nosotros, un mundo mejor. Esta herramienta, nos permite informarnos y expresarnos, nos motiva para continuar, nos da los ánimos para seguir dándole vida a nuestra liberación. 
 
 
Por este día, los comuneros y comuneras que continuamos sembrando, tumbando caña bajo el sol y trasnochando para defendernos de las agresiones de las fuerzas armadas que cuidan los intereses de los monocultivos, pudimos compartir reflexiones, ideas y opiniones; pudimos darnos ánimo y fuerza para que la liberación no pare. Al final, expresamos que desde que se empezó, no se ha echado un pie para atrás, que sería imperdonable hacerlo viendo todos los esfuerzos que se han hecho y que aunque nadie dijo que es una tarea fácil, cada golpe o cada problema, le dan más fuerza al indio para seguir en la lucha y reclamar sus derechos.
 
Escrito por mingaartistica
 
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