Memoria Y Camino del Tejido de Comunicación

Durante el pasado fin de semana, en pueblos y corregimientos de las zonas cafeteras del país, los productores vendieron su producto, a $63 mil pesos la arroba, tipo federación y, de ahí hacia abajo -hasta $54 mil- cuando lo entregaron verde. Estos precios de venta no alcanzan a recoger, en muchos casos, los costos de producción y en otros, escasamente, llegan al punto de equilibrio. Vendido a ese precio, para la mayoría de los productores, es trabajar a pérdida.

El 23 de abril, en reunión realizada con el ministro de agricultura -Aurelio Iragorri-, los dirigentes de Dignidad Cafetera señalaron que, de seguir bajando el precio internacional y de continuar la revaluación del peso, se hacía necesario y urgente reactivar el programa de Protección al Ingreso Cafetero, PIC.

Se explicó que en enero de 2015 el precio internacional del grano fluctuó entre US$1 dólar con 82 centavos y US$1,89, en febrero entre US$1,71 y US$ 1,76, en marzo entre US$ 1,51y US$1,57 y para abril estuvo entre US$1,55 y US$1,59, lo que quiere decir que la tendencia -en el precio internacional- es a la baja. En los primeros cuatro meses del año cayó 30 centavos de dólar.

De otra parte -se señaló- que el peso tuvo una devaluación fuerte durante unos pocos días en los primeros tres meses del año pero que, si se mira con cuidado, se encuentra que el 1o de enero el dólar estaba a $2.392 pesos y el 1o de mayo a $2.393 lo que quiere decir que a hoy, prácticamente, no hay modificación en el valor del dólar con respecto al peso.
Lo que significa que el precio interno cayó de $815.750 la carga -a eso estaba el 6 de enero- a $623.875 al que está hoy. Esto significa que los cafeteros perdieron, por la revaluación del peso y la caída del precio internacional, casi $200 mil pesos, el 25% del precio interno, en los cuatro primeros meses del año.

También dijeron, los voceros de Dignidad Cafetera, que los costos de producción de una arroba de café estaban entre $60 mil pesos y $70 mil dependiendo de varios factores propios de la actividad y que, en esas condiciones, le solicitaban al gobierno entendiera la realidad que se vivía y dispusiera de un mecanismo que como el PIC respaldara -a los caficultores- si los precios siguen cayendo y se sostienen por debajo del costo de producción.

Lo sucedido el fin de semana anuncia lo que puede pasar con el precio del café y con el ingreso de las más de 500 mil familias caficultores y los más de 300 municipios en los que, más del 50% del ingreso depende del café y, de otros 200, donde es muy importante para la economía local.

Parece que el ministro nada hará para enfrentar esta situación. Al menos nada ha dicho. Eso obliga a Dignidad Cafetera a promover la movilización social cafetera y, dependiendo de la evolución de los precios y de la voluntad de los productores hacer plantones, movilizaciones y, de ser necesario, un paro nacional. Para empezar se convocará una marcha en junio en Ibagué. Que después no se diga que no se les advirtió.

Oscar Gutiérrez R
Director Ejecutivo Nacional
Dignidad Agropecuaria Colombiana