Temprano en la mañana de 25 de abril, los comuneros de la vereda Quitapereza se reunieron en Minga, caminando una lucha que llevan desde más de dos años y uniéndose a un proceso de  Liberación de la Madre Tierra, que se está desarrollando en todo el Norte del Cauca.

Respaldados por liberadoras y liberadores de Corinto, de Huellas Caloto y por estudiantes de la Universidad Autónoma Indígena Intercultural (UAIIN) del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), los participantes de la Minga emprendieron una limpieza de un terreno baldío donde se planea realizar un relleno sanitario de amplitud regional.

 

Desde el año 2014 las comunidades del Plan de Vida Yu´Lucx que agrupa el Cabildo Indígena de Canoas, Cabildo Indígena de Munchique Los Tigres y Cabildo Indígena de Nasa kiwe Tek Ksxaw, así como campesinos y afrodescendientes del Municipio de Santander de Quilichao se levantaron en contra del relleno sanitario del Municipio de Santander de Quilichao, ubicado en la vereda de Quitapereza desde el año 1982.

Un combate duro y legítimo, pues al enterarse de los múltiples desastres ecológicos y sanitarios causados por un basurero que no cuenta con las normas mínimas requeridas para este tipo de infraestructuras, las comunidades se posicionaron por el cierre total del basurero.

Esta conclusión es el resultado de investigaciones realizadas por instituciones estatales y las comunidades, quienes realizaron recorridos y evaluación del basurero.

En estas investigaciones se evidenció la presencia de olores insoportables de lixiviados que en tiempos de lluvia se desaguan en las quebradas vecinas que  terminan contaminando el Rio Quilichao, ahí mismo donde se bañan los niños en la piscina municipal de Santander de Quilichao. También el basurero atraía una gran cantidad gallinazos, cucarachas, ratas, zancudos y moscas, lo que agrava la situación sanitaria del lugar.  Así, los habitantes fueron y siguen expuestos a una variedad de enfermedades que son respiratorias por los olores y vapores, también transmitidas por los animales e insectos que permanecen en el lugar, trayendo enfermedades como cólicos, leishmaniasis, dengue, fiebre amarilla y la malaria.

Contemplando los riesgos, la Procuraduria General de la Nación recomendó el cierre del basurero mientras no estén reunidas las condiciones de explotación.

Sin embargo fue por la movilización y la lucha de las comunidades, quienes no dudaron en taponar la vía entre Santander y Quitapereza, logrando así, suspender la actividad del basurero de Quitapereza. El Municipio de Santander de Quilichao tenía otros planes,  que no se atrevió a socializar a la comunidad, hasta que la gente se enteró de estos proyectos. La empresa Emquilichao, quien presta el servicio de basura sin tener licencia, no hizo nada para detener el desastre, sin embargo la alcaldía plantea colocar en el mismo lugar un basurero regional, el cual recibiría 1500 toneladas diarias. Un proyecto que sí favorece al sector privado, cuyas empresas van a llenarse el bolsillo con recursos públicos, pero por cierto, no va a traer ningún beneficio a las comunidades, al contrario, van a tener que vivir en medio de una contaminación aún más grande.   

Hoy la lucha en contra del proyecto de basurero regional sigue en la vereda de Quitapereza. Tras una fuerte movilización los comuneros y comuneras lograron interponer una tutela, así como la organización de una consulta previa, para que se haga escuchar la voz de los habitantes.

Pero a pesar de eso siguen las intimidaciones y las presiones por parte de la alcaldía y del sector privado. Varios comuneros están en proceso de judicialización por la resistencia que oponen a este proyecto, en el cual los acusan de daños que en realidad fueron cometidos por el ESMAD durante afrontamientos con la comunidad. Así, según los comuneros y comuneras de Quitapereza, las autoridades utilizan dos herramientas para acabar con esta lucha: la estigmatización y represión de la comunidad, y la cooptación y compra de los habitantes para que obren en contra de la comunidad. En este último punto podemos resaltar varios intentos de ofrecer dinero a la gente que vive en el lugar, para que esta abandone sus tierras y se vaya a vivir a la ciudad, en casas compradas por el gobierno. Seducidas por las propuestas en efectivo, algunas familias se dejaron engañar y perdieron toda posibilidad de cultivar la tierra y de sostenerse, quedando desraizadas para siempre.

También cabe decir que los comuneros y comuneras están muy preocupados por la posibilidad de instalación de una base militar a la orilla del basurero, en donde al principio se proyectaba colocar una estación de bomberos, una militarización que no sería una coincidencia. Primero, permitiría  impedir todo tipo de movilización de la comunidad que va en contra  del basurero regional. Segundo, sería también una manera de proteger la actividad de extracción minera que se viene realizando en la parte alta del Resguardo y que está afectando gravemente a las comunidades.

Los habitantes de Quitapereza también denuncian la contaminación y las problemáticas sociales traídas por la minería, pero en todas partes el gobierno coloca sus soldados y su guerra para proteger los intereses de las multinacionales en contra de los que pretenden defender la Madre Tierra.

Mientras se realiza la Consulta Previa, les comuneros y comuneras de Quitapereza decidieron salir en Minga para liberar los terrenos afectados por el proyecto del basurero regional. Ahí aseguran que son 94 hectáreas trabajables. Empezando por algunos rincones, emprendieron limpiar el terreno cortando los pequeños arbustos y la maleza.

La idea es poder empezar a sembrar cultivos para la comida, pero también árboles nativos para reconstituir los humedales y volver a tener aguas limpias en la zona. En el humedal, bajo la sombra de los árboles los cultivos crecen aún mejor, las hojas captan la humedad, las gotas de agua penetran la tierra sin temor al calor ardiente del sol.

Recuperar el agua, liberarlo de la contaminación, conservarlo mediante el cuidado de los bosques, es un reto grande para los pueblos indígenas del Norte del Cauca. Con la liberación de la Madre Tierra, es todo el ecosistema que pretenden liberar de la esclavitud, de la explotación por parte de las empresas privadas locales, como Emquilichao o de multinacionales como el ingenio de la caña de azúcar o la industria minera, así como de los actores armados que las escoltan.

A la solidaridad entre capitalistas, las comunidades oponen la solidaridad y el apoyo mutuo entre liberadores y liberadoras para, por la unión, seguir caminando el proceso de liberación de la madre tierra y sembrarlo en mucho más lugares.

Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa –ACIN