Nosotras levantamos hoy nuestra voz de indignación por una sociedad que nos hace tener miedo de ser lo que somos, de vestir como queremos, de caminar por donde se nos plazca, de enamorarnos y desenamorarnos.

Expresamos nuestra inconformidad por un sistema de justicia lleno de prejuicios machistas y sexistas, que considera que las mujeres víctimas somos culpables hasta que demostremos lo contrario.

La violencia contra las mujeres no tiene justificación alguna como tampoco la tiene que la justicia, las instituciones, los funcionarios y las funcionarias con sus actitudes y respuestas continúen revictimizando a las mujeres.

En mayo de 2012 Rosa Elvira Cely fue víctima de feminicidio, violada y empalada y tres años después a pesar de que existe una condena por su caso, la Secretaría de Gobierno de Bogotá, profirió un concepto en el que afirmaba que la culpable de su muerte había sido ella misma. La lucha de su hermana, su familia y muchas personas comprometidas conllevó a la promulgación de la ley 1761/2015 “Rosa Elvira Cely” sobre feminicidio. Lo ocurrido con la Secretaría de Gobierno es apenas una muestra de lo que sucede en nuestro país y que en gran medida hace que las mujeres desistamos de denunciar, pues, la justicia pareciera ser ciega y sorda para las mujeres.

Como Rosa Elvira, Dayra Ximena Martínez también fue víctima de feminicidio en el municipio de Santander de Quilichao a manos de su expareja, hoy se adelanta un juicio que esperamos no se dilate entre la burocracia y la tramitología. Igualmente, hacemos memoria de Nohemi Corpus, víctima de tortura, abuso sexual y feminicidio en la vereda San Pedro de Santander de Quilichao en 2015, caso que hoy sigue en la impunidad. Nosotras, esperamos que estos casos no se vuelvan a repetir, que haya verdad, justicia y reparación, este es el único camino para una democracia real!.

Las mujeres mostramos hoy nuestra enorme preocupación porque la violencia se ciñe sobre nuestros cuerpos y nuestros territorios y porque la justica termina esquivando la mirada sobre nuestras demandas.  ¡Que el miedo no nos inmovilice y podamos vivir en un municipio libre de violencias!

Fuente: Espacio de Mujeres Diversas y Paz de Santander de Quilichao