TEJIDO DE GOBIERNO PROPIO“DEFENSA A LA VIDA Y LOS DERECHOS HUMANOS – ACIN- CXAB WALA KIWE

INTRODUCCIÓN

Presentamos el informe preliminar que recoge los diferentes hechos de violencia presentados al interior de los Territorios y Comunidades indígenas a lo largo y ancho de la zona norte del Departamento del Cauca, desde el año 2000 hasta lo que va corrido del 2005.

El informe que publicamos, se basa en la información enviada por las Autoridades Indígenas de los Resguardos, así como en la que recopilaron los miembros de la guardia indígena, los líderes y los representantes de las comunidades en la zona.

A lo largo de este recorrido informático, encontrarán de manera detallada y cronológica, los diferentes hechos de violencia que han ocurrido en la zona en los últimos cinco años, en el marco del conflicto armado y violencia política que data de mucho tiempo en la región.

 

El documento fue elaborado desde el Tejido de Gobierno “Defensa a la Vida y los Derechos Humanos” adscrita a la ACIN -CXAB WALA KIWE- en dos direcciones, como lo aprobó la Consejeria:

• Hacia adentro: para ser utilizado como material informativo y pedagógico en las comunidades, ilustrando la gravedad del problema, producto de la agresión sistemática ejercida por los actores armados y el gobierno nacional, en el marco del conflicto armado, de tal manera que sirva en las discusiones internas con la comunidad y en la toma de decisiones de las Autoridades para la implementación de políticas concretas, tendientes a prevenir y a minimizar la agresión que hacen los actores armados, tanto guerrilla, paramilitares y las instituciones del gobierno, sopretexto de buscar la paz en la región.

• Hacia el exterior: para denunciar ante la comunidad nacional e internacional la magnitud del conflicto y sus efectos, así como la responsabilidad que les cabe tanto a los actores armados, como a las acciones institucionales del gobierno nacional. A la vez que buscamos con el informe, fortalecer y tejer la Minga de Solidaridad de y con organismos humanitarios nacionales e internacionales, en el marco de la ejecución del Plan Minga en Resistencia, recalcando enfáticamente, que todas estas acciones de guerra han contribuido notoriamente al deterioro: físico, territorial y social de las comunidades de la zona.
Cualquier aclaración necesaria, así como la reproducción total o parcial de este informe, deberá tener en cuenta la autoría del Tejido “Defensa a la vida y los Derechos Humanos de la -CWK -ACIN”.

I. EL CONTEXTO.

Por sus diversas “riquezas”, el territorio colombiano, en especial los territorios indígenas están en la mirada mercantilista del sistema Neoliberal. Sistema capitalista que se basa en: la explotación indiscriminada de los recursos naturales para volverlos mercancía y en la explotación de la fuerza laboral ocupándola en sus industrias. Para esto utiliza múltiples estrategias que van desde: acciones políticas, militares, económicas y jurídicas. Medidas todas que buscan el monopolio y el control absoluto del mercado nacional e internacional.

A la imposición de este sistema por parte del FMI (Fondo Monetario Internacional), BM (Banco Mundial) y la OMC (Organización Mundial del Comercio), han colaborado en Colombia todos nuestros Gobiernos a lo largo de la historia, facilitando la implementación de políticas a favor de los intereses del Imperio Norteamericano, sin importarles el detrimento de la población colombiana. En ello estamos inmersos los Pueblos Indígenas.

Todo esta situación hace que los colombianos “carguemos con un acumulado histórico de una larga violencia”, que tiene sus raíz en la profunda desigualdad social y en el uso inadecuado de la tierra. ¿Cómo no va a haber violencia, si al pueblo le han quitado las condiciones más indispensables para tener una vida digna?.

Fruto de esta situación, en Colombia tenemos múltiples escenarios de confrontaciones políticas e ideológicas hasta llegar a la confrontación armada, situación que agudiza el problema político y social a lo largo y ancho de los territorios indígenas y campesinos.

II. ACTORES SOCIALES Y ARMADOS EN LA ZONA:

1. La lucha Sindical – Obrera, que aunque diezmada en los últimos años, se mantiene en resistencia con la esperanza de lograr el cambio social que signifique, vivir en condiciones dignas.
2. La lucha campesina, que al estar fundamentada en el campo, han sufrido los rigores del conflicto social y armado con más intensidad, pero que no desisten en la lucha por la reivindicación de sus Derechos.
3. La propuesta de la lucha revolucionaria de la insurgencia colombiana, fortalecida militarmente en los últimos años, pero que se ha alejado de sus principios ideológicos, desdibujando su proyecto de cambio social.
4. La lucha contrainsurgente adelantada desde el gobierno nacional, que le apuesta a una salida armada al conflicto utilizando la fuerza publica y el paramilitarismo, fenómeno último que esta en proceso de legalización en Colombia.
5. Finalmente la propuesta de Resistencia del Movimiento Indígena, que tiene sus raíces en la Tierra, la Unidad, la Cultura, el Respeto y la Autonomía, como principios posibles para garantizar de manera Equilibrada y Armónica la existencia en condiciones dignas.

Esta es la realidad que observamos en el CONTEXTO. Un panorama de múltiples propuestas y procesos, pero preñado de confrontaciones, y aún sin las mínimas condiciones necesarias que permitan el nacimiento de ese proyecto del país posible para todos, y lo más lamentable de esta realidad es que las contradicciones a pesar de las intenciones, en los últimos años han incrementado los conflictos en la región.

Con muchos procesos caminamos, pero al No sentirnos identificados y representados plenamente con las opciones que ofrecían, en los albores de los años 70 apoyados por dirigentes de procesos agrarios, decidimos fortalecer el caminar autónomo, recogiendo y enarbolando el Pensamiento Ancestral.
Fue entonces cuando nace el CRIC, con su Plataforma de Lucha que recoge las Huellas de los Mayores y las enseñanzas de nuestra Madre Tierra.

III. COPAMIENTO MILITAR EN EL CAUCA.

La iniciativa del actual presidente, de optar por la solución armada al conflicto en Colombia, ha generado la intensificación de la guerra, siendo la población civil como siempre, la víctima de todos los conflictos.

En este contexto, se han incrementado en los últimos años, las violaciones al Derecho a la Vida y a los Derechos Humanos en nuestros Territorios. Hechos violentos en los que están involucrados todos los actores armados que operan en la región.

IV. MAS DE QUINIENTOS AÑOS DE MUERTE Y NOS SIGUEN MASACRANDO.
A. La Historia que no se puede olvidar.
Como es reiterativo en la historia, la violencia en todas sus manifestaciones ha golpeado a nuestros hermanos y a nuestros territorios, desde la conquista y sin descanso a lo largo de los años.
La codicia sin límites, la arrogancia, el egoísmo, la ignorancia y el irrespeto, disfrazados de distintas maneras han caído sobre nosotros. El poder de las armas, las instituciones y las leyes del Estado, cada día nos traen más miseria, explotación, dolor, sometimiento y muerte.
Cargamos con el acumulado histórico de una violencia compleja, que tiene muchas caras, que cambian con frecuencia para confundir y que es difícil de ver y entender. Todo esto fortalecido mediante un sistema de gobierno estatal, heredado desde la hispanidad hasta hoy.

V. SITUACIÓN DE DERECHOS HUMANOS EN LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DEL NORTE DEL CAUCA.

B. El conflicto armado en la zona.
A partir de los años 70 varios frentes guerrilleros: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, el Ejercito de Liberación Nacional ELN, el extinto Movimiento Diecinueve de Abril M19 y algunas disidencias de las mismas, se fueron asentando en la zona, comenzado a operar de manera creciente y de muchas formas en nuestros territorios.

En los albores del año 2000, hicieron presencia en la zona, los Grupos Paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC, que llegaron provenientes del Urabá Antioqueño y la Costa Atlántica con el fin de contrarrestar la fuerte presencia y control territorial que ejercía la guerrilla en la zona por ese entonces.

Así y de manera irremediable en los últimos cuatro años, nuestros territorios se convirtieron en escenarios de fuertes disputas armadas por su control, a la vez que nuestra población de manera sistemática y presionada por múltiples situaciones, se vio envuelta en este conflicto.

Es importante anotar también, que en los dos últimos años, las acciones de la fuerza pública llevadas a cabo dentro del marco de la estrategia militar del gobierno para combatir la subversión, han originado graves violaciones a los Derechos Humanos en la zona, afectando la población indígena del norte del Cauca.

VI. EL ACOSO DE LA GUERRA.

C. La realidad del norte del Cauca en el momento.
En los últimos años las comunidades indígenas y campesinas de la zona norte han venido siendo victimas de la más fuerte agresión militar y política que hayamos tenido que afrontar de manera abierta en la región. Acciones estas que adelantan ejército, policía y fiscalia, guerrilla y paramilitares por un lado, y por el otro lado la persecución institucional que hace el gobierno departamental y nacional y de algunos “dirigentes” de la clase política del Cauca. Acciones que van desde:

1. Asesinatos, masacres, desplazamientos, intentos de abuso sexual, retenciones arbitrarias, chantajes, amenazas, bloqueos de alimentos en puestos de control o retenes, señalamientos y acusaciones tanto de la fuerza pública como de la guerrilla y paramilitares, agresión física y verbal de los actores armados, imposición de horarios a las personas, irrespeto y desacato a las normas internas de los cabildos y el reclutamiento forzado de comuneros.

2. Intriga, manipulación y tergiversación de la información, desinformación, confusión y utilización de influencias desde el “poder” para tratar de manipular a las comunidades (tema educación) en el departamento.

3. Iniciativas y propuestas legislativas que adelanta el gobierno nacional, que de concretarse colocaría en el más alto riesgo los derechos adquiridos de indígenas y colombianos.

Todas estas tendenciosas acciones calculamos que son coordinadas entre la fuerza de la institucionalidad y las fuerzas militares, que en nada contribuyen a mejorar nuestras condiciones de vida, al contrario, todas están dirigidas a desestabilizar el proceso organizativo del pueblo Nasa y campesino pues ven en la organización social, un serio peligro para sus intereses.

VII. LOS PASOS DE LA MUERTE.

Nuestras Tragedias.
Cuando de tragedias tenemos que hablar, nuestra memoria nos lleva sin querer a uno de los hechos más dolorosos que hemos presenciado en nuestra historia de lucha, la “Masacre del Nilo, el 16 de diciembre de 1.991”. Hecho que marcó el sendero de la muerte en la década de los noventa, en nuestra región.

El 16 de diciembre de 1.991, en la hacienda el Nilo, ubicada en el corregimiento de el Palo, municipio de Caloto en el Departamento del Cauca, 20 comuneros indígenas, pertenecientes a los diferentes Cabildos de la zona norte del Departamento del Cauca, fueron brutalmente asesinados por sicarios a sueldo y miembros de la policía nacional, pagados por narcotraficantes de la región. Este triste hecho es conocido como “La Masacre del Nilo”.

El 29 de mayo de 1.992, en el casco urbano del municipio de Santander de Quilichao en el Departamento del Cauca, fue asesinado el asesor jurídico del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, abogado OSCAR ELIAS LOPEZ, quien venia adelantando el proceso de esclarecimiento de la Masacre del Nilo, y toda la problemática de tierras en las comunidades indígenas de la zona norte.

Con estos hechos, los más notorios durante los últimos años, recibimos la década del 2000, albergando a pesar de todo, la esperanza que el conflicto en la zona mermara, ¡Cuán equivocados estábamos!. Sucedió todo lo contrario, pues con la llegada de las AUC provenientes del Urabá Antioqueño y de la Costa Atlántica la violencia política en la zona se agudizó. Con ellos la muerte nuevamente tocó a nuestras puertas. Masacres, desplazamientos, asesinatos selectivos, amenazas y señalamientos crecieron de manera alarmante. Entre el 2000 y el 2001, se desarrolló la mayor violencia reciente, conocida por los Nasa como:¡La época del terror!.

El 20 de diciembre del 2.000, en el sitio conocido como Cambalache a escasos 5 minutos del casco urbano del municipio de Santander de Quilichao, fueron asesinados ocho (8) personas, a manos de miembros paramilitares en un falso reten, 3 de los muertos eran Nasa miembros de una misma familia. Este trágico hecho es conocido tristemente, como “La Masacre de San Pedro”

Del 9 al 16 de abril del 2001, en la región del Alto y Bajo Naya, jurisdicción del municipio de Buenos Aires, en el Departamento del Cauca, fueron asesinados mas de 100 personas entre indígenas y campesinos de la región, por miembros de los paramilitares. Este trágico hecho, es tristemente conocido como “La Masacre del Naya”. Hasta el momento solo han sido reconocidos oficialmente, 43 casos.

El 18 de noviembre del 2001, en la vereda Gualanday, jurisdicción del municipio de Corinto en el Departamento del Cauca, fueron asesinados trece (13) personas entre indígenas y campesinos, por miembros de los paramilitares en un falso reten instalado sobre la vía. Este trágico hecho es tristemente conocido como “La Masacre de Gualanday”. Entre lo

El 12 de agosto del 2001, en la vereda la Playa bajo Naya, jurisdicción del municipio de Buenos Aires, en el Departamento del Cauca, sobre el rió Naya, murieron cinco (5) personas entre indígenas y campesinos, al tratar de defender a un comunero del Cabildo de la parcialidad que iba a ser ajusticiado sin motivo alguno por guerrilleros pertenecientes al ELN. Este trágico hecho es tristemente conocido como “Muerte en el Rió Naya”.
Cerrando el año 2001, registramos debidamente unos 120 asesinatos en la zona, contabilizando solo 43 de los más de 100 asesinados en la Masacre del Naya, aclarando de antemano que durante este lapso de tiempo, igual se cometieron cantidades de hechos violatorios a los DD.HH lo mismo que trasgresiones al D.I.H contra indígenas y demás pobladores de la región.

La mayoría de estos hechos, como es notorio en la ilustración de este capítulo, son imputables a los grupos de autodefensas AUC, quienes contaron en muchas ocasiones, con el auspicio del ejercito, policía y autoridades gubernamentales. Así lo demuestran testimonios concretos de evidencias irrefutables, por ejemplo: El caso de la masacre del Nilo y el de la masacre del Naya, pues como lo señalan las investigaciones en ambos casos, fue típico de “una masacre anunciada”. Recalcando que la mayoría de las masacres y asesinatos selectivos cometidos, se produjeron en retenes instalados en áreas urbanas.

FECHA HECHOS ACTORES RESPONSABLES # DE VICTIMAS RESGUARDOS AFECTADOS
Año 2000 Asesinatos FARC
AUC
ELN
Ejercito
Policía
Se desconoce
TOTAL
5
23
2
0
0
0
30
Canoas, Pueblo Nuevo Ceral, Guadualito, Corinto, Huellas Caloto y Toribio en el Departamento del Cauca.
Resumen:
Ocho de las victimas, cayeron asesinadas por miembros de las AUC, en lo que se conoce como “La Masacre de San Pedro”, las demás hacen parte del proceso de asesinatos selectivos que han ocurrido en la zona, todas las victimas eran de profesión agricultor, perteneciente a la etnia Nasa.

 

FECHA HECHOS ACTORES RESPONSABLES # DE VICTIMAS RESGUARDOS AFECTADOS
Año 2000 Asesinatos FARC
AUC
ELN
Ejercito
Policía
Se desconoce
TOTAL
19
32
08
01
04
04
64
Huellas, Canoas, El Playón, La Playa, Guadualito, La Concepción, Munchique los Tigres, Jambaló, Miranda, Cerro Tijeras y Corinto, en el Departamento del Cauca.

Resumen:

Este fue uno de los años más violentos y trágicos en la zona, pues en la lista de asesinados se encuentran, cuatro Alguaciles de Cabildo, un líder evangélico, dos Jovenes estudiantes y un presidente de junta de acción comunal. Además del asesinato del Maestro de la Sabiduría y Coordinador de programa de Justicia zonal, expresidente del CRIC, CRISTÓBAL SECUE TOMBE.

Pero esta tragedia no termina con los asesinatos realizados en las masacres y en los asesinatos selectivos ocurridos en los años mencionados, en los años posteriores se han presentados múltiples casos a raíz del conflicto armado y de la persecución política por parte de la insurgencia armada, el gobierno y el paramilitarismo provocando así, prácticamente el exterminio físico, territorial y social de indígenas y campesinos.

VIII. LOS ULTIMOS 4 AÑOS.

A raíz de la agudización del conflicto en los territorios, con frecuencia las comunidades se han visto físicamente atrapadas en medio del fuego cruzado de los combates, en este caos de violencia e incertidumbre, muchos indígenas al tratar de hacer respetar los derechos de la comunidad, han sido declarados como objetivo militar de los actores en guerra, otros son obligados a servir a uno y otro bando, lo cual los expone inmediatamente a represalias, viendo así amenazada sin remedio su integridad física.

IX. EL PROCESO REACCIONA.

El Movimiento Indígena no podía quedarse quieto ante tantos atropellos, injusticias, abusos y desconocimientos de los Derechos Fundamentales, por eso echando mano de nuestras identidades y de nuestras culturas, salimos a enfrentar esta amenaza, pues en cada momento de la historia, hemos aprendido a resistir haciéndolo de acuerdo con el desafío que toca enfrentar.

Para esta ocasión y después de mucho catear con nuestros espíritus, decidimos a pesar de la intensidad del conflicto, marchar (Dignidad en Resistencia año 2001) hasta la ciudad de Cali a denunciar al país y al mundo entero lo que estaban haciendo con nosotros la insurgencia, el paramilitarismo y el gobierno, instando a los colombianos a no callar más ante tanta injusticia.