Revolución Ciudadana. El Camino del Ecuador es una entrevista a Rafael Correa que comparto. Entre otras dice:

 
“Es un error garrafal…” ¿Dónde está en el Manifiesto Comunista el no a la minería?. Tradicionalmente los países socialistas fueron mineros. ¿Qué teoría socialista dijo no a la minería? Son los seudointelectuales postmodernistas los que meten todos estos problemas en una interminable discusión. No hay dónde dudar: salir del modelo extractivista es erróneo. Hay que aprovechar estos recursos al máximo para desarrollar otros sectores de la economía, haciendo que el sector extractivista vaya perdiendo peso para avanzar a etapas superiores en las relaciones económicas. Por ejemplo a una economía del conocimiento, que se basa en el talento humano. ¿Pero de dónde sacamos los recursos para las escuelas y universidades, para los centros de investigación que necesitamos?. Es torpe creer ese discurso que busca superar la economía extractivista cerrando las minas y los pozos de petróleo. Probablemente llegaríamos a la economía de recolección, porque no tendríamos nada. Regresaríamos a un estado primitivo, que es lo que algunos quisieran. ¡Perfecto, propóngalo en las elecciones y que democráticamente ganen el derecho a hacerlo! Creo que la mayoría quiere, razonablemente y en armonía con la naturaleza, tener satisfechas ciertas necesidades básicas.”
 
Una caricatura denigrante de quienes cuestionan sus políticas en los hechos y con las evidencias. No hay un después liberador a partir de la profundización del extractivismo en el modelo Correa. Ese es el problema. Él lo sabe. Conoce los datos y estudios que lo demuestran y, a sabiendas, crea esta falsa alternativa, este falso dilema entre extractivismo o “economía de recolección” y “estado primitivo”. ¿Cómo se puede debatir con estos “argumentos”? Entre varios trabajos, creo que La Maldición de la Abundancia de Alberto Acosta y muchos otros trabajos serios ponen sobre la mesa el hecho de que es Correa el que empuja a su país no hacia un estado primitivo, sino hacia la devastación dependiente de un capitalismo descontrolado y consumista insostenible. Sería bueno que tanto que se ha escrito con calidad, conocimiento, evidencia, saber, no fuera denigrado con un discurso tan pobre y vacío. Lo triste de esta situación no es solamente que este tipo de manipulaciones sean dichas por el Presidente de Ecuador, sino que sean creídas por “razones ideológicas”. Se reitera lo que se sabe de las mentiras. Se necesitan dos. Los que las pronuncian y quienes están dispuestos a creerlas. Qué tristeza¡¡
 
Manuel Rozental para Pueblos en Camino