A 40 días del levantamiento, después de 4 muertos, más de 100 heridos y 4 judicializados en el Catatumbo de Norte de Santander, Colombia, las calumnias y las mentiras del gobierno intentan opacar una lucha legítima que se levanta contra un plan sistemático de saqueo y exterminio. 

 
Compartimos el siguiente texto basado en un diálogo entre el Tejido de Comunicación y un campesino del Catatumbo(1) del Norte de Santander, quien participó activamente y dejó sembradas sus ilusiones de paz desde abajo durante el Congreso de la Paz realizado en Bogotá el pasado mes de abril de 2013. Este texto en palabras del campesino del Catatumbo, presenta la memoria del terror y despojo que viene sufriendo el pueblo en Catatumbo desde hace varias décadas, pero también narra las resistencias y alternativas que los campesinos vienen liderando desde la Integración Social CISCA. 
 
Desde el Tejido de Comunicación impulsamos el vuelo de esta palabra, porque esa realidad narrada por este campesino, es la misma que sufrimos en todo el territorio nacional, en el que las transnacionales mejoran las estrategias de Conquista para someternos con terror y convertir a nuestra Madre Tierra en mercancía. Sentémonos a sentir las palabras de este campesino que son tan vigentes y actuales, que una vez más legitiman y llaman a movilizarnos por una verdadera independencia y defensa de nuestros territorios: 
 
Nosotros vivimos en una crisis bastante problemática desde un pasado. Un pasado que vivimos en paz, pero esa paz que logramos vivir, cuando creímos que teníamos paz, nos dio una vuelta. Nos generó una gran violencia en la región porque el Estado que tenemos vio que la paz que teníamos en la región, no le servía para que el pueblo gobernara, para que nosotros los pobres gobernáramos en el país que queremos. Eso nos generó una violencia grande en la región.
 
En la década del 70 tuvimos una organización muy fuerte en la región conformada por juntas de acción comunal, gremios, cooperativismo, ganadería, tiendas comunales, tiendas en las veredas. Una gran organización muy fuerte que generaba una gran paz en la región. Pero a través de la misma violencia que generó el Estado colombiano, desde los gobiernos de derecha enviándonos la gran potencia militar y paramilitar en la región, se dio el descabezamiento de nuestra gran fuerza política, es decir, la unidad de poder que teníamos allá en la región. El mismo Estado se dio cuenta que esto no le servía a él y por eso generó todo este tipo de violencia asesinando los líderes, acabando con el hato ganadero y con la fuerza social que se tenía. Esta gran violencia en la región fue porque teníamos una fuerza grandísima, porque el pueblo estaba organizado, porque nosotros éramos capaces de enfrentar cualquier fenómeno que se nos viniera, porque estábamos organizados con el nivel cooperativismo, porque teníamos ganadería y la riqueza que nuestros abuelos nos habían dejado. Ese fue nuestro gran ¨problema¨, por eso cuando el paramilitarismo y la fuerza militar llegaron a estos territorios nos desplazaron y asesinaron miles de campesinos. Eso fue en ese entonces, en la década del 2001 y 2002, fue la propia ola de paramilitarismo en todos los municipios del territorio de la región del Catatumbo. Muchos de los líderes que estábamos en la región organizando todo el proceso tuvimos que salir, muchos cambiaron de territorio por su seguridad. Por defender la vida hubo que irse a otros departamentos, a las ciudades a las cabeceras Municipales, pues la misma potencia militar veía que éramos los organizadores de todos los procesos, entonces nos veían como terroristas. Unos fueron amenazados y otros fueron asesinados. 
 
Para salvar la vida hubo la necesidad de salir del territorio. Muchos cayeron. Hoy no están con nosotros pero van en nuestros corazones, porque fueron los que dejaron el pensamiento y ese pensamiento siguió en la memoria de los jóvenes. Que hoy somos nosotros, los que en ese entonces éramos niños y que hoy llamamos al quehacer para defender nuestro territorio, nuestra tierra, la que nos habían dejado nuestros abuelos. El ataque militar y paramilitar que es la misma potencia del Estado, es el mismo gobierno con las multinacionales para defender la riqueza de los grandes capitalistas. Manda a sus hombres para acabar con el campesino y el indígena que hay en nuestros territorios. 
 
Integración Social para revitalizar el Plan de Vida CISCA
 
En la década de los 70 sintiéndonos nosotros solos, pero con ese pensamiento que habíamos escuchado de nuestros abuelos que ya no están con nosotros, tuvimos que empezar a llamarnos, comunicarnos y reencontrarnos para empezar a hacer un nuevo trabajo. Entonces en el 2004 aparece un nuevo proceso con un modelo nuevo de pensamiento, de ideas sobre cómo volver a retomar nuestra región, de cómo volver a poblar las comunidades, las veredas y los municipios donde habían sido desplazados por el paramilitarismo. Así pudimos hacer preencuentros que arrojaron una temática muy importante para retomar el proceso en la región, con un modelo nuevo pero con un pensamiento viejo, o sea un pensamiento que ya venía desde atrás pero que la nueva  generación lo retoma. Es un pensamiento que ya estaba sembrado hacía mucho tiempo. 
 
Entonces nace un proceso que se llama El Comité de Integración Social del Catatumbo CISCA que reúne a todos los sectores, gremios, estudiantes, jóvenes, niños para defender nuestro territorio. Ese movimiento nace entre el 10, 11 y 12 de septiembre de 2004. Empezamos a trabajar desde ese año y hoy tenemos una gran organización muy reconocida en la región por la defensa de nuestro territorio y de nuestras comunidades, veredas y municipios. Hoy somos muchos más de los poquitos que iniciamos este proceso. Retomamos la región y hoy hemos avanzado mucho en el hato ganadero, el cooperativismo, las juntas de acciones comunales. Los líderes ya estamos haciendo un papel muy fundamental organizativamente en la región.
 
Este proceso que empieza como defensa de nuestro territorio se pensó para mantener la vida, porque tenía que haber un papel muy importante  que era soñar en un Plan de Vida. Para tener vida teníamos que tener alimento, por eso se empezó a retomar el cooperativismo, la ganadería, la tienda veredal. Volver a sembrar nuestros cultivos con semillas nativas de nuestra región, para defender nuestro territorio y eso es lo que hoy nos ha impulsado. Luego este proceso ha crecido, ha dado una gran fuerza en la región. Pedimos ayuda internacional, humanitaria y en seguridad de derechos humados y eso hizo que El estado mismo se diera cuenta que había una equivocación y que siempre había habido un error grande de ellos. Por eso hicieron un desmonte, entonces el para militarismo en la región soltó el uniforme y el arma, pero sus cabezas siguen crecidas por los mismos mandatos de los gobiernos salientes y del que hoy está gobernado, que es la misma cabeza de ellos.
 
Nosotros hemos sido capaces de denunciar, de hacer pronunciaciones, de demostrarnos en el pueblo, en las ciudades, donde sea. Hoy hablamos con claridad, ese es el papel fundamental que defendemos en la región. Todo eso nos ha unido, nos hemos encontrado con procesos de otras regiones y hemos dado a conocer nuestro proceso en otras regiones. Hoy somos miles de campesinos que estamos organizados en el Catatumbo para defender nuestro territorio, porque la guerra que nos implementaron allá fue porque nuestra región es muy rica en todos los recursos. Tenemos de todo, pero lo que el Estado ha explotado y  sigue explotando es para las potencias mundiales, porque quienes reciben la riqueza de nosotros, son otros países y nosotros hoy no tenemos ni salud ni educación. Esa es nuestra lucha, lucha que nos lleva a que hoy unamos esfuerzos y nos encontremos en este Congreso de los Pueblos para la Paz, porque desde El Catatumbo estamos haciendo un proceso y defendemos nuestro territorio. Queremos morirnos en nuestro territorio pero de viejos, defender a los antepasados que nos dejaron esta forma organizándonos y seguir en nuestra lucha.
 
Hoy hacemos parte del CNA, Coordinador Nacional Agrario como Comité de Integración Social del Catatumbo CISCA. Hacemos parte de ese proceso como campesinos que hemos luchado y hemos defendido ese territorio. Hoy nos encontramos en el Congreso de los Pueblos, una de las propuestas grandes de país, porque queremos un país en paz donde quepamos todos. Que nosotros sentemos el derecho propio que nos ha dejado nuestra Constitución Política, en eso es lo que trabajamos y por eso hoy nos encontramos aquí en este proceso.
 
Llevo más de 16 años trabajado como presidente, como líder comunal y hoy no tengo miedo de afrentar lo que me toque. Si muero, muero por defender nuestros campesinos, nuestros líderes en nuestro territorio. Si me toca desplazarme de allá, no me desplazaré por miedo sino por seguridad de la vida, pero desde allá defenderé el territorio, mis campesinos y mi lucha. Será dejar la sangre allá, pero por defender a esos campesinos y por defender esa lucha.
 
Ilusiones de nuestra paz sembradas en el Congreso para la paz
 
Aquí nos encontramos para hacer parte de ese Congreso de Paz, porque nosotros si queremos la paz, queremos una paz con justicia social, donde quepamos todos. Cuando ya no haya más hambre, ni violencia. Cuando nuestros hijos puedan pasar por las plazas de las capitales, de las provincias. Cuando ya no tengamos que utilizar las cédulas o nuestra cara para ponerla allá. Cuando yo sea libre por allí. Eso es lo que nosotros buscamos, un gobierno que nos escuche y que sea escuchado por el pueblo. Que no mande para uno solo. Que no coma uno solo. Que mientras ellos comen pan, los campesinos no sigamos comiendo mierda. Que nuestras riquezas no se las sigan llevando otros.
 
Hoy el Congreso de los Pueblos me parece que era lo que hace rato nos estaba haciendo faltaba. Nos faltaba esa unidad de resistir, unidad de conformidad que no sea otro, que no sea aquel, el o aquella que haya hecho la mejor propuesta, sino que la defendemos pero en unidad. Es el llamado de unirnos porque ya estamos cansados de tanta mierda, de tanta violencia que nos ha generado el Estado. A estos gobiernos, corruptos, sucios, narcoparamilitares, narcoterroristas que han generado la violencia de este país, nosotros lo resistimos con un poder popular, con una unidad para servirle a nuestro pueblo y dejarle a nuestros hijos. Mi papá murió y dio nuestra lucha, pero a mi hijo yo le quiero dejar algo que él diga gracias. Hoy estoy caminando por una libertad porque mi papá botó mi sudor y botó mi sangre luchando para dejarme a mí. Ese es nuestro pensamiento: queremos nosotros ver un país de ricos, pero ricos de pensamientos, de poder disfrutar nuestras riquezas y no ver unos ricos entregándole nuestra riquezas a otros que no son quienes necesitan. Nosotros aquí no queremos generar violencia, queremos generar ya la paz, pero que haya una paz verdadera con una justicia social. Que yo me pueda comer tranquilo algo en mi finca, en mi territorio, allá en mi municipio. Que yo me pueda acostar a dormir  tranquilo, esa es la paz que necesitamos. Porque ellos en diálogos hablan de paz, pero en nuestros territorios suenan bombas, todavía son las grandes multinacionales las que están matando a nuestros líderes a nuestros hijos. Allá en nuestro territorio para poder sacar el petróleo, el oro, todas las riquezas que tenemos allá, generan el terror, mandan bombas para poder sacar lo que ellos buscan.
 
Terror paramilitar instalado para desplazar y despojar
 
En la primera semana de abril, a la una de la mañana sonaron 6 bombas. Y no se escuchó decir nada de lo que ha pasado allá. Esas bombas son para que nuestros campesinos dejen el territorio para ellos poder sacar las riquezas que tenemos allá. Entonces queremos que si el gobierno habla de paz, acabe con la guerra y este conflicto. Es una gran mentira la paz de la que están hablando, porque en nuestro territorio del Catatumbo suenan cantidades de aviones, hay miles de soldados en la región y a cada rato matan campesinos, que después pasan por subversivos y por guerrilleros. Por eso nosotros salimos a manifestarnos y a decirle al pueblo la verdad. Nosotros si queremos generar una paz, pero la que realmente se construye en el Congreso de nuestros pueblos. Ya es la hora, es la hora de mandar, de gobernar, porque nosotros si conocemos realmente nuestras necesidades en nuestras regiones.
 
El paramilitarismo que Uribe Vélez mandó al Catatumbo pasó por todos los batallones. Desde la capital que es Cúcuta, departamento Norte de Santander salieron los paramilitares en camiones encarpados. Pasaron por las bases del Ejército, por los puestos de Policía  y entraron a Tibú y a Gabarra. Allí hicieron un hostigamiento entre el Ejército y la Policía, diciendo que la guerrilla había entrado, pero en realidad eran los paramilitares que habían entrado a eso de 12 a 1 de la madrugada a la zona de la Gabarra. Llegaron escoltados con helicópteros y carros militares, así entraron a la región a hacer las masacres.
 
Agarraban a las compañeras, las asesinaban, las descuartizaban, las echaban en estopas de naylon, las amarraban y las tiraban al río Catatumbo. Agarraban a las compañeras embarazadas, las rajaban con motosierra, les sacaban los niños y las despedazaban. Asesinaban a los campesinos y le cortaban la cabeza y con ella jugaban como balón de fútbol en las canchas, en los parques, en las plazas de los municipios. Eso hizo el paramilitarismo que era el mismo Ejército camuflado, la misma Policía camuflada de paramilitares en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Eso hicieron los paramilitares en Catatumbo, fueron miles de campesinos masacrados, pero hasta hoy no reconocemos en total cuantas son las víctimas, los desaparecidos, los asesinados que tuvimos en la región. 
 
Allá violaron, asesinaron, torturaron. Se robaron el ganado, saquearon las tiendas comunitarias, se robaron las mejores fincas y las riquezas que ya eran economía que estaba en el bolsillo de los campesinos. Asesinaban la gente descuartizándola, le sacaban los ojos, los capaban como capar un animal. A los que no nos asesinaron fue porque nos escondimos entre las montañas, porque salimos a las cabeceras municipales y porque nos desplazamos. De esa forma defendimos la vida y hoy hemos estado construyendo la memoria histórica de la región.
 
En la desmovilización del paramilitarismo entregaron mentiras, entregaron armas de las que no utilizaban allá, porque las que utilizaban eran las mismas prendas, las mismas armas de la misma Policía, de los mismos Ejércitos de la fuerza pública. Eso lo utilizaron en la región de Catatumbo, por eso cuando el paramilitarismo se “desmovilizó”, era el mismo aparato del Gobierno que ha mandado estos 10 años y el mismo gobierno que está hasta el 2013. Fue el mismo Estado que promovió a los paramilitares en la región.
 
La región del Catatumbo es muy grandísima y de esos territorios se fueron muchos líderes. Nosotros hoy no sabemos en dónde están. Sabemos que hay gente en Canadá y en otros países  que hoy no están con nosotros. Eso lo vivimos y eso ha sido el mismo Estado, el mismo gobierno que nos ha generado esta violencia. Y eso que yo soy nuevo, para lo que se vio en el 87, en el 98, en el 99, lo que se vio en esa región. Es el mismo Estado que ha generado el paramilitarismo y en la supuesta desmovilización, lo que hicieron fue legalizarse. El mismo Gobierno legalizó el paramilitarismo y hoy se encuentran generales retirados que han armado el mismo paramilitarismo en todas las ciudades, en todos los departamentos. Hay generales que tienen las bases más grandes para que a ellos  les cuiden las riquezas que le han robado al Estado, a nuestros campesinos. Esos mismos nos tildan de guerrilleros, de subversivos, de terroristas, pero nosotros somos gente humilde, gente campesina, gente que si generamos la paz. Porque nosotros si conocemos realmente el pensamiento, nosotros si conocemos la crisis económica, la crisis social.
 
Que nos pregunten a nosotros realmente que es lo que en nuestro territorio tenemos, porque nosotros si conocemos el territorio en donde vivimos y eso que dan en CARACOL Y RCN, que son las canales que hoy realmente dicen la mentira, ocultan la verdad, porque el mismo Estado los cuida con la potencia mundial de Estados Unidos metiendo las narices aquí en Colombia para llevarse las riquezas. Eso es lo que ellos cuidan pero realmente no defienden nuestros intereses. Hoy nosotros montamos una emisora comunitaria y nos genera una serie de problemas porque para el Estado los que deben tener emisoras comunitarias o emisoras comerciales son las grandes empresas, los grandes ricos de este país, porque ellos sí ocultan realmente lo que nos están robando, lo que nos están haciendo.
 
Por esto tenemos que organizarnos, fortalecernos para realmente tener un gobierno para que nos escuche al pueblo. Que los congresistas, los concejales, los Alcaldes, los Gobernadores de este país seamos nosotros mismos. Los que conocemos realmente la verdad, los que si somos capaces de repartir ese ponqué, Esos son los intereses que nosotros tenemos. Para esto es importante la Constitución Política del 91 que se creó en esos años para gobernar este país, porque realmente no se conoce dónde estamos los que necesitamos gobernar este país. Esto es nuestra defensa de nuestro territorio y de esa forma hemos vivido en nuestros territorios.
 
La Paz de ellos
 
Yo creo que los diálogos de paz que hoy el gobierno hace con las FARC en Cuba, para mí son una paz escondida, unos diálogos escondidos porque hoy realmente nosotros no sabemos que es lo que negocian. Porque hoy todavía no hemos conocido que es lo que están negociando. La paz que el gobierno quiere negociar hoy no es la paz que nosotros necesitamos, cómo va a haber paz en una negociación cuando el gobierno se come las mejores comidas sentado en una mesa, mientras los campesinos a nuestros hijos hoy tenemos que hacerle mazamorra de plátano molido en una piedra o en un molino. ¿Eso será paz?, ¿Cuándo en nuestros territorios teniendo unas tierras tan ricas hoy el Estado no nos permite que nosotros vendamos nuestros productos? Eso no es paz. ¿Hoy se sientan en paz los comandantes de una guerrilla armada a negociar, que negocian? ¿Negocian la calle de fusiles? Y si negocian unos, los que están alzados en armas en nuestros territorios, por qué no vieron una paz en nuestros territorios, dónde no ven el valor. Allí lo que verdaderamente vales un jornal, lo que realmente debería ganar un sueldo mínimo. Los guerrilleros tienen las armas allá y ellos han puesto muertos, han puesto vidas de ellos allá. ¿Por qué tomaron las armas?, porque la misma situación de este país los llevó a eso y hoy están sentados ellos allá negociando. ¿Qué negocian allá?, si mientras que negocian la calle de fusiles están acá, el trueno de los fusiles suena acá, las bombas suenan en este territorio. Nosotros venos que lo que negocian allá es una  paz de mentiras. Es una paz que realmente ellos están negociado son poderes económicos, porque el gobierno le sirve negociar con ellos, para que el mismo gobierno pueda explotar los recurso que aquí hay. Mientras que ellos negocian allá nosotros aquí en la región seguimos llevando del bulto. Nosotros aquí en el territorio como población civil somos los que estamos llevando del bulto. No tenemos educación, salud, seguridad, derechos humanos. El hambre y la miseria  siguen en nuestros territorios. Nosotros si necesitamos una paz pero escuchada del pueblo, que reúna toda la situación realmente que vivimos. Yo veo que la paz que allá están negociando, la paz que está haciendo el gobierno, son de 3 o 4 que ya mandaron a sentarse en la mesa. Que el pensamiento de ellos es uno y el pensamiento de los que tienen las armas y están fuera de ellos son otras. 
 
La paz que ellos negocian no es la paz que nosotros realmente necesitamos  
 
Nosotros si necesitamos una paz pero como la que hoy se propone en este Congreso de los Pueblos, porque aquí está recogida todo el pensamiento de nosotros, porque lo hemos discutido, porque lo hemos analizado, porque hemos vivido en carne propia la situación real nuestros territorios. Entonces desde acá la paz que negocian allá no es la paz que nosotros necesitamos. Nosotros queremos caber en esa negociación de paz, pero con nuestros pensamientos, con la idea de paz que nosotros queremos. Nosotros queremos una paz pero con justicia social, que sean escuchados nuestros pensamientos. ¿Cómo puede haber paz, en un país tan rico y que las riquezas se la estén entregando a otros?
 
¿Qué paz es la que negocian allá? Si nosotros para poder llegar a este Congreso ha sido difícil, porque hay que hacer una cantidad de registros, una cantidad de transporte para llegar hasta este este sitio. Además lo que nosotros aquí hoy hacemos no es escuchado por todos los medios de comunicación. No es visto por nuestros campesinos allá, porque todo ha sido callado. Entonces la negociación que hacen hoy la FARC Y EL GOBIERNO son unos acuerdos de paz mentirosos que no creemos nosotros que somos la verdadera paz que Colombia necesita.
 
¿Será paz cuando los compañeros o hermanos indígenas lo siguen sacando de los territorios?
 
¿Será paz cuando en nuestro territorio nos ponen 7000 mil soldados a cuidar la explotación minera?
 
¿Será paz cuando por cada habitante de cada territorio nos ponen uno o dos soldados?
 
¿Será paz cuando nosotros salimos a que nos regalen una lámina de zinc y en nuestras Alcaldías o en el mismo gobierno nos digan que no hay plata para la vivienda, y mientras construyen en las capitales la vivienda para los ricos porque los pobres no cabemos allí. ¿Eso será paz?
 
Cuándo a un pobre le dan una ayuda de construir una vivienda pero primero tiene que pasar la escritura y luego todos los documentos para poder acceder a la vivienda. ¿Eso será paz?
 
¿Será paz cuando vamos a que nos den la medicina con un carnet que nos han dado y que nos dan es acetaminofén y diclofenaco? ¿Eso será paz?
 
¿Será paz cuando el gobierno se gasta en las fuerzas militares más de la mitad del presupuesto del país en aviones, fusiles, en uniforme para la fuerza pública. Mientras los campesinos nos morimos de hambre en nuestros territorios?
 
¿Será paz cuando en los hospitales se nos mueren los niños en la puerta del hospital porque no hay servicio médico, porque las ARS no han pagado a los hospitales? ¿Eso será paz? 
 
¿Será paz cuando en vez de invertir la mitad de ese presupuesto del país en vivienda, en salud, en educación, en vías se invierte en la guerra? Allí no hay paz y esa no es la paz que nosotros queremos y entonces ¿qué negocian?
 
¿Será paz para los campesinos si los grades de la agricultura pueden arar la tierra con grandes tractores y nosotros  tenemos las peores tierras? 
 
¿Será paz cuando los grandes capitalistas y las grandes multinacionales tienen las mejores tierras del país y los campesinos no tenemos en dónde construir la vivienda?
 
Entonces nosotros vemos una gran mentira en lo que está haciendo y negociando.
 
(1) El nombre del campesino ha sido omitido por seguridad y protección. 
 
Por: Tejido de Comunicación – ACIN