La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), desde sus inicios, en el año de 1996 se consolidó como una organización indígena de carácter especial representados por diferentes comuneros que dinamizan a diario los diferentes tejidos y programas con el propósito de fortalecer los planes de vida del pueblo nasa y demás sectores sociales que aportan en la construcción de un modelo comunitario en busca del Buen Vivir desde la defensa del territorio.

Desde esa mirada colectiva, el Tejido Territorial Económico Ambiental, desde hace varios años viene impulsando estrategias de producción, transformación y mercadeo de los productos que siembran los habitantes campesinos, afros e indígenas en el norte del Cauca; los productos, en su mayoría, son cultivados con abonos orgánicos, no se usan paquetes químicos porque ese tipo insumos del mercado dañan la tierra y además los productos resultan muy perjudiciales a la salud humana por la concentración de químicos.

La conciencia productiva (del alimento sano y producción propia) de algunos habitantes del norte del Cauca ha motivado para que desde este Tejido se implemente el mercado “Mingalerias”, que se hace cada 15 días en los pueblos del norte del Cauca; y el “Encuentro Regional de Productores” que se hace cada año en el parque principal de Santander de Quilichao. En esta ocasión, el pasado viernes 7 de Octubre del año 2014, desde  tempranas horas de la mañana empezaron a llegar los carros (chivas, camiones y camperos) cargados de productos provenientes de las montañas y valles de la geografía norte caucana, cada productor se instálalo en las mesas que habían preparado los organizadores del mercado, llegaron más de 125 productores.  

Muy a las 7 de la mañana empezaron a llegar los consumidores quienes mediante bonos y dinero corriente empezaron a comprar productos frescos como papa, yuca, zanahoria, plátano, café molido, compotas, carnes y muchos productos más que trajeron los labradores de los campos. De la misma manera, la comida típica no se hizo esperar, las señoras ofrecieron el mote con gallina, bandejas con arroz, frijoles y pescado frito y sancocho de gallina, entre otros deliciosos platos. Se sentía el exquisito aroma y el sabor del campo.

Por otra parte los diferentes grupos musicales de la región empezaron a subir a la tarima, uno por uno, para entonar las melodías y las letras alusivas al campo, a nuestra cultura y nuestras luchas. Las agrupaciones que acompañaron este encuentro fueron: Los nietos de la tierra, agrupación musical de la institución educativa Marden Betancur, la Orquesta de instrumentos andinos del resguardo de Huellas, Música tradicional  de violines caucanos de la delegación afro y la agrupación Campo y Sabor con canciones dedicadas a la vida en el campo, a los productores, consumidores y a los alimentos sanos y de producción propia que nutren la vida.

Alfredo campo, coordinador del Tejido Económico Ambiental – ACIN, manifestó que “el objetivo principal de este encuentro es mostrar, a las comunidades urbanas de Santander y de todo el país,  la estrategia de economía propia de las comunidades rurales que hoy son una alternativa al mercado capitalista, a través de la siembra de productos de buena calidad. Son nuestros propios productores quienes abastecen de comida a las diferentes comunidades de las poblaciones de nuestra región. Igualmente, demostrar que en los territorios indígenas no sólo se escucha del conflicto armado y los cultivos ilícitos. Con esto demostramos que hay comuneros y comuneras que le apuestan a la siembra de comida orgánica para hacerle frente al modelo capitalista que monopoliza y arruina a los pequeños productores.  En este mercado no competimos con los precios, aquí tratamos de ofrecer productos de calidad a través de la siembra de cultivos asociados en las huertas Nasa Tul”.

Al terminar la jornada fue muy satisfactorio ver que la mayor parte de los productos que llegaron al mercado se vendieron sin ninguna dificultad, la papa, la trucha y la carne de cerdo fueron los productos que más pidieron los clientes. Los organizadores del mercado esperan continuar en la realización de los mercados para apoyar a los productores que día tras día siembran semillas de vida para alimentar las familias que viven en los campos y ciudades.

 

 

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