Washington Bolívar, un activista indígena en el Perú ha recibido una nueva amenaza siniestra de muerte como consecuencia inmediata de sus esfuerzos para desafiar la destrucción de la selva amazónica para la extracción de madera y la conversión a la palma de aceite.

En el transcurso del mes pasado el Sr. Bolívar, defensor de los derechos humanos, recibió en sucesión varias notas explícitas escritas a mano:

“WASHINGTON… TE VAMOS A MATAR SI NOS SIGUES JODIENDO. LAS TIERRAS NO SON TUYAS. TU Y TU FAMILIA NO VIVIRAN. DEJANOS TRABAJAR SI NO QUIEREN MORIR TODOS…

La fuente precisa de esta amenaza se desconoce en este momento, pero los activistas locales y los líderes comunitarios sospechan que se refiere al apoyo bien divulgado que el Sr. Bolívar ha prestado a la lucha de la comunidad Shipibo de Santa Clara de Uchunya en la región de Ucayali, en el Perú. En el último año la comunidad se ha opuesto activamente a la destrucción de más de 5000 hectáreas de sus tierras forestales tradicionales para su conversión en una plantación de aceite de palma por parte de Plantaciones de Pucallpa, una empresa peruana de aceite de palma.

Plantaciones de Pucallpa es un miembro de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO). Esta vinculada con un grupo de empresas controlado por el empresario Dennis Melka y conocido en Perú como el ‘Grupo Melka’.

Como se resaltó en un reciente comunicado de prensa del FPP en el que se destaca la visita de un representante de la comunidad al Reino Unido,  la lucha de dicha comunidad ha sido exitosa de manera parcial. El 2 de septiembre de 2015 el Gobierno central del Perú concluyó que la deforestación era ilegal y suspendió las operaciones.

El FPP tiene entendido que, como resultado de la denuncia, la RSPO iniciará investigaciones independientes sobre este caso.

El Sr. Bolívar ha informado a las autoridades pertinentes acerca de la última amenaza, incluyendo al defensor del pueblo en materia de derechos humanos y al Ministerio del Interior. Sin embargo,  aunque interpuso quejas similares en septiembre de 2015 luego de haber recibido otras amenazas de muerte en aquel momento, siente que el Gobierno no ha tomado las medidas eficaces para protegerlo a él, a su familia y a la comunidad.

Es comprensible que el Sr. Bolívar sigue sumamente preocupado dado el clima de miedo y violencia en el Perú, en donde cerca de 60 defensores de los derechos humanos y ambientales han sido asesinados entre 2002 y 2014. Esto incluye los asesinatos muy publicitados de Edwin Chota y otros tres líderes Asháninka de la comunidad de Saweto en Ucayali en 2014.

“Estoy preocupado pero no me callaré, el mundo debe saber lo que las empresas del Grupo Melka están haciendo a nuestros territorios. Destruyen nuestro bosque y nuestra biodiversidad. El Gobierno no puede poner fin a esta tragedia y deja a nuestros defensores de derechos humanos expuestos a amenazas y homicidios. La empresa saca provecho de este ambiente mientras que nuestra gente y los bosques sufren.”

Entre tanto, Tom Griffiths del Programa de Financiación Responsable del FPP destacó que “el Forest Peoples Programme se alegra de que la RSPO vaya a investigar estas violaciones de sus estándares. Confiamos además en que la RSPO utilizará toda su influencia con las empresas en cuestión para garantizar que nada malo les suceda a los activistas de la comunidad como el Sr. Bolívar. El señor Bolívar ya es muy conocido  a nivel internacional. Por lo tanto se está siguiendo de cerca el comportamiento del Gobierno y la empresa en Ucayali.”

Robert Guimaraes, presidente de FECONAU, la organización indígena que representa a la comunidad de Santa Clara de Uchunya ha reiterado que detrás de esta violencia se encuentra el fracaso por parte  del Gobierno peruano para hacer frente a su obligación de proporcionar el reconocimiento legal seguro de las tierras y derechos de los pueblos indígenas, y para cumplir con sus compromisos internacionales para proteger los bosques.

Las tierras de la comunidad fueron otorgadas a la empresa por el gobierno regional de Ucayali ignorando por completo sus derechos a su territorio tradicional y sin que se realizara un proceso de consulta o consentimiento. Por lo tanto hago una llamada a los organismos de derechos humanos y los donantes internacionales que apoyan los planes de protección del bosque peruano para que exigen que el Estado cumpla con sus obligaciones para proteger los territorios y los derechos de los pueblos indígenas.”

El Perú  ha asumido compromisos ambiciosos para detener la deforestación como parte de su estrategia de mitigación del cambio climático, comprometiéndose a reducir la deforestación neta a cero para 2021. Sin embargo, como se expone en el presente caso y en un informe de 2014, dichas promesas son debilitadas por enormes lagunas en el marco legal del Perú y una corrupción endémica.

En repetidas ocasiones desde 2010, el Gobierno del Perú ha reconocido la centralidad de asegurar los derechos a la tierra de los pueblos indígenas como parte de su estrategia de adaptación y mitigación del cambio climático. Como resultado ha obtenido el prominente apoyo financiero  de donantes internacionales como por ejemplo el Banco Mundial y el Gobierno de Noruega y Alemania. A pesar de esto, estas promesas no se han materializado y aproximadamente 20 millones de hectáreas de tierras indígenas permanecen sin título y siguen siendo concedidas a intereses mineros, petroleros, gasíferos y agroindustriales (para obtener una mayor información haga clic aquí).

En diciembre, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático a celebrarse en París, el Perú anunciará su propio compromiso voluntario a la mitigación del cambio climático conocido como Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC por sus siglas en inglés). Las medidas incluyen acciones para proteger los bosques aunque hasta ahora, a parte de una referencia somera a la promoción de la participación de los pueblos indígenas, no existen compromisos claros para salvaguardar las tierras indígenas y proteger a aquellos que defienden los bosques.

Plantaciones de Pucallpa es una de las empresas registradas en el Perú con lazos a una red corporativa compleja controlada efectivamente por Dennis Melka. El señor Melka es un empresario que fundó la empresa de agronegocios Asian Plantations de Malasia, cuyas operaciones han sido similarmente controversiales en Sarawak, Malasia.

Lea este informe para obtener una mayor información acerca de las operaciones del grupo Melka en el Perú y Malasia.

 

fuente: Forest Peoples Programme