Asambleas de todo el país se congregaron en Malvinas Argentinas para el XXV encuentro de la UAC. Compartieron experiencias de lucha e inquietudes comunes para preservar la tierra y el medio ambiente. Habrá un nuevo encuentro en febrero.

Asambleas de San Juan, La Rioja, Chubut, Mendoza y Salta que luchan contra la minería. Organizaciones de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos que resisten a la avanzada de las fumigaciones con agrotóxicos. Comunidades que confirman la contaminación petrolera en Neuquén y la violación de derechos indígenas. Todos ellos se reunieron en el XXV encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), el espacio que desde hace casi una década se reúne de manera periódica para articular acciones territoriales. Los activistas denunciaron al modelo extractivo y la creciente criminalización de sus acciones, y auguraron un 2016 con mayor conflictividad.

“En todo el país se profundiza el modelo extractivo, de contaminación, saqueo y represión. Pero también son múltiples las luchas”, señaló la convocatoria de la XXV UAC, cuyo punto de reunión –en los últimos días de noviembre– fue la localidad de Malvinas Argentinas, a veinte minutos de Córdoba Capital. Ese lugar se transformó en 2012 en el epicentro de la lucha contra Monsanto, la mayor corporación del agro mundial. La empresa planificaba construir allí una megaplanta de maíz transgénico, pero, en un hecho inédito para la multinacional, hace dos años que el proyecto está frenado por el rechazo de la población.

Estuvieron presentes comunidades wichí de Salta, docentes de Entre Ríos que se organizan para que no fumiguen sus escuelas, asambleas de Paraná, Mar del Plata y Rosario. La Asamblea Río Cuarto Sin Agrotóxicos (que logró prohibir una planta experimental de Monsanto), Asambleas de Mendoza (Maipú, San Rafael y la capital provincial) que exigen que se mantenga vigente la Ley 7722 –que prohíbe la megaminería–, el Foro de Salud y Ambiente de Vicente López, y el espacio Intercuencas (defensa de los ríos Reconquista, de la Plata y Riachuelo).

Uno de los temas más trabajados en las reuniones fue el de las leyes que reducen las distancias de fumigaciones con agrotóxicos, el acompañamiento al acampe contra Monsanto en Malvinas Argentinas, el apoyo a las recuperación de territorios mapuches y la expresión de solidaridad con los habitantes de El Galpón, la localidad ubicada a 180 kilómetros de Salta capital, que cumplirán mil días de bloqueo para impedir la instalación de una planta de explosivos para minería, de la empresa Nitratos Austin (subsidiaria de la estadounidense Austin Powder).

Uno de los momentos más conmovedores del encuentro fue el relato de las mujeres y hombres de Jáchal, Iglesias y San Juan Capital. Detallaron cómo es vivir en una provincia donde una megaempresa como Barrick Gold se transforma en un “Estado paralelo”. Recordaron que desde antes de la construcción de la mina Veladero, de oro y cobre, alertaron sobre las consecuencias sociales, ambientales y en la salud. Lamentaron que no se las haya escuchado. El 13 de septiembre pasado, trabajadores de la empresa alertaron a sus familias de una derrame de agua con cianuro. Horas después, la empresa reconoció una pérdida de 15.000 litros. Una semana después, Barrick Gold confirmó que el derrame fue de un millón de litros.

Los activistas sanjuaninos afirmaron que, en realidad, al menos cinco millones de litros de agua con cianuro llegaron a ríos.

También estuvieron presentes los santafesinos que denuncian la complicidad del gobierno provincial con el modelo transgénico. Durante dos años impulsaron un proyecto de ley para alejar las fumigaciones con agrotóxicos al menos 800 metros de centros poblados. Pero el gobierno provincial dio media sanción a un proyecto que permite fumigar a 100 metros de las viviendas. A comienzos de noviembre, los activistas realizaron una “caravana por la vida”, desde Rosario hasta Ceres, para pedir que se privilegie la salud de la población y no los negocios.

En la XXV UAC hubo espacio para talleres, plenarios y propuestas. Se proyectó el documental La jugada del peón, sobre la avanzada de los transgénicos. Los asambleístas cordobeses puntualizaron el avance del desmonte por dos motivos: agronegocios y especulación inmobiliaria. Otros temas centrales fueron el fracking, la megaminería, los transgénicos y las fumigaciones. También se trataron cuestiones de agroecología y conservación de semillas criollas.

“Estamos fortaleciendo la lucha en tiempo de recambio de políticos, que sabemos también intentarán avanzar con su modelo de saqueo y contaminación. También sabemos que seguiremos organizados, con más acciones directas y por vías judiciales”, advirtió Lucas Vaca, de la Asambleas de Vecinos de Malvinas Argentinas. Juan Nicastro, de la Comisión de Prensa de la UAC, afirmó: “La represión será más descarnada. Estuvimos en lucha estos años y seguiremos. Están en juego los territorios y, con ellos, nuestras vidas”.

Las asambleas confirmaron la convocatoria a una jornada de lucha nacional para el 4 de febrero, que consistirá en la realización de eventos informativos, marchas y cortes de ruta. En marzo será la UAC XXVI en Jáchal, donde participarán productores agroecológicos y redes de comercio justo, para profundizar en las alternativas al capitalismo. Las UAC comenzaron en 2006, aunque reconocen antecedentes en otras luchas, desde militantes de la década del 70, hasta activistas que han pasado por organizaciones de desocupadas y, asambleas nacidas post Esquel (2003).

 

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