“Las herramientas de comunicación son  importantes para el bien de la comunidad siempre y cuando sean bien utilizadas”, comenta Diana Mery Jembuel, una joven del pueblo Misak residente en el Municipio de Silvia y resguardo de Guambía, quien da a conocer las diversas formas de comunicación en su territorio,  explica cómo aprovechan las tecnologías que ya están en la comunidad y comenta su experiencia durante el I Encuentro de la Escuela de Formación del Tejido de Comunicación ACIN.

 

La mayor parte de la población guambiana vive en la vertiente occidental de la cordillera Central, acompañada de los páramos y leves vientos que bajan desde lo más alto de la cordillera y caen en la superficie, donde los cultivos de papa y hortaliza crecen muy lentamente por el estado del clima. El punto cardinal, centro-oriente del departamento del Cauca y el municipio, lleva de nombre Silvia, pero esa población trasciende a diversos municipios del Cauca, como Totoró, Jambaló, Caldono y Morales-Cauca- y  la Plata, departamento del Huila.

Como buenos indígenas tienen su identidad y conservan su cultura, desde la cual nace la comunicación, como son los mitos, las leyendas, la lengua, el cantar de las aves, la naturaleza, el estado del tiempo, el ruido del río, las señales de humo y otros. También los mayores o los  tatas,  transmiten la información,  porque a través de su sabiduría y su experiencia dan conocer sus mensajes y consejos para  la familia y para la comunidad en espacios como las asambleas, las reuniones o en los diferentes trabajos comunitarios, dentro de la organización que defiende el plan de vida  de los Misak.

Los mensajes educativos desde la  lengua ancestral y el español son importantes para concienciar a la comunidad y en especial, es la forma de llegar a los jóvenes. Estos mensajes se transmiten a través de la emisora comunitaria, entonces herramientas como la radio,  son tecnologías que sirven para fortalecer la lengua Misak en el territorio.

Diana afirma que la Radio es una herramienta útil por la facilidad con que llega a la comunidades, “pero depende del uso y del maneje, que desde allí puedas dar: sembrar conciencia o desarmonizar una comunidad o una organización. Esto nos pasó cuando nosotros apenas empezamos a utilizar el medio radial o la emisora, donde se colocaba música ranchera y esto incentivaba que los jóvenes fueran a tomar trago y desde allí la desarmonía en la familia y la comunidad.

Gracias a las orientaciones de los mayores se retomó una nueva programación para apoyar la música nuestra, es decir, a los mismos conjuntos musicales de los resguardos con letras alusivas a la organización o  la comunidad, que cantan en idioma propio y además llevan mensajes de los mayores donde relacionan la realidad de lo que viene y de lo que está pasando. De igual forma, trasmitimos la música Latinoamérica”.

Diana participa activamente en la Escuela de Comunicación “El Camino de la Palabra Digna”, que inició el mes pasado en El Guavito, Cabildo de López Adentro en el norte del Cauca. “Espacios como el que nos brinda el Tejido de Comunicación del norte del Cauca, nos sirve para debatir y reflexionar las diferentes problemáticas que se nos presentan en los territorios. Me parece súper importante porque al parecer se veía como una división entre la comunidad de los Misak y la comunidad Nasa a pesar de que somos de los mismos, la diferencia  es que manejamos diferentes lenguas ancestrales.

Pero en este encuentro de la Escuela de Comunicación nos hemos unido indígenas, campesinos, afros y redes que trabajan dentro de las ciudades. Esto nos fortalece a nosotros y a cada uno de los sectores porque las problemáticas no son del territorio, sino ocasionadas por los grandes capitalistas en nuestros territorios. Gracias a esta escuela hemos compartido nuestros dolores y hemos escuchado los de otros, y  si seguimos unidos podemos luchar por nuestro territorio, por nuestra cosmovisión y por los derechos que nos merecemos.

De lo que hemos escuchado y hemos aprendido, espero  que no nos quedemos allí,  que no lo dejemos sólo para nosotros, que ojalá compartamos todo ese aprendizaje, porque lo que se quiere es formar líderes jóvenes que hagan propuestas con criterios propios al servicio de la comunidad”, expresó Diana Jembuel.

De igual forma, resaltó con relación a la Escuela que en los primeros días estuvieron un poco tímidos y aislados, pero que los mecanismos utilizados por los facilitadores ayudaron a compartir  las diferentes formas de pensar,  uniendo y creando desde la diversidad. “Que ese tejido se siga engrandeciendo  en diferentes resguardos y departamentos y a si poder tener un proceso más fuerte y en unidad entre los pueblos”.

El llamado que hace esta indígena Misak a las personas que han participado  es que “se metan de lleno a esto, porque esto es la base fundamental para nosotros que somos comunicadores.  Que para el próximo encuentro llevemos  los temas que más nos están afectando para debatir en este gran espacio que nos brinda el Tejido de Comunicación con la Escuela de Comunicación, y desde allí mirar estrategias de resistencia para no dejarnos desplazar.  También que aprovechemos los materiales que llevamos para darlos  a conocer en las emisoras  y crear debate con los mayores acerca de las diferentes problemáticas que se nos presentan para que entre todos  busquemos  una solución.

Este trabajo es urgente también con los jóvenes porque muchos no miran más allá, mas bien se dejan  llevar por el occidentalismo. Entonces la tarea nuestra como comunicadores y comunicadoras es llegar a ellos con diferentes metodologías, meternos y meterlos de lleno a enfrentar la situación que se está presentando en todos los rincones de Colombia. Sabemos que todo esto que sucede es para expropiarnos de nuestros territorios, pero este proceso que iniciamos es una esperanza y es una fuente vital para las comunidades. Todo depende de cada una y cada uno de nosotros”.

 

[ Autor: Tejido de Comunicaciòn ACIN]