Pai, Manuel. Que nuestros espíritus te acompañen siempre y que tu amor por la Madre Tierra y por la libertad no se canse nunca y te lleve un día a cosechar los frutos en la gratitud de vivir un mundo más justo. No dejes, por favor, que te amargue la ingratitud y la envidia. Quédate con la amistad y el afecto e ignora lo demás. Aunque te vayas, no te vas: acá se queda tu lucha que somos nosotras y nosotros. Leer respuesta de Manuel Rozental

Nosotros como tejedores y tejedoras de comunicación desde el norte del Cauca queremos despedirte ahora que debes dejarnos indefinidamente, compañero Manuel Rozental agradeciéndote por todo tu compromiso y empeñó dedicado durante años para contribuir de manera sustancial y fundamental para fortalecer el proceso de resistencia desde norte del Cauca, la construcción de alternativas y la agenda que se ha convertido en Minga y en palabra que es camino colectivo de lucha y semilla del “País de los Pueblos sin dueños” que tendrá que ser realidad algún día. En particular reconocemos tu trabajo en el caminar de la palabra de comunidad en comunidad, donde te acercabas con afecto y cariño a cada comunera y comunero para despertar conciencias, ayudando a entender en nuestros territorios el contexto complejo y remoto que define nuestras vidas y nos condena al despojo y apoyando permanentemente en la construcción de alternativas desde las bases con el sentir y saber informado del pueblo en el que crees. Siempre cuestionaste, siempre defendiste con argumentos tus creencias y perspectivas, siempre llamaste al debate y te hiciste incómodo tejedor de conciencias.

Debiste salir del país nuevamente desterrado por los señalamientos que te han marcado desde que estás acompañando nuestras comunidades indígenas y por el aporte desinteresado que has dado a las organizaciones sociales y populares desde el norte del Cauca. Primero te acusaron de ser agente de la CIA, después de terrorista internacional, luego dijeron que eras simpatizante de las FARC, y precisamente el 4 marzo de 2009 en la Revista Cambio afirmaron que tienes conexiones con el ELN. Todo esto ha llevado a que tengas que dejar nuestro proceso y lo que más nos entristece es que no puedas seguir caminando con nosotros esa palabra que nos enseñaste a buscar, a interpretar, a compartir, a escuchar, a reflexionar y sobre todo a consensuar, para que al encontrar la palabra precisa la pudiéramos caminar oportunamente de la mano de esa base comunitaria que hace que el proceso de resistencia del norte del Cauca se fortalezca a pesar de las contradicciones internas y de la agresión integral con la que arremeten contra nuestros pueblos.

Además de esos señalamientos realizados por el régimen, por los diferentes actores armados y por algunas corrientes políticas del país que se fabricaron para crear un pretexto para asesinarte y de las que has logrado defenderte hasta ahora gracias a la protección de la Madre Tierra, el apoyo de nuestros The Wala y porque has salido del país y del territorio oportunamente, también nos consta que en la coyuntura actual por la que atraviesa el proceso, ya no tienes espacio para el debate de las ideas, de las propuestas y de la construcción colectiva de esa palabra que nos enseñaste a caminar, además de la estigmatización de algunas personas del proceso. Por esto estamos tristes, porque sabemos que esta salida es definitiva y que ya no podremos contar con tus valiosos aportes e ideas que han convertido a nuestro Tejido de Comunicación en una fuente confiable de información, reflexión y debate, y que han dado reconocimiento en ámbitos internos y externos de nuestro proceso. Ayudaste a forjar el Tejido y luego, te empeñaste en que caminara solo para ser un miembro más del equipo. Nos viste crecer y te hiciste un compañero más, solidario y respetuoso: Solamente quienes no creen en nosotros, en nuestro pueblo, se atreven a creer que ordenas, que manipulas, que creaste dependencia, cuando eres uno entre todas y todos en esta tarea de informar para reflexionar, decidir y actuar. En esta búsqueda que tu nombraste inicialmente y que hoy asumimos, de una comunidad consciente, organizada, movilizada y actuando con coherencia. Además de nuestra memoria viva y de lo que quedó sembrado en las veredas y en todo el Cxhab Wala Kiwe (territorio del gran pueblo), están los cientos de documentos que escribiste sin firmar, porque nombrabas y dejabas en libertad la palabra de los pueblos.

Queremos decirte públicamente que nosotros tejedores y tejedoras de comunicación sí reconocemos tu trabajo, tu dedicación, tu compromiso, tu entrega incondicional en medio de las adversidades dentro y fuera del proceso. Queremos decirte que valoramos enormemente lo que nos enseñaste, las lecciones que nos diste y esa palabra que nos dejaste, porque en realidad te convertiste en nuestro compañero, en nuestro amigo, en nuestro hermano. Porque nos ayudaste a abrir espacios que veníamos buscando, nos exigiste la palabra y la acción coherente, nos escuchaste y nos reclamaste ser siempre comuneros y comuneras no solo obedientes, sino, sobre todo conscientes, dignos, reflexivos, críticos y propositivos. Esa semilla que dejas no va a parar de germinar. Pase lo que pase nosotros nos comprometemos a seguir ese trabajo colectivo del que te obligan a alejarte definitivamente en este momento. Nos comprometemos a seguir visitando vereda a vereda, resguardo a resguardo y salir a recorrer con los medios que se requiera el país, en la medida de nuestras capacidades, para darle la palabra a la base y acompañarlos en ese proceso de informarse, reflexionar, decidir y actuar en consecuencia para la defensa de la vida y el territorio. Seguir por el camino que compartimos sería nuestra manera de mantenerte acá. Vamos a aportarlo todo para que de este país con dueños y sin pueblos, sometido al modelo económico de la codicia, pasemos al país de los pueblos en armonía y equilibrio y con justicia y libertad.

Por eso y por todo lo que nos falta por aprender, por reconocer, por caminar y por hacer, queremos agradecerte de todo corazón, porque esa semilla de sabiduría que has dejado no pare de regarse. Además queremos decirte lo mismo que hace muchos años los indígenas al norte del Canadá te dijeron en tu ceremonia de despedida: “necesitamos que te vayas para  demostrarles a los que aún no creen en nuestros pueblos, que nosotros somos capaces y que no eres tú el que hace por nosotros sino con nosotros”. Por esto debes alejarte y seguir aportando a otros pueblos y procesos de la misma forma como lo has hecho con nosotros.

Lo que te ha sucedido es un daño que se le hace al Tejido y a nuestro proceso. En consecuencia, deben reconocerse y corregirse los errores, aprender de esta experiencia, hacer los cambios que sean necesarios para bien de nuestro proceso. Sabemos que será la justicia la que te traiga de vuelta a tu hogar en el Cxhab Wala Kiwe. Por último, te solicitamos que termines con los compromisos finales que tienes pendientes con nuestro Tejido de Comunicación, puesto que fueron acordados con mucho tiempo de antelación y no afectan para nada la decisión tomada de distanciarte del Tejido.

Muchas gracias Manuel Rozental por regalarnos lo mejor de ti y dejar esa semilla que vamos a regar para que la resistencia no se canse y para que avancemos en la construcción de alternativas con dignidad y coherentes siempre con una posición digna. No deberías tener que irte. Es verdad que hoy, como comunero, deberías estar siendo recibido de manera permanente en el corazón de nuestro pueblo. Pero el día en que eso sea posible no ha llegado y nos duele decirte adiós hasta cuando cambiemos las condiciones que impiden que puedas quedarte entre nosotros. Pai, Manuel. Que nuestros espíritus te acompañen siempre y que tu amor por la Madre Tierra y por la libertad no se canse nunca y te lleve un día a cosechar los frutos en la gratitud de vivir un mundo más justo. No dejes, por favor, que te amargue la ingratitud y la envidia. Quédate con la amistad y el afecto e ignora lo demás. Aunque te vayas, no te vas: acá se queda tu lucha que somos nosotras y nosotros.

Firman los tejedores y las tejedoras de Comunicación:

Dora Estella Muñoz
Vilma Almendra
Nidia Isadora Cruz
María Nancy Guerrero
María Elvira  Guasaquillo
Hugo Hernán Dagua
José Olmedo Quitumbo
Harold Secue
Mauricio Acosta
José Héctor Martínez
Edgar Yatacué
Juan Manuel Camayo
Ismael Jumbe
Emilio Basto
Constanza Cuetia
Norbey Zapata
Genaro Tróchez
Abel Coicué
Gustavo Adolfo Ulcué Campo
EMISORA VOCES DE NUESTRA TIERRA