Memoria Y Camino del Tejido de Comunicación

El pasado 3 de junio de 2009 se presenta Arley Latín Dagua, identificado con número de ciudadanía N.1.059.064.071.de Miranda Cauca, ante el cabildo indígena de Miranda Cauca, quien comentó haber asesinado a un joven de Santander de Quilichao por robarle la moto, cuenta que esto ocurrió entre las seis y media o  siete de la noche en la vía de El Palo hacia Toribío.

Todo comienza cuando Arley  viaja  un día domingo a Santander de Quilichao a visitar a un amigo llamado José Martín, quien vive en la vereda La Vuelta, resguardo de Canoas, para cobrarle una deuda de un semillero de coca por valor de 200.000 pesos, pero este muchacho no le paga. Arley viaja cuatro veces mas pero nada, José Martín le propone trabajar con él y le dice que no sea tan tonto de trabajar en la finca porque es un trabajo muy duro, le propone trabajar con el robando motos, Arley decide aceptar, también cuenta que este supuesto amigo es cabecilla de una banda porque maneja armas. José Martín le comenta que ya tiene visto a quien le van a quitar la moto,  le da a Arley una papeleta de bazuco, una navaja y un celular para comunicarse  con él.

Cuenta Arley que salió al Centro a buscar un moto taxi que lo llevara a Tacueyó,  ya en el camino se inhala el bazuco para los nervios, cuando llegan a una parte que está solitaria saca la navaja se la coloca en el cuello y le dice que se baje de la moto y le pase las llaves de la moto. El joven pone resistencia y le pega un codazo entonces Arley le corta el cuello, se caen de la moto, arrastra el cuerpo del joven y lo tira por un barranco, prende la moto y se va a toda, sube por el Boquerón hasta bajar a media naranja y luego llega a la casa.

Todos los de la vereda creían que él había comprado la moto, la utilizaba para ir a las fiestas, una semana después llama a José Martín y él le dice que venda la moto y que se partan la plata. Los comuneros de la vereda dicen que en horas de la noche ven unos hombres desconocido merodeando la vereda como si estuvieran buscando a alguien, ahí es cuando Arley se da cuenta que lo están buscando, se asusta  y es ahí cuando decide entregarse al cabildo para que lo protejan. El jurídico del cabildo indígena de Miranda es quien le toma la declaratoria y empieza la investigación de los hechos, una vez terminada la investigación se procede hacer una asamblea y traen a los familiares del fallecido. Proceden al castigo  fuetean y luego lo llevan a la cárcel de Caloto.

8 meses después de Arley estar en la cárcel, manda un escrito al cabildo de Miranda diciendo que quiere estudiar, poco tiempo después manda una declaratoria por escrito donde manifiesta que él no es el asesino del joven. Cuenta que quien lo mató fue José Martín, dice que cuando fue a Santander José Martín no le pagó y le dijo que trabajara con él como campanero, le cuenta que ya tiene vista a la víctima y planean cómo van a quitarle la moto. Le dice a Arley que vayan al centro que busque al muchacho del  domicilio que lo lleve a Tacueyó, también le dice que él se vaya en la moto de él  y  que cuando lleguen de El Palo hacia arriba en algún lugar solitario, se haga el varado, para él decirle a su víctima que paren porque el que está varado es un amigo de él y allí aprovecharían para quitarle la moto. 

Este plan se veía fácil, entonces salieron y José Martín le compró una navaja, una papeleta de bazuco y un celular para que se estén comunicando. Arley salió adelante pero por el camino ve que el plan ha cambiado porque el amigo lo alcanza y se le pasa, por más que Arley acelera no logra alcanzarlo, cuando llega al lugar acordado donde el tenía que hacerse el varado ve que no hay nadie y continua hacia delante, más allá ve un cuerpo tirado al lado de la carretera pero José Martín no está ahí. Arley continúa y más arriba está el amigo con la moto, la moto está untada de sangre, José Martín le dice que cambien de moto y que se la lleve que en estos días hablan por celular. 

A la semana lo llama y le dice que venda la moto porque las cosas salieron mal, que el muchacho había muerto, también le dice que no vaya a decir nada porque sino se atiene a las consecuencias. Arley dice que no confesó antes porque José lo tenía amenazado, que si contaba algo mandaba hacerle daño a la familia, los mandaba a matar, que por eso se echo toda la culpa. 

El Cabildo de Miranda Cauca está estudiando esta declaración para mirar que puede hacer. También la ACIN, tiene conocimiento de estos hechos y también están llevando la investigación para ver si dan con el paradero de José Martín. Por mi parte le pido a DI0S que lo ilumine y ojala sea verdad lo que ha mandado a decir en la última declaración.

Reflexión acerca de los anteriores hechos lamentables

A mi parecer uno de los motivos que llevó a mi vecino a meterse en esos negocios es que así como en la vereda Caparrozal, nosotros no contamos con mucha tierras productivas para trabajar y vivir como lo hacíamos antes de que llegaran extraños a nuestros territorios. Claro que esto sucede en todo el país, porque solo unos pocos ricos tienen en su poder grandes tierras y nosotros los indígenas, los afros y los campesinos que sí queremos cultivar la tierra y queremos a nuestra Madre Tierra, no contamos con la tierra suficiente para lograr la soberanía alimentaria que tanto anhelamos.

Otro factor, resultado de la misma causa es que el papá no lo apoyaba en sus estudios, Arley Latín Dagua tenía que jornalear para poder estudiar, en medio de un contexto hostil donde los actores armados quieren controlar el territorio, entonces se valen de su fuerza y de las necesidades de los jóvenes para enfilarlos en alguno de sus bandos.  Asimismo, la falta de oportunidades en la vereda puede ser otro factor, porque como es una vereda pequeña se ve poco trabajo y esto hace que muchos jóvenes se desplacen hacia la costa de El Naya en busca de oportunidades para poder sostenerse económicamente. También creo que falta de diálogo, de comprensión y de cariño de sus padres fue una de las razones que lo empujó para irse de la vereda e infortunadamente en ese tiempo fue donde consiguió malas amistades como la de José Martín.

[ Autor: Oneira Campo]