[ 07/17/2010] [ ] [ Autor: Fabio Tróchez Herrera ]

Hoy a puertas de cumplir 30 años de recorrido el Proyecto Nasa, nos detenemos a pensar y darle una vuelta al recorrido. Empezamos a evaluar los interrogantes: ¿se cumplieron las metas?, ¿Estamos haciendo el trabajo bien?, ¿Vamos por el camino indicado?, ¿Estamos cumpliendo los sueños del padre Álvaro?.

 

Toribío Cauca 16 de julio de 2010

Como primera medida invitamos a todos los participantes del proceso a evaluar estos interrogantes y muchos que deben tener los comuneros que creen en el proceso indígena, porque los indígenas no estamos debilitados, estamos en proceso de aprendizaje, pues la vida constantemente nos está poniendo a prueba.

El 12 de septiembre de 1980 en la hacienda Santa Rita cuando se dio inicio a lo que hoy se conoce como Proyecto Nasa, se trazaron unos sueños que se muestran en la siguiente figura. Ilustrados por  la mano donde se quiere una comunidad educada, saludable, sostenible económicamente con visión de equidad.

ARBOL_Nasa.jpgDesde mi punto de vista se ve que hoy a las puertas de cumplir 30 años el Proyecto Nasa ha cumplido los sueños. Tenemos  un proyecto con planes que contienen programas que desarrollan  de acuerdo a los lineamientos como autoridades tradicionales. Es gratificante tener instituciones educativas para los niños, los jóvenes, los adultos.

Tenemos personal profesional de la comunidad que aporta los conocimientos para el crecimiento como grupo formado con el mismo pensamiento, pero la debilidad es que se tiene personal con bases muy mínimas al frente de la educación de los niños que serán los gobernantes del futuro. Teniendo esta debilidad les pongo hacernos el siguiente interrogante: ¿Será que sólo importa la remuneración?. Se ha peleado mucho por lo que se tiene y lo que se quiere es una educación con calidad sin olvidar las raíces, porque es lo más valioso  que tenemos.

La medicina tradicional por años ha sido nuestro fuerte porque nosotros como indígenas sabemos que la Madre Tierra constantemente nos da mensajes,  a través de los médicos tradicionales que son los mensajeros para transmitir lo que está sucediendo y saber cuál es el camino o el futuro que nos espera. Ésta se ha fortalecido bastante, pero ¿cuál es el detalle?,  pues se volvió la herramienta para destruirnos,  porque es lo que más causa problemas dentro de las comunidades.

No podemos seguir con la desunión de los comuneros ni con las muertes por la envidia. Es importante revisar este tema ya que  es algo que estamos discutiendo con la medicina occidental. Igual se tiene una buena planta física para que los comuneros tengan atención oportuna, pero en la actualidad estamos pensando es ¿cuántos son los excedentes que deja la contratación con las IPS?, ese es el camino para generar riquezas,  ¿pero para quién es el beneficio?, acaso ¿para los comuneros?

La parte de producción con los proyectos tanto de trabajo de la tierra como de la transformación se ha avanzado en gran medida ya que la región se mueve en torno a la producción agrícola y la transformación de la misma. Hoy estamos en los mercados tanto internos y externos con productos naturales que no atentan con la salud de consumidor. Las inversiones en este sector han sido altas pero ¿cuál es el detalle? La dependencia de los comuneros a las regalías que puedan darse, pero no hay reciprocidad. Entonces invertimos en más proyectos donde no se va a obtener ningún beneficio, porque no sólo es lo económico, es la seguridad alimentaria que siempre queremos que se dé, pues las ayudas no son eternas y la comunidad debe seguir.

Los derechos como indígenas aunque despacio se van avanzando porque todavía nos dan garrote con las leyes estatales y nos incumplen.

En la actualidad estamos organizados administrativa, productiva, organizativa  y legalmente pero hay que proyectar qué sigue del 12 de septiembre en adelante. Esto es trabajo de todos, tanto ACIN, como CRIC, AIC, Cabildos de Toribío Tacueyó y San Francisco, pues deben medir nuevos retos.

Los invito entonces como servidor de este proceso a celebrar el próximo 12 de septiembre  los 30 años del Proyecto Nasa a realizarse en el  municipio de Toribío, donde también se conmemora un año más del asesinato del padre Álvaro Ulcué Chocué, impulsador y creador de este proyecto comunitario.

Esperamos que se esta evento se organice con todas las autoridades porque el Proyecto Nasa es de todos los que sentimos este proceso y queremos lo mejor.

Como siempre “un sueño para continuar con las raíces en la tierra”