La integración entre naciones es un proceso en doble vía, la primera constituye una herramienta empleada históricamente por los países dominantes para mantener su hegemonía; la segunda se ha convertido en una estrategia que muchas naciones tienen para fortalecerse y contrarrestar los efectos de la globalización capitalista. Al preguntarnos cómo las políticas neoliberales, fundamentadas en el Consenso de Washington han dificultado la integración entre los países latinoamericanos,

 

nos cuestionamos el por qué ha predominado en el continente americano la primera vía, mientras que la segunda, con la cual podríamos pensar en una integración local más solidaria, permanece entorpecida.

Si tenemos en cuenta lo anterior, empezamos a comprender por qué las políticas de integración internacional han sido formuladas por los países ‘prósperos’, aquellos que durante los últimos cincuenta años han construido unilateralmente la agenda mundial determinando (en gran parte) el rumbo de los países llamados ‘tercermundistas’. Todo esto tiene como punto de partida la segunda posguerra, cuando nace el actual concepto de desarrollo, que será el nuevo dogma, la meta y el camino que todo Estado debe implementar si desea insertarse en el mundo industrializado y poner fin a sus necesidades.

Paralelamente, Arturo Escobar dice con ironía, se ‘descubre’ que en muchos rincones del planeta la pobreza está en crecimiento, lo que se utiliza como excusa para que el concepto de desarrollo se consolide y justifique toda intervención de las potencias económicas en los países nombrados por ellos mismos como ‘subdesarrollados’, con el objetivo explicito de combatir la miseria y establecer un equilibrio económico mundial.

A pesar que el meta-relato del desarrollo, sustentado en varios macroproyectos económicos no consiguió disminuir con la pobreza y mucho menos acabarla, en el continente americano, propiamente en la parte sur, a fines de los años 80 aún se insistía con ortodoxia que ese discurso conllevaría cambios profundos. Así, el Consenso de Washington, proyecto pensado desde las lógicas del ‘norte’ ya capitalista, surge como la única forma de optimizar la producción al interior de las naciones, de alcanzar la modernidad y por consiguiente la superación definitiva de la condición de pobreza, que impide integrarse con la aldea global.

Bajo esta promesa mesiánica, los países latinoamericanos acogieron el modelo y doblegaron su voluntad política, permitiendo que la esfera de la economía predominara sobre la política, lo que repercute claramente en la concepción misma del Estado la cual se postula en los mismos términos del mercado y las iniciativas de integración sólo se vislumbran en la búsqueda de intercambios económicos, obviando demandas sociales como la búsqueda de una mejor calidad de vida, reformas agrarias o distribución de las riquezas, restando importancia a los aspectos de solidaridad, corresponsabilidad, equidad.

No obstante, existe hoy en Sudamérica dos tendencias diferenciadas frente a este modelo, encontramos los países que aún conservan los lineamientos del Consenso como doctrina de Estado y los países que han decido desligarse de tal proyecto e iniciar una nueva ruta. Colombia representa de forma clara la primera tendencia, mientras que Bolivia y el bloque de países que se agrupan con esta nación representan la segunda.

En este trabajo nos proponemos visualizar la aplicación del Consenso de Washington, realizando un balance de sus objetivos y resultados en el continente, para lograr encontrar las razones por las cuales la integración sudamericana se ha visto obstaculizada por este proyecto y de qué forma muchas organizaciones sociales están resistiendo y lanzando alternativas muy acordes con las necesidades, ethos y deseos de nosotros los del <sur>. Factores que pueden posibilitar que la discusión en torno a una integración sudamericana sea relevante y por qué no, sea un hecho…  VER DOCUMENTO COMPLETO!

1. ¿Qué es el Consenso de Washington?
El Consenso de Washington es un listado de políticas económicas consideradas hacia finales de los años 80 por los Organismos Financieros Internacionales y centros económicos con sede en Washington, como el mejor  programa económico que los países debían aplicar para impulsar su crecimiento. Su formulación se le atribuye a John Williamson, quien fue el ponente de esta iniciativa en el marco de la conferencia organizada por el Institute for Internacional Economics en 1989. Su propuesta contenía diez reformas básicas que configuraban un paquete de políticas que con los años se convirtieron en todo un programa…

2. ¿Cuáles reformas propone el Consenso de Washington?

Básicamente, el Consenso de Washington consiste en los siguientes lineamientos:
1.    Disciplina fiscal
2.    Reordenamiento de las prioridades del gasto público
3.    Reforma impositiva
4.    Liberalización de las tasas de interés
5.    Tasa de cambio competitiva
6.    Liberalización del comercio internacional
7.    Liberalización de la entrada de inversión extrajera directa
8.    Privatización
9.    Desregulación
10.    Derechos de propiedad…  VER DOCUMENTO COMPLETO!

3. ¿Cuáles reformas acogió la Región Andina?
En palabras de Edgar Moncayo, el vademécum de políticas del Washington Consensus fue adoptado por los países andinos entre 1985 y 1992, así: Bolivia, 1985; Venezuela, 1989; Perú, 1990; Colombia, 1991 y, Ecuador, 1992. Sin embargo, las reformas no fueron aplicadas por los países de la misma manera…

4. ¿Qué pretende el Consenso de Washington en los países latinos?
Carlos Murgueitio nos dice que el Consenso de Washington se insertó en la realidad latinoamericana cuando se asistía a la más aguda crisis de la deuda externa. Su principal objetivo era aumentar la productividad de la oferta nacional para lograr una mejor inserción internacional de los países en vía de desarrollo; para ello, los Estados debían implantar el modelo neoliberal el cual les prometía una reestructuración estatal que garantizaba la inclusión a los mercados mundiales y acceso a los beneficios del desarrollo…  VER DOCUMENTO COMPLETO!

5. ¿Qué discurso sustenta al Consenso de Washington?
Como ya se ha venido enunciando, aunque sea de forma implícita, el Consenso de Washington tiene fundamentos teóricos concretos. Sus principios retoman parte de la economía clásica, que al ser combinada con el pensamiento liberal dieron lugar a lo que hoy conocemos como neoliberalismo.  Asimismo, el paradigma neoliberal creó el famoso sistema capitalista, dispositivo económico por medio del cual se controla y administra la producción (material, simbólica y financiera) a nivel mundial…

6. ¿Cuáles han sido los resultados del Consenso de Washington?
Funestos, seria la palabra que mejor describe los resultados del mal llamado “Consenso” de Washington en Latinoamérica; sin embargo, para sus promotores, los resultados están en sintonía de sus propios intereses, por lo tanto, son más que satisfactorios. De todos los objetivos que el tratado se había propuesto, ninguno de ellos se ha cumplido, una de sus principales reformas tendía a superar el déficit fiscal de los Estados a fin de responder a la crisis de la deuda externa, hasta el día de hoy ninguno de los países latinos ha logrado este propósito…  VER DOCUMENTO COMPLETO!

7. ¿Qué discursos alternativos surgen frente al Consenso de Washington?
En este trabajo sentamos una posición política y propendemos por la teoría crítica del desarrollo como propuesta pensada desde los contextos latinoamericanos y bajo las necesidades de nuestras naciones. En la genealogía de la teoría crítica del desarrollo se encuentra la teología de la liberación desde los sesenta y setenta; los debates en la filosofía y ciencia social latinoamericana sobre nociones como filosofía de la liberación y una ciencia social autónoma; la teoría de la dependencia; los debates en Latinoamérica sobre la modernidad y postmodernidad de los ochenta, seguidos por las discusiones sobre hibrides en antropología, comunicación y los estudios culturales en los noventa; y en los Estados Unidos, el grupo latinoamericano de estudios subalternos. También ha tomado como fuente desde las teorías críticas europeas de la modernidad, hasta el grupo surasiático de estudios subalternos y la filosofía africana…

8. ¿Cuáles son las propuestas de la Teoría Crítica del Desarrollo?
Como una reacción al estado (y orden) de las cosas que propone el neoliberalismo, los posestructuralistas defienden como mecanismo de cambio la transformación de la economía política de la verdad, la transformación de quién conoce, de quiénes son los conocimientos que se consideran importantes, cómo circula el conocimiento, cómo circula el discurso, cómo el discurso crea poder. La teoría crítica del desarrollo, apoyada en el posestructuralismo, dice que el problema no es sólo el capitalismo, sino que la modernidad misma también es parte del problema, la racionalidad científica, tecnológica, de mercados, económica son parte del problema. Lo que tenemos que hacer es propender por modernidades alternativas y alternativas a la modernidad…

9. ¿Por qué el Consenso de Washington es un obstáculo para la integración latinoamericana?
El consenso de Washington constituye un obstáculo para la integración sudamericana por varias razones, una de ellas es la imposición de un imaginario social atomizado que reniega de valores como la solidaridad, la fraternidad y la convivencia como pilares de una política internacional, priorizando la competencia, el desarrollo y el mercado en un mundo donde la consigna parece ser “sálvese quien pueda”. Además, este tratado ha sido ‘vendido’ por el mundo como el hallazgo de la formula de éxito económico, la única forma de llegar a la prosperidad, Edgardo Lander describe esta fórmula así: PRIVATIZACIÓN + DESREGULACION = TURBO CAPITALISMO = PROSPERIDAD…

A pesar de todo, como dice el cantautor Manu Chao en una entrevista que realizada por el periódico Desde Abajo, Sudamérica es un ‘laboratorio de esperanza’, en contraste con la desolada y monótona Europa o la corrupta África. Y esto lo podemos notar todos los días, cuando aparecen movimientos sociales construyendo procesos alejados de las lógicas del costo-beneficio; imaginándose un mundo más solidario y menos extorsionista. Sujetos con nuevas sensibilidades sociales que ya se dieron cuenta que los Estados y sus gobiernos no están por encima, sino en relaciones de horizontalidad y así debemos relacionarnos con ellos. Nuevos discursos, híbridos la mayoría de ellos, tan mestizos como nuestra propia raza; con conceptos tomados de los intersticios de nuestras culturas y que comienzan a tomar fuerza en los vocablos comunes de la política…

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Contacto: guga_ij@hotmail.com

 

[ Fuente: Colectivo Minga de Pensamiento ] [ Autor: Felipe Vidal Velasco]