A las 10 de la noche del 17 de septiembre de 2003 terminó el plazo de dos horas que la transnacional NESTLÉ dio a sus 188 trabajadores para que renunciaran a sus contratos de trabajo. Si lo hacían les darían la indemnización que había existido  en la convención colectiva, si no, los despedirían aplicándoles la escala que el tribunal de arbitramento había fallado del 7 de mayo de 2003 y que había reducido en un 60% los derechos de los trabajadores. Diez se negaron a “aceptar la propuesta de retiro voluntario”. A los pocos días varios fueron despedidos, hoy solo queda un trabajador.

 

 

Antes de ejecutar los despidos fueron preparados 200 trabajadores por el SENA en las instalaciones de la Universidad Antonio Nariño frente al Batallón la Popa. La selección de personal fue hecha en el hotel TATIVAN y a partir del mes de agosto fueron ingresando por grupos a la empresa  180 ochenta nuevos trabajadores por intermedio de la bolsa de empleo ADECCO de Colombia. 

Para esta misión Nestlé desplazó desde Bogotá un equipo de asesores externos apoyados por funcionarios del Ministerio de Protección Social. Después de encerrar a los trabajadores en lujosos hoteles de Valledupar procedieron a cercenarle a uno por uno su contrato de trabajo. Nestlé había utilizado su poder para que el gobierno de Uribe Vélez colocara como viceministra a Luz Stella Arango y a Ludmyla Flórez como Directora de la Unidad de Asuntos Individuales y Colectivos; ambas funcionarias de la compañía.

Pocas horas antes los mandos medios de la empresa habían allanado las casas de los compañeros que estaban en descanso, incapacitados, en vacaciones y enfermos para obligarlos a subir en los buses que los trasladarían al sitio donde debían renunciar.

Nestlé concreto su deseo de aniquilar el sindicato y lograr el retiro de todos los trabajadores en un proceso que inicio el 27 de febrero de 2002 con la denuncia total de la convención colectiva de trabajo por parte de Cicolac y el 7 de mayo de 2003 cuando los árbitros de empresa y gobierno mediante un Laudo Arbitral ilegal arrasaron con el 60% de la convención colectiva de trabajo. Todo este proceso estuvo acompañado de amenazas de los paramilitares como las que se vivieron por la votación de la huelga por parte de los trabajadores.

Otro hecho determinante en este proceso fue el despido de nueve miembros de la dirección del sindicato el 21 de Octubre de 2002, argumentando un paro que nunca existió y que fue declarado ilegal por parte del mismo Ministerio que a los siete meses participaría en la encerrona.

Uno de los dirigentes de Sinaltrainal despedidos fue Luciano Enrique Romero Molina, quien sería asesinado 37 meses después por el Bloque Norte de los paramilitares. Algunos de sus comandantes eran importantes proveedores y transportes de leche de Nestlé como Rodrigo Tovar Pupo “Jorge 40”, Hugues Manuel Rodríguez Fuentes “La Barbie”, Hernando Molina Araujo, entre otros.  A la fecha solo han sido condenados algunos autores materiales (4 personas). Entre los detenidos se encuentran varios miembros del DAS (estado colombiano). No todos los autores intelectuales y determinadores y ningún beneficiario, del crimen contra LUCIANO ROMERO MOLINA se encuentran vinculados al proceso penal. A pesar de que el Juez 2 Penal del Circuito especializado de descongestión OIT ordenó la investigación de los directivos de la Nestlé – CICOLAC, no existen mayores avances en el este sentido a pesar que el paramilitar SALVATORE MANCUSO afirmó en sus versiones libres que la misma financió dichas estructuras criminales. Desde el 22 de julio de 1986 hasta la fecha han sido asesinados 12 miembros de Sinaltrainal que laboraban para Nestlé; los beneficiarios siguen haciendo daño pues las autoridades respectivas aun mantienen estos crímenes en la impunidad.

El 5 de Noviembre de 2002, Álvaro Uribe Vélez envió una carta  al Doctor Cesar De Los Ríos Presidente de Nestlé de Colombia S.A., donde la agradece su participación en la campaña ¡Siente tu bandera, cree en tu país! y le manifiesta entre otras cosas: “Es una muestra más de la decidida y entusiasta gestión que ha caracterizado a Nestlé de Colombia, contribuyendo significativamente, a llevar a cabo los compromisos previstos por el Gobierno, para hacer una patria mejor”. “Acepte apreciado Doctor De Los Ríos, mi gratitud personal y la del Gobierno que presido, por todas estas gestiones encaminadas a engrandecer esta Nación”.

No podía ser otro el resultado del conflicto.

1.    Nestlé se beneficio de las acciones de los paramilitares. 

2.    Tuvo Viceministra y Jefe de Asuntos Individuales y Colectivos al momento de resolver el conflicto, primero a través de la ilegalidad de un paro inexistente y posteriormente mediante la emisión ilegal del laudo arbitral.

3.    Recibió el espaldarazo del Presidente Uribe Vélez a través de su amable carta que cínicamente fue publicada por Nestlé en su revista el Desafío. Sinaltrainal fue aniquilado y el 99% de los trabajadores despedidos.

Desde el 1 de julio del 2004 Nestlé en sociedad con Fonterra, ahora a través de DPA,  continua fabricando los mismos productos que durante muchos años elaboraron los trabajadores con Cicolac.  Hoy esos nuevos trabajadores apenas han logrado algunas reivindicaciones aún muy lejanas de las que gozaban los obreros antiguos. Un número importante se encuentra afiliado a Sinaltrainal.

Y para que  conozcan algo más del comportamiento de Nestlé…Cicolac sigue existiendo con más utilidades que antes…DPA es tan solo una maquila de la transnacional…no es la única vez que Nestlé realiza este tipo de acciones fraudulentas, también lo hizo con los trabajadores de Purina, hoy Nestlé Purina Pet Care.

Ante estas políticas de la transnacional solo nos queda fortalecer la unidad, organizarnos y continuar luchando para que se nos respete la vida y la soberanía alimentaria, los derechos adquiridos y para que se conozca la verdad y haya justicia y reparación integral por los crímenes de que hemos sido víctimas y por los que hoy los responsables intelectuales continúan libres y haciendo daño.

Dirección Nacional de Sinaltrainal