1. Queremos dejar en claro nuestra posición ante la huelga de hambre que llevan aún 14 hermanos mapuche:

2. La demanda de los presos políticos mapuche que continúan en huelga de hambre es absolutamente justa y comprensible. Apoyamos sus demandas, parte de una lucha de siglos, que hemos apoyado desde nuestros espacios por largo tiempo y que seguirá aun después de la huelga, hasta conseguir, con toda la fuerza de los pueblos unidos, cada uno de los derechos que dignamente exige el pueblo nación mapuche.

3. Debemos luchar para que sean derogadas estas leyes dictatoriales y concertacionistas.

4. Hay que exigir a Piñera que se comprometa por escrito a no invocar estas aberrantes leyes en el futuro.

5. Creemos que los compañeros mapuche y otros compañeros que continúan en huelga han hecho un acto del mayor heroísmo, se ha obtenido un gran triunfo, aunque parcial y no plenamente satisfactorio, pero se ha avanzado mucho.

6. Nuestros hermanos mapuche no deben llegar al extremo de sacrificar su salud y sus valiosas vidas, ya que hay otras formas de lucha que se deben plantear para lograr los objetivos señalados.

7. Lo mismo solicitamos a todos los hermanos y hermanas, mapuche, mestiz*s y de todas las identidades, que han hecho suyas las demandas de los presos mapuche y se han agregado a la huelga de hambre: no les pediríamos deponer la huelga sino reintegrarse a la lucha bajo otras formas donde ellos son imprescindibles. Les ofrecemos asumir colectivamente sus propias demandas de tierra, territorio, cultura y libertad y emprender una Nueva Relación de luchas comunes.

8. Para tod*s ell*s, nuestras expresiones de gratitud, porque lo que han emprendido por el pueblo mapuche, nos involucra a tod*s y su éxito nos beneficiará a tod*s. Si el pueblo mapuche triunfa en sus demandas, triunfamos todos los pueblos y trabajadores de este territorio Wallmapuche, de nuestra América Abya Yala y del mundo, Wallmapu.

9. Nos comprometemos como organización y pedimos comprometer al MPT y otras orgánicas sociales y políticas para que siga en la lucha por estos objetivos centrales: que se eliminen las leyes antiterroristas y la acción de los fiscales militares contra civiles. Que el Estado y la sociedad chilena respete el derecho del pueblo mapuche a su autodeterminación, a vivir como mapuche, a ejercer los derechos territoriales y culturales, a disponer libremente y con plena capacidad de decisión, de su territorio, aguas, subsuelo y ambiente. A que se cumplan las leyes y tratados internacionales sin engaños ni letras chicas, especialmente el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU de Derechos de los Pueblos Indígenas.

10. Lucharemos por hacer conciencia y ejercer el derecho a la convivencia entre culturas y pueblos, de acuerdo a una nueva carta fundamental que reconozca la preexistencia de los pueblos indígenas: queremos una nueva constitución, surgida de la más amplia participación de los pueblos y ciudadanía, y a no seguir usando la vieja vestidura llena de parches que es la Constitución que impuso Pinochet en 1980 a sangre y fuego, y que se ratificó entre 1988 y 1990 con el beneplácito de los partidos políticos que se doblegaron ante los enemigos de los pueblos.

11. No sería efectivo el sacrificio de herman*s y compañer*s, si a través de la huelga de hambre no se hace conciencia a todos los pueblos en favor de las demandas. Solo esta lucha, masiva y organizada, hará posible tener más fuerza que la que demuestran los enemigos ancestrales del pueblo mapuche: el gobierno de turno y los poderes fácticos del empresariado transnacional.

12. Los sacrificios no tendrán el efecto esperado, si la sociedad chilena y el pueblo nación mapuche en su conjunto, junto a los otros pueblos originarios, no asumen decidida y colectivamente el proceso de lucha por la tierra, el territorio, la cultura y la libertad.
AMUL WEICHAN, WEUWAIÑ, MARICHI WEW

A SEGUIR LUCHANDO, VENCEREMOS DIEZ VECES