Ni la voluntad del Gobierno nacional de sacar adelante los procesos de restitución de tierras, ni los enérgicos pronunciamientos por parte del Ministerio de Agricultura; ni siquiera las denuncias formuladas por la Vicepresidencia de la República contra testaferros y terratenientes han frenado los ataques de los violentos contra los campesinos reclamantes de tierras en el Urabá antioqueño.