Ante una solicitud de TUTELA interpuesta por la indígena Nasa FABIOLA PIÑACUE, responsable de la iniciativa empresarial COCA NASA, para que se rectificara la campaña oficial de la Dirección Nacional de Estupefacientes en contra de la planta de Coca, el Tribunal Superior de Bogotá se negó a ordenar que se respeten los derechos de los Pueblos Indígenas y en especial los que tenemos en la Coca un valor cultural sagrado.

 

El Tribunal aceptó el argumento de la Dirección Nacional de Estupefacientes, según el cual la campaña ha terminado, hecho que no es cierto, como nos consta a la gran mayoría de colombianos que debemos soportar el uso indebido de una infantil voz que asegura que la sagrada planta de la Coca, es responsable de graves males como las lluvias de plomo, ríos de sangre o desplazamientos de miles de humildes habitantes del campo colombiano, incluidos integrantes de los pueblos indígenas.

NO son las plantas las responsables de los males que provocan los hombres dando un uso inadecuado a la riqueza que los mayores han entregado para su cuidado. El campo colombiano es víctima de políticas de arrasamiento y desplazamiento que genera concentración de la propiedad agraria por favorecer cultivos industriales que acaban con la diversidad biológica y cultural. Autoridades corruptas han participado activamente en estas acciones ligadas con grupos al margen de la ley, así se han financiado cultivos en lugares donde anteriormente se cometieron masacres y desplazamientos en territorios colectivos de comunidades afro e indígenas, se han devuelto bienes a narcotraficantes después de haber sido incautados, se ha legalizado el despojo de millones de hectáreas por la presión de políticos corruptos que actúan como testaferros y beneficiarios de grupos mafiosos.

Se viola la ley y los derechos de las personas y los pueblos en nombre de una supuesta guerra que desde que se declaró está perdida. Las campañas de la DNE que atentan contra el patrimonio cultural y biológico de la Nación deben ser retiradas, no solamente los comerciales publicitarios, sino cualquiera otra forma de agresión en contra de la riqueza biológica y el patrimonio cultural de la Nación.

Este tipo de campañas propagandísticas además de ser violatorias de la Constitución y la ley, tienen su fundamento en odiosos preceptos de la propaganda usados en los tiempos del Nacional Socialismo en Alemania y buscan reducir una problemática compleja a consignas simplistas que atacan a los sectores más vulnerables de la población.

Quienes hacemos uso ancestral de la Coca no podemos seguir siendo señalados como delincuentes, la legislación colombiana ha reconocido el carácter pluriétnico y multicultural de la Nación; exigimos respeto por estas normas y esperamos que la justicia detenga este atropello en contra de los símbolos culturales de los pueblos y contra el sentimiento de la población colombiana que tiene derecho a ser bien informada.

Coca Nasa