Frente a los hechos ocurridos el pasado sábado 22 de enero en las comunidades de Caloto – Cauca, donde a causa de las confrontaciones armadas entre el ejército y la guerrilla, fue asesinado el Joven Anderson Dagua mientras ayudaba a que la comunidad se resguardara en el sitio de asamblea permanente, según testimonios de algunos comuneros.

Anderson fue habitante de la vereda Los Chorros y prestó servicio como alguacil del cabildo indígena de Caloto en el año pasado.  Posteriormente a su asesinato apareció vestido con prendas militares sobre su ropa de civil.  Los altos mandos de la fuerza pública y el Ministro de Justicia afirman que el asesinato de Anderson Dagua no se trata de un falso positivo. Sin embargo los comuneros de la vereda Los Chorros y familiares de Anderson exigen una pronta y clara investigación frente lo sucedido y dan a conocer la versión de los hechos.

El presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Los Chorros, cuenta que desde el día sábado 22 de enero los habitantes de esta vereda se encontraban en asamblea permanente a causa de los enfrentamientos armados ocurridos ese día.  Eran alrededor de las 5 de la mañana cuando 6 helicópteros de la fuerza pública empezaron a disparar indiscriminadamente hacia el territorio afectando varias viviendas de los comuneros.  Terminado el ataque aéreo, procedieron al desembarco de las tropas en distintos sitios de la vereda Los Chorros.  Cuenta que varias viviendas de los comuneros fueron tomadas como trincheras y que después de tres horas de combates, a eso de las 10 de la mañana, la comunidad decidió salir de sus viviendas en compañía de la guardia indígena hacia el sitio de concentración de asamblea permanente.

Continuando con su relato, cuenta que el día domingo 23 de Enero, cuando realizaban un recorrido con la comunidad por la zona afectada, encontraron muerto al joven Anderson Dagua de 25 años, en la vivienda de un comunero vecino.  Lo más raro de todo, dice el comunero, “es que lo encontramos con un pantalón camuflado, encima de la ropa que llevaba el día de los hechos”.  “Sabemos que la fuerza pública aun se encuentra en la zona.  Cuando nosotros pasamos, ellos se ocultan y nos siguen”. 
De igual manera, el coordinador de la guardia indígena de ese resguardo dice que el ejército está manipulando a los jóvenes para que se unan a sus filas con el argumento de una ‘mejor vida’.  Asegura que, no sólo se sienten amenazados por la fuerza pública, también por los distintos actores armados que han tomado como trinchera a su territorio y a sus hogares.  Dice que el ejército los trata como guerrilleros porque la guerrilla entra a sus territorios.  Ante la exigencia de la comunidad de no ser involucrada en el conflicto, los grupos armados  manifiestan que “Esta guerra es de todos”.

La comunidad de la vereda Los Chorros y otras veredas vecinas se sienten amenazados e intranquilos porque en cualquier momento puede suceder el próximo ataque y sin pensarlo mucho tienen que dejar abandonadas sus viviendas, animales y cultivos. Hace aproximadamente un año ocurrió un hecho similar donde también resultó asesinado un civil y hasta el momento nadie se ha hecho responsable por lo que sucedió. “Estos abusos ya se están volviendo costumbre”, manifestó el coordinador de la guardia.

El asesinato de Anderson Dagua se suma a la interminable lista de casos de violación a los derechos humanos en los territorios indígenas, campesinos y afro-descendientes de nuestro país.  Entre tanto, los representantes del gobierno de la unidad nacional insisten ante la comunidad internacional proclamando resultados positivos sobre el ‘respeto’ a los derechos humanos en Colombia, con el único propósito de entregar las riquezas del país a través de los tratados comerciales como el TLC.
Ananias Dagua, padre de Anderson da su relato sobre el asesinato de su hijo. Presentamos su testimonio.

Autor:
Juan David Curtidor, Nudo del Tejido de Comunicación – ACIN