El magisterio colombiano recibió con entusiasmo la noticia de que el Polo Democrático Alternativo, en la reunión de la Dirección Nacional celebrada los días 4 y 5 de febrero del presente año, ratificó la oposición al gobierno de Juan Manuel Santos. Con esta determinación se tiene la certeza de que el Polo no cesará en la lucha por una educación de calidad y al servicio de la nación. El Polo acierta al caracterizar al actual gobierno como la continuación del proyecto uribista.

El programa educativo de Santos, “Educación de calidad, el camino de la prosperidad”, presentado por la Ministra de Educación María Fernanda Campo, es la profundización de la llamada “revolución educativa” implementada por Uribe durante los dos períodos que duró su gobierno y que busca, entre sus principales objetivos, privatizar cada vez más la prestación del servicio público educativo a través de distintos mecanismos, como los colegios en concesión, descargándose paulatinamente de esta obligación constitucional.

En reiteradas oportunidades esta administración ha negado la posibilidad de discutir con Fecode un proyecto de ley que unifique los regímenes laborales existentes en un solo estatuto, pues, para el santo-uribismo, el 1278, al haber eliminado para los nuevos docentes la estabilidad que el magisterio conquistó con las luchas de la década del 70, se acomoda perfectamente a la política de flexibilización laboral y de recorte de prestaciones sociales, propias del modelo neoliberal en educación que facilita el enganche de docentes a los prestadores particulares.

En este contexto, Fecode se prepara para presentar ante el gobierno nacional el pliego de peticiones donde se condensan reivindicaciones como la batalla contra el perverso proceso de privatización de la educación pública; la defensa del régimen prestacional especial en materia de salud y de pensiones; la lucha por un verdadero salario profesional; la consecución de un régimen de traslados que respete prioridades como ubicación segura de docentes amenazados, unidad familiar y tratamiento de problemas de salud; el derecho a formación y capacitación financiada por el Estado. Además le exige al gobierno negociar un proyecto de ley de estatuto docente único que garantice estabilidad laboral y ascensos en el escalafón.

Entendiendo a cabalidad que Santos, como ministro de los gobiernos de Pastrana y Uribe, compartió la desastrosa política educativa vigente, la dirección de Fecode ha señalado acertadamente que sólo se podrá avanzar en la conquista de este pliego y de sus principales reivindicaciones si el magisterio colombiano se prepara para librar una lucha de gran envergadura, que incluye la realización de uno o varios paros nacionales, con el acompañamiento de la comunidad educativa, la cual no es ajena a los puntos programáticos principales de los educadores y padece las secuelas del neoliberalismo en la educación.

El Ideario de Unidad del Polo está en concordancia con el pliego de peticiones presentado por Fecode al plantear que la educación pública será gratuita, universal, de calidad y obligatoria… y establecer como una de sus banderas de lucha… propender por el restablecimiento de los derechos laborales, salariales y profesionales conculcados a los docentes. Por eso la declaración política de la Dirección Nacional del Polo aprobada en la plenaria es clara al plantear que “El PDA expresa su compromiso y voluntad de fortalecimiento de los movimientos y las movilizaciones populares y de trabajadores” y, en consecuencia, tomó la decisión de respaldar las jornadas de movilización del magisterio colombiano, aunando todos los esfuerzos con miras a derrotar la inicua política educativa de Santos, una continuación más profunda de la fijada por Uribe.

María Antonieta Cano, Bogotá, febrero 11 de 2011

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