Pérez Esquivel dijo a La Jornada que espera que Uribe “en lugar de perder el tiempo con una demanda de este tipo se prepare con sus abogados para enfrentar la justicia, porque va a tener que rendir cuenta de todos los crímenes cometidos durante su presidencia” (2002-2010).

 

Buenos Aires, 24 de febrero. El premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel fue respaldado por centenares de organizaciones de derechos humanos, movimientos sociales y políticos locales y de todo el mundo en rechazo a recientes declaraciones en su contra del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, quien decidió en las últimas horas demandarlo ante la justicia de Colombia por “injurias y calumnias”.

Pérez Esquivel dijo a La Jornada que espera que Uribe “en lugar de perder el tiempo con una demanda de este tipo se prepare con sus abogados para enfrentar la justicia, porque va a tener que rendir cuenta de todos los crímenes cometidos durante su presidencia” (2002-2010).

También destacó que es extraño que el ex presidente recurra ahora a la justicia colombiana después de mandar a los paramilitares detenidos a Estados Unidos. “¿Consideraba incapaz a la justicia de su país para recurrir a la estadunidense, donde además no se les juzgaría por los crímenes de lesa humanidad cometidos como paramilitares, sino por temas de narcotráfico?”, se preguntó.

Por otra parte, sostuvo que parece increíble que Uribe ignorara los que hacían sus hermanos con los paramilitares y el entrenamiento de éstos en las fincas familiares, un tema que Pérez Esquivel investigó junto a otras personalidades, recibiendo incluso testimonios directos en Buenos Aires.

Asimismo señaló la coincidencia de que esta reacción se produjera en momentos en que se realizó en Buenos Aires una reunión tan importante como el seminario “Haciendo la paz en Colombia” convocado por la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) y Colombianos y Colombiana por la Paz.

“Advierto que la reunión aquí y el respeto con que fue recibida la senadora Piedad Córdoba, que tantos logros ha tenido en su lucha por la paz en Colombia, lo tocó muy duro. Fue una reunión de una importancia fundamental y es el comienzo de un esfuerzo continuado y sin descanso por lograr una paz con justicia y definitiva”, dijo.

El seminario concluyó ayer aquí después de tres días deliberaciones y entre otras conclusiones se menciona que “la paz es posible” saludando la manifestación del presidente Juan Manuel Santos en su discurso de posesión, “la cual interpretamos como un reconocimietno de la existencia del conflicto” para buscar una solución política negociada.

También se reconocieron las exposiciones enviadas al encuentro por las comandancias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en las que reiteran iguales posiciones marcando una voluntad de pacificación.

“La historia de Colombia demuestra después de décadas de violencia, que no hay solución militar, la única salida verdadera a la confrontación son los acuerdos negociados tal como lo demostraron los procesos de Guatemala y el Salvador en América Latina”, señala el documento destacando la liberación de la última semana de seis personas “y no cinco como se había anunciado” como un gesto positivo de las FARC, para allanar caminos hacia una negociación política.

Se llamó al presidente Santos a tomar nota de este hecho y fortalecer esfuerzos para crear un clima de paz, destacando que se hace indispensable mientras llega la solución política tomar un compromiso de respeto a los derechos humanos de la población civil y a las normas del derecho internacional humanitario.

También se concluyó en la necesidad de sensibilizar y persuadir a todos los sectores de la sociedad colombiana recordando que la constitución política del país su artículo 22, sostiene que la paz es un derecho de obligatorio cumplimiento. En este sentido se mencionó que las personas y organizaciones de la sociedad civil que actúan como facilitadoras y mediadoras para los procesos humanitarios y de búsqueda de la paz, deben contar con la protección y las garantías plenas para este fin.

Considerando las repercusiones que el conflicto armado en Colombia tiene para la región, señalan que la paz sólo es necesaria para este país sino para toda América Latina sugiriendo tener en cuenta los “valiosos y probados recursos de una organización como la Unión de Naciones Sudamericanas para la creación de un ambiente que facilite la solución política del conflicto.

Finalmente se destacó el trabajo de la defensora de derechos humanos Piedad Cordoba y de Colombianos y Colombianas por la Paz, que cuentan cada vez con mayor apoyo en América Látina y el Caribe, Europa, Estados Unidos y Africa.

 

http://www.jornada.unam.mx/2011/02/25/index.php?section=mundo&article=030n1mun