¨La gente necesita que los estén acompañando, que los estén orientando y si no la gente se desvía, porque viene un oportunista, un politiquero, un boquisabroso y se los lleva por delante¨: Blanca Lucila Andrade, indígena del pueblo Nasa.

 

Blanca Lucila Andrade mayora del pueblo Nasa, compañera de Maximiliano Isco quien fue vicepresidente del Consejo Regional Indígena del Cauca – CRIC, en 1976, desde su condición de esposa, madre y mujer indígena ha aportado significativamente al proceso de lucha y resistencia de los pueblos indígenas del Cauca, en diálogo con el Tejido de Comunicación nos compartió sus vivencias, reflexiones y recomendaciones para continuar fortaleciendo la lucha y defendiendo los procesos comunitarios.

 

T. C.: Cuéntenos compañera Blanca sobre el proceso de lucha de hace cuarenta años.

Blanca Lucila: La lucha de hace 40 años era muy diferente a la de hoy en día, empezando que no había plata, la plata tenía que aportarla uno mismo, cuando había una manifestación o había que ir a dar solidaridad a la gente para la liberación de la madre tierra, nosotros nos íbamos con aportes propios, con alimentación propia, íbamos y hacíamos solidaridad y caminábamos, caminábamos muchas horas, días!. Por ejemplo, yo vivía en Mosoco, mi esposo fue de Mosoco y nos tocaba que venir a pie a pasar a Coconuco y luego caminar y pasar a Corinto. Imagínense eso no era fácil, bajar a pie a Caldono que es donde hoy estoy ubicada, en mi pueblo Sat tama Kiwe (Territorio del gran cacique).

 

T.C.: ¿Cómo era el aporte de la mujer en este proceso?

Blanca Lucila: El aporte de la mujer era inconscientemente porque había una necesidad, no como hoy en día que hablan de capacitación y orientación, en ese entonces había una necesidad de acompañamiento a nuestros esposos, por ejemplo, mi esposo fue ejecutivo de la organización y me pedía mucho mi apoyo, él decía que las mujeres son más capaces, me hablaba mucho de la cacica Gaitana y de la cacica Angelina Moyogus, entonces eso me motivo. Yo pensé en el papel importante de las mujeres en el proceso y la necesidad de aportar. Me fui apropiando, ayudándole y acompañándolo en el proceso. Hoy en día es que uno ve que los líderes andan solos, mi esposo esperaba mucho de mi apoyo, yo cargaba mi hija y mis hijos a la espalda, lo acompañaba y nos íbamos. Cuando se presentaba alguna dificultad con los dirigentes, nos reuníamos las mujeres y los defendíamos de los que querían detenerlos o en cualquier otra situación. Las mujeres por la misma necesidad y la presión que teníamos del enemigo, fue que nos fuimos apropiando del proceso.

 

T.C.: ¿Cómo ve actualmente el proceso?

Blanca Lucila: Este proceso se ha construido con muchas dificultades, pero también hemos avanzado, en estos cuarenta años de lucha de los pueblos en el Cauca, hemos visto los resultados. A pesar de que los enemigos dicen que la organización se está acabando, nosotros vemos que nos hemos fortalecido, porque hay más gente consciente. En la época de nosotros no había tanta fortaleza de las autoridades, ahora se ve el fortalecimiento en las autoridades y en los jóvenes. Aunque hay muchas debilidades, también hay fortalezas y muchos se han ido apropiando poco a poco de este proceso.

 

T.C.: ¿Por qué cree que hay contradicciones y críticas al movimiento indígena?

Blanca Lucila: Las problemáticas en el movimiento indígena se dan porque nos ven debilidades, nos ven cerrados, no hay cabida para que hablemos, se han limitado los espacios donde se pueda discutir, donde la gente descontenta pueda manifestar su descontento, antes había más oportunidad para que la gente de la comunidad pudiera hablar. Por ejemplo la programación en el evento de los 40 años del CRIC, era que los mayores tenían la palabra y muchos mayores se quedaron sin hablar, entonces es muy triste que se esté imponiendo entre nosotros, la imposición es la que nos está matando. Las autoridades deben oír, antes se escuchaba, así nos amaneciéramos en las reuniones, toda la noche nos escuchábamos, pero ahora hay limitaciones, hay horarios, queremos oír es al que mejor hable, pero se ignora a otros, hay que escuchar a todos, pues hay personas que aunque no sepan mucho en medio de lo que ignoran dicen verdades. Ahora no somos tan libres en expresar lo que sentimos, por eso alguna gente va organizando casas aparte, pero ese tampoco es el camino, en la organización ha habido compañeros que han querido formar como decimos rancho aparte pero no han podido y esa tampoco es la forma. Lo que hay que hacer es discutir los problemas en diversos espacios, sin limitaciones, porque yo también veo que todavía hay mucho machismo en los compañeros, a nosotras las mujeres todavía nos toca seguir trabajando para ganarnos los espacios, las oportunidades. A pesar de que las mujeres trabajamos tanto, no hay mucho reconocimiento en este trabajo, todavía hay compañeros que no valoran las mujeres, difaman de las mujeres, entonces tenemos que trabajar mucho todavía.

 

T. C.: ¿Qué dificultades ve en el proceso y cómo se deben superar?

Blanca Lucila: Hoy veo muchas dificultades, hay gente que sin haber hecho trabajo quiere aparentar y eso es muy triste porque uno para aparecer tiene que ganarse los meritos en el trabajo práctico, yo hablo mucho del trabajo práctico, hoy día la gente se ha vuelto muy técnica, no habla casi de la producción, hoy no hablamos de la producción ni  de las cooperativas, más antes se hablaba de la producción, las cooperativas y las empresas comunitarias pero teníamos que trabajar para producir y demostrar. Hoy hablan de lo económico, de la producción pero en teoría no hay práctica uno ve que hay mucha pobreza. En lugar de avanzar en la producción estamos disminuyendo porque hoy todos quieren ser técnicos y quieren ser dirigentes. Antes se trabajaba más la tierra, por ejemplo mi esposo era dirigente, era consejero del CRIC, pero también iba a la casa y trabajaba la tierra, echaba pala, sembraba trigo, sembraba papa y eso era lo que lo que consumíamos en la familia. Los líderes también tienen que trabajar de manera práctica la Madre Tierra, no en teoría, no decir solo que liberamos la Madre Tierra,  hay que liberarla para trabajarla. Es necesario que otra vez nos apropiemos del trabajo de la tierra, que nuestros  dirigentes vuelvan a trabajar la Madre Tierra como decía el mayor Anatolio. ¨Yo vivo de la producción de la tierra, yo tengo que trabajar para la alimentación de mi familia¨. Todos nosotros los viejos trabajamos todavía la tierra para la alimentación, yo tengo mi huerta, yo trabajo, siembro maíz, siembro trigo y todos tenemos que ser así, porque si no quieren todo comprado y comprado, por eso es que quieren ser empleados, para comprar. En la época de nosotros no había plata de transferencias, se usaba mucho las mingas, ahora las mingas se están acabando, se habla mucho de mingas pero en teoría, porque actualmente las mingas de producción se están acabando.

 

T.C.: ¿Qué piensa de los proyectos de explotación que llegan a los territorios?

Blanca Lucila: Los proyectos son como cuando a los animales se les echa maíz, es una estrategia para atraer, para tener a la gente contenta, distraída, para que no se acuerden de defender lo propio. Veo los proyectos como una trampa que nos ponen y hoy en día la dirigencia es muy llamativa a la vida sabrosa no, quieren caminar, solo quieren andar en carros, en motos, entonces algunos son capaces de vender hasta su propia madre por vivir una vida según ellos digna. La vida digan la damos nosotros luchando y trabajando sin necesidad de vender nuestras riquezas, sin necesidad de vender nuestra Madre Tierra, pero hoy en día para buscar la vida digna se está negociando y no se socializa con la gente si están bien o está mal esas decisiones.

 

T.C.: ¿Cómo defender el territorio y las riquezas?

Blanca Lucila: Hay que aplicar mucho la medicina tradicional, la medicina es una herramienta importante para la defensa de hombres, mujeres y la Madre Tierra. La medicina tradicional y nuestros mayores espirituales juegan un papel muy importante para ahuyentar a todos  los enemigos y explotadores de nuestra Madre Tierra.

 

T.C.: ¿Qué mensaje da a las mujeres?

Blanca Lucila: A la fuerza de este proceso que son los jóvenes y las mujeres, decirles que se concienticen más, que se apropien de los espacios que nos brinda la organización y que vamos dejando la timidez, las mujeres tenemos al interior una fuerza muy poderosa pero nosotras no sabemos explotar nuestro conocimiento y la fuerza que tenemos. El mensaje que les dejo a los jóvenes es ser honestos, tener mucha responsabilidad y las mujeres también tener mucha responsabilidad. Que se apropien de lo que hay, de lo que se ha trabajado, de la autoridad, del cabildo, que sean como los vigilantes como los Kiwe Tenza (Guardianes del territorio), en mi  territorio no hay guardia pero si hay Kiwe Tenza que están a la asecha, siempre vivimos en asamblea permanente viendo a ver qué pasa, constantemente estamos evaluándonos en que estamos fallando, en que hay que mejorar, oyendo a la gente, a la comunidad, a la gente que no sale de la casa, es bueno que las autoridades escuchen a la comunidad, las autoridades no pueden seguir sin escuchar a la comunidad. No podemos seguir pegados de los proyectos, de las platas de las transferencias, de los megaproyectos que solo traen división y muerte a nuestra población.

 

T. C.: Desde su experiencia como mujer. ¿Qué recomienda  a la nueva dirigencia?

Blanca Lucila: Esta nueva dirigencia debe concientizarse más, ir despacio, yo veo que se aceleran mucho y uno cuando se acelera se cansa, que tal si nosotros los viejos en esa época nos hubiéramos acelerado, no hubiéramos existido. Muchos compañeros por acelerarse, por no utilizar la malicia indígena también han muerto. No hay que hacer las cosas tan rápido, hay que hacerlas despacio, darle tiempo al tiempo, no estar corriendo. Otra cosa que he visto es que en esta época los líderes se han vuelto muy gobiernistas, muy legalistas y están vendiendo las riquezas. Por ejemplo mientras nosotros como Caldono Sat tama Kiwe (Territorio del gran cacique) decíamos no a la venta de las aguas, otros decían que si y la vendieron. Son esas cosas las que no nos ayudan. Entonces hay que ponernos de acuerdo para esas decisiones se tomen en consenso, que haya debate y que se oiga mucho a la gente de base, que los dirigentes visiten mucho a la gente de base, la comunidad necesitan orientación, no tienen acompañamiento y esa es una debilidad. Antes la consejería del CRIC eran poquitos, no había plata pero había más acompañamiento, falta más acompañamiento y sino la gente se desvía porque viene un oportunista, un politiquero, un boquisabroso y se los lleva por delante.

 

T.C.: ¿Cree qué es importante trabajar con otras organizaciones?

Blanca Alicia: Claro que hay que trabajar en unidad con otros procesos, así empezamos el CRIC con el padre Pedro León Rodríguez, Gustavo Mejía, Luis Ángel Monyogoy y muchos colaboradores más, entonces la base fundamental de la organización es el trabajo en unidad con los indígenas, los campesinos y los mestizos.

Tejido de Comunicación de la ACIN