El día 25 de Marzo, se reunieron alrededor de mil indígenas del Resguardo de Canoas, del Municipio de Santander de Quilichao y representantes del pueblo Sat Tama Kiwe, para acompañar en la Minga de resistencia frente a las multinacionales que explotan el oro en el Resguardo.

 

 

¡Saquemos las grandes mineras de nuestras tierras y de nuestros ríos!

Canoas, no mineria!El domingo 20 de Marzo de 2011, la Asamblea del Cabildo de Canoas, Municipio de Santander de Quilichao, considerando que es función de las autoridades controlar su territorio según los usos y costumbres, publicó una nueva resolución en cuanto a la explotación minería, a los cultivos ilícitos y el tráfico de motos en el Resguardo.

Se decidió armonizar el territorio ancestral del Resguardo de Canoas, realizando, entre otras, “actividades de expulsión de las actividades mineras que se desarrollan en el Resguardo y sus alrededores, retomando las tierras colectivas destinadas para estos fines a través de Mingas de recorrido y de asambleas Veredales para concientizar a las comunidades acerca de la siembra de cultivos para el uso ilícito y la necesidad de erradicarlos”. Así se declararon los días 24 y 25 Mingas de recorrido de control del territorio.

El día 25 de Marzo, se reunieron alrededor de mil indígenas del Resguardo de Canoas, del Municipio de Santander de Quilichao y representantes del pueblo Sat Tama Kiwe, para acompañar en la Minga de resistencia frente a las multinacionales que explotan el oro en el Resguardo. Los guardias indígenas ya habían registrado varios sitios de explotación minera. Las empresas insisten en decir que trabajan en completa legalidad por autorizaciones del estado, frente a esto, las autoridades indígenas exigen el respeto de su autonomía administrativa y territorial, de las decisiones de la comunidad y sobre todo el respeto de la Madre Tierra.

La comunidad denuncia el saqueo de los recursos naturales de su territorio y de Colombia por el capitalismo y sus agentes, las firmas multinacionales, ávidas de ganancias. Estas destruyen las tierras, convirtiendo los bosques y cultivos en campos de batalla, como lo hicieron en los distintos sitios recorridos por la minga en Canoas. Las maquinarias se comen las orillas de los ríos y vomitan el barro en el agua de las comunidades, como se vio en el caso del río Mondomo, que limita los Resguardos de Canoas y de Caldono, entre otros. El daño se vuelve gigantesco cuando se considera la cantidad de mercurio que se hecha durante el proceso de extracción del oro, generando una contaminación irreversible, enfermedades graves y la imposibilidad de seguir cultivando las tierras contaminadas.

Además, aplicando su plan de muerte, las multinacionales generan conflictos y divisiones en las comunidades, haciendo negocios con los grupos armados y el gobierno, trayendo al ejército para asegurar sus actividades. Pero acá no termina. Las empresas de extracción, después de sacar sus kilos de oro, ‘permiten’ que la gente de las comunidades cercanas venga a recoger las migajas, comprando así sus consciencias y dividiendo aun más los pobladores.

Mientras las multinacionales dicen hacer un trabajo sano, tapar los huecos y reforestar, mientras el gobierno dice llevar políticas de protección del medio ambiente, el desastre sigue y las leyes de los poderosos se aplican. Por eso, los indígenas decidieron sacar las máquinas de los sitios de explotación. Ya unas se habían ido, pero se hizo un recorrido hasta el área más alejada donde quedaban las últimas máquinas. La comunidad desalojó a los mineros junto con sus retro excavadoras, exigiendo que la empresa respete a las autoridades tradicionales. A pesar que los mineros pusieron resistencia, el responsable de la mina tuvo que ceder por la presión de la Minga.

Para el gobernador de Canoas, Carlos Andrés Campo, el balance de la jornada fue un éxito, gracias a la determinación de las comunidades y el trabajo de los Guardias Indígenas. Él sigue haciendo la convocatoria a todas las comunidades para que mañana, no sólo Canoas, sino todo el pueblo del Norte del Cauca estén unidos y fortalecidos para poder decidir sobre el uso del territorio y el cuidado de la Madre Tierra. La unidad es también necesaria a la hora de enfrentar las amenazas de los que tienen intereses en las minerías y no dejan a los indígenas denunciar públicamente sus sucios negocios. Las autoridades preparan una respuesta jurídica a esta violación del territorio y vigilan para que no regresen las maquinas de la muerte.

A las comunidades indígenas, el Gobernador les dice, “no tengan temor porque las autoridades las acompañan y no están solas.” Hoy está en juego el futuro de nuestros hijos, y nos toca proteger las herencias que valen la pena, es decir, la Madre Tierra.

Las actividades siguieron el día 25 de Marzo donde se recorrieron otras veredas del Resguardo de Canoas para hacer la erradicación de cultivos de uso ilícito que también están generando desequilibrio social por el consumo y el negocio de estos productos.

¡La Tierra no se vende, se cuida y se defiende!

 

Tejido de Comunicación de la ACIN.