Varios desmovilizados del Bloque Calima explicaron que arremetieron contra la comunidad del Naya para apoderarse del negocio de la coca en esa región y amedrentar al Eln y las Farc.

 

La mayoría de estos paramilitares fueron capturados y condenados por la masacre de El Naya antes de la desmovilización del Bloque Calima.

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Elkin Casarrubia Posada, alias ‘El Cura’, exjefe militar del Bloque Calima, dijo que la masacre de El Naya ocurrió porque los paramilitares pretendieron debilitar a las Farc y al Eln en esa región, pero que el verdadero motivo de esa cruenta masacre fue que algunos narcotraficantes se querían apropiar de una zona llena de coca.

Tras la incursión, un grupo de cien hombres instalararon una base paramilitar en el Pacífico caucano cerca de Guapi, desde donde se controlaba el negocio de la droga.

Según lo relatado por el exjefe paramilitar, para los grupos guerrilleros la región de El Naya representaba una fuente de financiación por sus cultivos de coca; y además les servía de refugio, porque en esa zona tenían cautivos a los secuestrados de la iglesia La María y la Vía al Mar.

“Llevando la gente a Guapi les íbamos a cortar las finanzas en ese sector. Un método para ir debilitándolos era cortarles las finanzas para que mermaran el personal”, señaló ‘El Cura’. También dijo que su jefe, Éver Veloza, alias ‘HH’, le indicó que “aprovecharan la gente que iba para el Pacífico para hacer una inspección en El Naya. No era para asentarse, sino para hacer registro y vieran presencia (de las Auc) en la zona”.

El que fuera el jefe financiero del Bloque Calima, Juan Mauricio Aristizábal, alias ‘El Fino’, dijo que Vicente Castaño pretendía crear el Bloque Pacífico, para que controlara las salidas al mar desde Chocó hasta Nariño. Finalmente ese Bloque no se creó porque tras la masacre de El Naya fueron capturados 70 paramilitares y posteriormente perdieron a varios hombres en combate.

Es así como el Bloque Calima reunió a más de 200 hombres de diferentes partes de Cauca y Valle del Cauca. Los paramilitares se concentraron en la vereda Munchique, del municipio de Buenos Aires, Cauca. En ese sector ocuparon algunas casas y acamparon en sus alrededores.

Los exparamilitares reconocieron que cuando salieron hacia El Naya, sabían que en esa región vivían comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas. También dijeron que eran conscientes de que iban a cometer asesinatos y que como consecuencia la población civil se iba a desplazar.

Alias ‘El Fino’ dijo que eran “conscientes de que la gente se iba a equivocar. El labriego de El Naya no era objetivo militar, pero habían informantes”.  Alias ‘El Curvo’, quien fue jefe de una de las escuadras que recorrieron El Naya, señaló que “en toda incursión hay muertes, uno no sabe quién es (la víctima), pero si lo señalaba el informante, se asesinaba”.

Durante los dos primeros días de versión libre no se trató el tema de la masacre porque la Fiscalía contextualizó cómo llegaron los paramilitares a Cauca y cómo fueron los preámbulos de esa incursión de Bloque Calima que dejó a por lo menos 50 víctimas.

En la versión los postulados negaron que la masacre de El Naya hubiera sido financiada o planeada por terratenientes o empresarios. El próximo viernes estará dedicado para que las víctimas cuestionen a los postulados sobre la masacre que cometieron entre el 10 y el 13 de abril de 2001.

La disputa del territorio caucano
‘El Cura’ contó que cuando llegó al departamento de Cauca con su grupo de 54 hombres, el Eln tenía alrededor de 100 hombres y las Farc llegaban a sumar mil integrantes con el apoyo de la Columna Móvil Jacobo Arenas.

El exjefe paramilitar explicó que para combatir a la guerrilla en inferioridad numérica, recurrieron a diferentes estrategias como impedir que los civiles hicieran grandes mercados para evitar que los colaboradores de la guerrilla les enviaran alimentos, establecieron toques de queda y restringieron el transporte en la región.

A eso se sumó el presunto apoyo que recibieron los paramilitares de la fuerza pública. Al respecto, alias ‘Sisas’ y alias ‘El Cura’ dijeron que durante un combate en el Plan de Morales recibieron el apoyo de un avión de la Fuerza Aérea cuando estaban siendo superados por la guerrilla.

‘El Cura’ dijo que alias ‘Luis’ -uno de sus superiores que fue sargento del Ejército- le dio la frecuencia del avión y él indicó las coordenadas de la guerrilla para que les dispararan.

De acuerdo con lo contado en la versión, los paramilitares obtuvieron información sobre la región y las actividades de los grupos subversivos, por medio de los guerrilleros que desertaron se unieron al Bloque Calima, de algunos pobladores de la región y de miembros de la fuerza pública, aunque no indicó nombres ni cargos.

Los postulados también reconocieron que utilizaron el terror en la población civil como arma para controlar las regiones a las que llegaban. “Carlos Castaño nos decía que cuando entráramos a una zona, nos teníamos que hacer sentir para que la población dejara de apoyar a la guerrilla”, dijo ‘El Cura’, quien reconoció que por esa razón los paramilitares decapitaron y degollaron a sus víctimas.

 

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