Allanamiento y amenazas contra el maestro ambientalista Mario Mejía en Cali. A mediados del mes de marzo fuerzas militares colombianas ingresaron a una pequeña finca propiedad del maestro del ambientalismo latinoamericano Mario Mejía, en el departamento de Valle del Cauca.

La pequeña escuela de agroecología que Mejía sostiene con fines educativos y de preservación ambiental está ubicada en la vereda San Antonio, Loma Pelada de Pradera. Después de largas décadas de trabajo en toda la zona, que lo han convertido en un referente a nivel de Colombia y Latinoamérica en defensa de los derechos de las comunidades campesinas, ese es su actual reducto de militancia ambiental.

Sin embargo, según la carta en que el Maestro Mejía denuncia lo sucedido, “a mediados de marzo de 2011 las instalaciones que tenemos para alojamiento campesino fueron allanadas por unos setenta militares: arrancaron las cerraduras de todas las habitaciones, dejaron pintas en el comedor que recién habíamos dejado como nuevo, cortaron un colchón, se acostaron en los demás con las botas embarradas, machetearon el fogón de leña, tomaron como lugar de aseo el tanque grande de agua potable, se defecaron durante tres días en el arroyo de donde se toma el acueducto de la vereda, se echaron unos tiros con un grupito de guerrilleros, habiendo unos niños de por medio que apartaban unos terneros, violaron la pieza de herramientas, esparcieron por el campo mi colección de machetes viejos y se dedicaron a amedrentar a los campesinos acusándolos de guerrilleros disfrazados de campesinos”.

La incursión fue similar en características a la efectuada en 2006 contra esa misma propiedad. Mejía reside en Cali, en un humilde departamento plagado de piedras, fósiles, vegetales, flores… recuerdos de una vida entera caminando el Valle Geográfico del Cauca. Esta zona que supo ser la huerta de Colombia hoy es una vasta extensión de cañaverales para agrocombustibles. Mejía vivió personalmente ese proceso y es referencia absoluta cuando de compromiso con los derechos de las comunidades campesinas se trata.

“Nos dicen que somos guerrilleros disfrazados de campesinos y que por tanto no tenemos derecho a nada. De otro lado las FARC también tienen su campaña de terror. Es escalofriante, estamos entre dos fuegos y vamos a ver si somos capaces de sobrevivir”, relató Mejía a Radio Mundo Real.

“Mi dificultad ha sido colocarme del lado de los campesinos, creer en La Vía Campesina, en el agua pura, autonomía alimentaria y esas cosas que no interesan a las políticas públicas que están orientadas a la acumulación en manos de grupos privilegiados, tanto de exportación como mineras. El país se ha consolidado así, aunque yo soy optimista, espero que haya una etapa de reflexión en este país cuando la gente común se haga sentir”, dijo en la entrevista telefónica, agradeciendo la solidaridad internacional que ha despertado su caso.

Asimismo, como forma de ilustrar el clima de impunidad y criminalización del activismo ambiental Mejía mencionó el caso de la joven Sandra Viviana Cuéllar, desaparecida en febrero último. “El oficio de ambientalista parecería que se ha vuelto peligrosísimo en Colombia”, indicó.

link: http://radiomundoreal.fm/Oficio-peligroso

Descargar: MP3 (5.3 MB)

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Carta de solidaridad

Santiago de Cali, abril 5 de 2011

Doctor
HERNAN JAIME ULLOA VENEGAS
Director del Programa presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario
Bogotá

Respetado Sr. Ulloa Venegas.

Con preocupación, hemos recibido información que el pasado mes de marzo, la finca del maestro de la agroecología latinoamericana MARIO MEJIA GUTIERREZ ha sido allanada e invadida por el Ejercito colombiano.  Según se nos ha informado, en los hechos participaron un grupo de setenta militares colombianos, que allanaron e invadieron las instalaciones que se tienen para alojamiento campesino; arrancaron las cerraduras de todas las habitaciones, dejaron pintas en el comedor, cortaron un colchón, se acostaron en los demás con las botas embarradas, machetearon el fogón de leña, violaron la pieza de herramientas, esparcieron por el campo una colección de machetes viejos, tomaron como lugar de aseo el tanque grande de agua potable, se defecaron durante tres días en el arroyo de donde se toma el acueducto de la vereda. En la misma vereda, y en los mismos días, el ejército tuvo enfrentamientos con un grupo guerrillero, en medio de la presencia de niños campesinos que apartaban unos terneros, además amedrentaron a los campesinos acusándolos de guerrilleros disfrazados de campesinos. Ya unos días antes, habían saqueado un estanque de peces en una finca vecina, y amenazaron al cuidador si decía algo.

Mario Mejía ha sido un referente muy importante para el movimiento agroecológico y ambiental latinoamericano, por sus aportes en la construcción de una propuesta agroecológica de respeto al patrimonio ambiental y cultural, el rescate de semillas y las formas pacíficas de relacionarnos los unos con los otros. Sus publicaciones son de gran valor para quienes han venido rescatando una agricultura campesina y respetuosa con la naturaleza. Además, destacamos su valor por el trabajo infantil, la poesía campesina, y en general su trabajo de investigación y acción sobre temas del campo.

En su finca en la vereda San Antonio – Loma Pelada de Pradera (Valle del Cauca), el maestro Mario Mejía ha venido desarrollando un importante trabajo de cuidado de los manantiales que proveen de agua potable a la vereda (unas 35 familias), reforestación, investigación y práctica de agricultura ecológica, colaboración educativa a los niños de la escuela rural, atención a grupos de campesinos mediante talleres de varios días. Por su finca han desfilado miles de personas que quieren aprender de prácticas amigables con la naturaleza. El mencionado ambientalista ha construido con recursos propios una infraestructura de alojamiento y alimentación, letrinas secas, cocinas a leña, la cual está hoy gravemente afectada por el allanamiento e invasión de los militares.

Demandamos de las autoridades colombianas investigar los hechos sucedidos, garantizar los derechos humanos del reconocido ambientalistas y compensar los daños de que fuera víctima Mario Mejía Gutiérrez.

Muy cordialmente,

MARTHA NIDIA ASCUNTAR
Asociación Colectivo Interdisciplinario para la Defensa de los Derechos Humanos AC-IDDHH
Cali-Valle

Copia: 
WOLMAR ANTONIO PEREZ ORTIZ
Defensor del Pueblo

ANDRES SANTAMARIA
Defensor del Pueblo Regional Valle del Cauca

DANIEL ATCHEBRO
Oficina en Colombia del Alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos humanos