Las organizaciones de víctimas, organizaciones sociales, de Derechos Humanos y la población del Naya, reunidos en el corregimiento de Timba, municipio de Buenos Aires en el departamento del Cauca, en la conmemoración de los 10 años de la masacre del Naya, dejan constancia que:

1.    Desde las organizaciones de víctimas, de los cabildos del Naya, de las asociaciones de Junta del Alto Naya y desde los consejos comunitarios del Naya, se invitó de manera escrita y verbal a los diferentes representantes del estado tanto del ejecutivo y judicial con el propósito de que, en su calidad de representantes de la institucionalidad, se hicieran presentes para escuchar a las víctimas y a su vez asuman las responsabilidades correspondientes con suficiente capacidad de decisión y acción administrativa.

2.    Que durante la última mesa nacional de garantías, en materia de tierras, el gobernador del cabildo de Kite Kiwe, como representante del departamento del Cauca en dicha mesa, invitó a las más altas autoridades para que acompañaran la conmemoración de los 10 años de la masacre del Naya. Se habló con cada uno de ellos y se recibió la confirmación de su participación.

3.    Que algunos funcionarios, del nivel nacional y departamental, con mucha entereza y valentía, se hicieron presentes para entregar informes en materia de investigaciones y de control disciplinario.  Pero, que desde su responsabilidad política y administrativa no pueden ir más allá de dichos informes, sin poder asumir compromisos que permitan demostrar la supuesta voluntad del gobierno y del estado con las víctimas y su responsabilidad de garantizar los derechos fundamentales de ellas.
4.    Que la CNRR facilitó logísticamente la realización de la conmemoración y además hizo presencia con delegados del orden nacional en las primeras horas de la asamblea, teniendo que retirarse para asistir a una reunión con el gobernador del Cauca.

5.    Así las cosas, para las víctimas del Naya y las organizaciones del Cauca, ha quedado clara la falta de interés y voluntad política del actual gobierno, que internacionalmente aparece mostrando una supuesta voluntad de desarmar la palabra para reunirse con las organizaciones sociales y tramitar garantías, pero que dicha voluntad no va más allá de las palabras, quedando claramente demostrado en la ausencia del acompañamiento a las víctimas del Naya.

6.    Que queda claramente demostrada la impunidad en el caso de la Masacre del Naya, diez años después, en que las víctimas tendrán que continuar luchando por sus derechos e insistiendo que solamente es posible encontrar la verdad y exigir la justicia en las instancias internacionales, como se demostró en el caso de la masacre del Nilo.

7.    Que reconocemos la importancia del llamamiento a juicio del ex gobernador Chaux como aliado político y perpetrador de acciones militares contra los líderes y las organizaciones del Cauca y que esperamos que allí se demuestre cómo los actores intelectuales de las masacres deben ser conocidos por las víctimas y recibir su respectivo castigo.

8.    Finalmente, insistir en que sólo la movilización y la lucha en las calles y en la liberación de los territorios será posible alcanzar verdaderos resultados en el camino de la reparación colectiva, en el reconocimiento de la verdad y en la consecución de una verdadera justicia.

 

Firman esta declaración las organizaciones sociales y de víctimas presentes en la conmemoración. Dejamos en la mesa las propuestas del documento político y el formato de acuerdo que no se pudo suscribir por la ausencia del alto gobierno.