Iván Cepeda Revela Video con Pruebas: Se ilustra en este video el caso de Montes de María, específicamente, María la Baja. Pero en toda Colombia, se pasa con el modelo Santos de Unidad Nacional, a la fase post-conflicto. Un modelo que avanza en México, Honduras, Guatemala, Afganistán y se expande a otros territorios globales, con adaptaciones locales.

La ocupación fascista transnacional en guerra contra los pueblos. Amarrar la Madre Tierra toda para penetrarla, violarla, explotarla y hacerla sonreír en el proceso.

El modelo Colombia de Libre Comercio vía de exterminio y consolidación.Una vez despojados los pueblos, entregados los territorios, a fuerza de terror de fuerzas armadas legales e ilegales, de izquierda o derecha, que contribuyeron al desplazamiento masivo y a brindar el pretexto para la ocupación militar de territorios para transnacionales, entra en vigencia un TLC (Canadá) a través del cual penetran todos los demás. Aprobadas o en curso las reformas legales y constitucionales que blindan el despojo y la entrega de riquezas, recursos y pueblos, llega la hora de la paz. La paz de mujeres encerradas, amarradas, violadas, silenciadas, sin derechos, culpadas de lo que les pasó, rezando y dando gracias a Dios. La paz de Colombia, mujer amarrada y violada. La paz del tormento que cesa a cambio del silencio y de la mentira.

Trabajo en las explotaciones para unos pocos. Procesos jurídicos espectaculares contra unos pocos criminales de cuello blanco y de los otros, para que parezca que se hace justicia mientras las leyes, los acuerdos y los beneficiarios del despojo y del terror son protegidos y encubiertos. Los derrotados, bajo coacción tienen dos opciones (como las mujeres golpeadas, violadas, silenciadas): aceptar los beneficios (Mendrugos) bajo el régimen del despojo y del libre comercio, o permanecer bajo el yugo del terror y la invisibilidad. No es paz lo que viene, sino derrota y silencio. La guerra solamente ha servido, viniera de donde viniera, para implementar este régimen de acumulación ensangrentado. Este país (mujer que ya no llora más) finca-campo de exterminio y mina en explotación en manos privadas.

Primero se define un territorio de interés para gamonales y transnacionales (todo el país). Luego se siembra terror, se masacra, se intimida. Se desplaza, se roba, se desocupan las tierras (guerra contra el narco-tráfico, guerra contra el terrorismo, guerra de la insurgencia…todas guerras contra los pueblos para liberar el comercio a favor de transnacionales y gamonales). La guerra, venga de donde venga, beneficia el proyecto del Libre Comercio. Entrega el país a las transnacionales. Para eso es. No es solamente Colombia sino desde Colombia. Hay otras mujeres amarradas siendo destrozadas.

El gobierno anuncia que las tierras están vacías, libres (lo hace el Presidente) y su Ministro se encarga de venderlas, de regalarlas, de quedarse con ellas para sus amigos y patrones (mineras, petroleras, palmicultura, agro-negocio, turismo, bananeras, narcotráfico, biodiversidad, agua….especulación y confianza inversionista). Como la ley no lo permite, la ley es violada, ignorada, modificada, por los propios congresistas electos gracias al trabajo de escuadrones de la muerte, todos al servicio de transnacionales (lo saben bien Chiquita, Dole, DelMonte y lo saben los paramilitares que fueron extraditados exactamente dos días después de que lo confesaran para el pueblo de los EEUU).

Hoy, las tierras son de los grandes empresarios o sus testaferros. Más del 50% del territorio nacional es de las mineras canadienses (ver diapositiva como anexo). Se especula en todo lo que estas tierras prometen o poseen. Los comandantes paramilitares, extraditados para que no cuenten para quienes trabajaron, quienes en las élites transnacionales, en las grandes corporaciones, bancos, organismos multilaterales, diseñaron esta estrategia del libre comercio a sangre y fuego. A punta de descuartizar, masacrar, mentir, robar y transformar el país en un campo de exterminio y de trabajo forzado (en todas las mujeres vejadas). Los asesinos, o ejecutores, tienen empleos en las empresas que se quedaron con las tierras. Los despojados, bajo amenaza y víctimas de crímenes. El territorio vigilado por las BACRIM, bandas criminales que son los paramilitares con otro nombre y las fuerzas armadas que siempre y ahora son los mismos, con las mismas fuentes de financiación.

Santos era Ministro de Defensa cuando esto se aceleró. Santos hoy es Presidente. Se firmará una Paz que proteja a los empresarios beneficiarios de estos delitos (a esto lo llaman esperanza, buen negocio y prioridad), se pasan leyes aún más agresivas que las que propuso Uribe y que se lograron derogar (Estatuto de Desarrollo Rural), para que todo, absolutamente todo, quede en manos de élites transnacionales de Brasil, de México, de China, de la Unión Europea, de Canadá, de EEUU. O sea que tienen casas y oficinas allá, porque su finca es el planeta entero (violadores especializados. Torturadores de mujeres amarradas. Colombia, el mundo, la Madre Tierra, una mujer amarrada para ser penetrada y gozada por estos señores y quienes les obedecen y sirven). El trabajo sucio está hecho. Colombia es una finca para la explotación de transnacionales y sus socios. Para la especulación de inversionistas, para el enriquecimiento de grupos financieros, para proteger las divisas que se devalúan transformándolas en bienes comunes, ahora que su escasez hace que se valoricen.

Ahora, hay que acumular con esto que se logró. Sacarle la riqueza a la víctima amarrada, penetrada y obligarla a mostrar su cara sonriente y feliz. Esa es la paz que se propone. La guerra, la que han hecho todos a nombre de unos u otros, ya cumplió su cometido. Ahora viene la paz del despojo, del oprobio, de las fosas comunes, del sí patrón, de las mafias, de las banderas blancas, de quienes por unas monedas cambian a su pueblo y entregan las agendas y de la miseria.

Claro que se debe acabar la guerra. Se ha debido acabar hace tiempo, porque es, era y sigue siendo para que se queden con todo los capitalistas y mafiosos, los cobardes violadores que amarran a su Madre, a la nuestra, a la de la vida, para comérsela.

Pero así como eran y son mentira todos los motivos de la guerra, la paz que se propone no es paz mientras haya TLC, despojo, ladrones en el poder y beneficiarios mafiosos y privados (mientras ella esté amarrada y la sigan violando).

No más guerra: Paz, pero la paz de los pueblos que es sin Libre Comercio, sin leyes de despojo, sin terror y con verdad, justicia y reparación integral, con Estados que cumplan con sus obligaciones sin importar quienes los gobiernen y, sobre todo, con una agenda de los pueblos que no se puede ni ignorar, ni negar, ni suplantar por la paz de los de arriba. La paz de la Madre Tierra en libertad, de la mujer sin amarras ni silencios, de la vergüenza convertida en espejo que nos mira sin clemencia y con ternura y consigue por fin el nunca más!!. Esta agenda estorba, pero es necesaria. Esta mujer sigue amarrada pero es la verdad.

Todo lo demás es la derrota firmada como un armisticio entre guerreros. Firmada en fanfarria bajo un marco legal transnacional conocido como Tratado de Libre Comercio, cuya versión con Canadá entró en vigencia y cuyo propósito es blindar legalmente el despojo, la expropiación y la apropiación privada de territorios, riquezas, trabajo, ahorros y consumo para las transnacionales. La paz de los machos que se dan otro abrazo y se ponen de acuerdo a nombre de todas. Es hoy, lo grita la Madre amarrada, la disyuntiva postergada pero real: o Libre Comercio, o la Agenda de los Pueblos, de la mujer liberada y con memoria. A quienes les molesta esta agenda, les incomoda la Paz y la dignidad de la mujer violentada que sale del despojo y del dolor para siempre. La prefieren amarrada y quieren servirse de la guerra, sacarle provecho, cualquier provecho, desde arriba o desde abajo, a nombre de izquierdas o derechas y vengan de donde vengan. La paz es libertad y ternura con fuerza de puebla, no silencio ni complicidad.

Manuel Rozental