El 18 de Septiembre de 2011 se reunió la comunidad del Credo del Resguardo de Huellas – Caloto –Cauca – para enterrar el cuerpo de Maryi Vanesa Coicué, niña de 11 años quien ha sido la última víctima inocente de esta guerra entre los grupos armados legales e ilegales que viene azotando a las comunidades del Departamento del Cauca. Su vida en pleno destello se apaga cuando una de las bombas arrojadas indiscriminadamente en medio de la guerra cae junto a la casa de un comunero el día 16 de septiembre del presente año.

Durante la reunión, en la cual participaron una gran cantidad de personas, muchos comuneros expresaron su dolor sobre la muerte, pero también su rabia ante los hechos de violencia que se vienen presentando en su territorio. En la mañana varias personas dieron su pésame a los padres de la niña al frente de su comunidad. Igualmente se esuchó un mensaje de solidaridad para con la comunidad, mandado desde Chile y dirigido al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, manifestandole que “de una vez por todas haga los esfuerzos reales y necesarios para que se terminen estos actos que van en contra de los derechos a la libertad personal, a la integridad personal y a la vida, para que se cumplan las normas básicas de Derechos Humanos y se asuma debidamente la responsabilidad estatal ante estos hechos y vuelva la calma a estos territorios. Es su deber hacerlo, no con más muertes de inocentes, sino con caminos de paz, donde los intereses económicos, comerciales y/o ideológicos no se sobrepongan a la vida”.

Allí se habló además de las masacres y asesinatos que han sucedido en esta región, mencionando el bombardeo sobre los niños y jovenes por parte de la fuerza pública el 26 de Marzo 2011 en la vereda Gargantillas del Resguardo de Tacueyó; el asesinato de Zuleima Coicué, una mujer de 21 años; el ataque a la población de Toribío y la muerte de Luis Carlos Mestizo, quien fue asesinado en Santander de Quilichao hace una semana.

Abel Coicué, el padre de la niña, manifestó su duelo por perder a su hija y afirmó que quisiera defender su comunidad y participar en la guardia indígena, además de su gratitud por la presencia de la comunidad. También manifestó que está cansado de hablar sobre la problematica y los hechos que pasan, y que ya ha llegado el tiempo de actuar.

La comunidad trabajó en tres comisiones, ahí hablaron de las realidades que viven estas familias, manifestaron la violación de Derechos Humanos por parte de las guerrillas de las Farc y del Ejército de Colombia, resaltaron la falta de oportunidades que viven los jóvenes de esta zona, también dijeron que no habia inversión para fortalecer los cultivos orgánicos, hablaron los jovenes, las muejres y mayores en medio de su dolor.  

Luego del trabajo en comisiones se realizó una misa para Maryi Vanesa. En seguida la comunidad acompañó el cuerpo de la niña a la casa, donde vivía ella y donde ocurrió su muerte. La guardia indígena acompañó la marcha todo el tiempo. Después de visitar la casa se fueron al cementerio, donde los familiares de la niña se despedieron de ella y lloraron su muerte una vez más.

El mensaje que tiene Abel es que su hija sea la última inocente que veamos morir por culpa de este conflicto. “Estoy cansado de ver tanta sangre de personas inocentes, de personas civiles…”

No queremos la guerra, no queremos las armas, no queremos la muerte. Estamos cansados de la muerte, queremos que los grupos armados se vayan y no regresen.

 

 

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