El documental “País de los pueblos sin dueños” (Colombia, 2009) ha sido galardonado con el Premio Nacional Documental, otorgado por el Ministerio de Cultura de Colombia. Este premio se entrega cada dos años al mejor documental colombiano con duración superior a veinticinco minutos.

 

“País de los Pueblos sin Dueños” muestra las voces de indígenas, campesinos, afrodescendientes, mujeres, sindicalistas, estudiantes, desplazados y de todos aquellos pueblos que se movilizaron en la Minga de Resistencia Social y Comunitaria entre octubre y noviembre de 2008. Las comunidades salieron para convocar al país a trabajar en una agenda de 5 puntos que rechaza con conciencia las políticas neoliberales que atentan contra la vida.

Este premio se da en un contexto peor que el que  se vivía en el año 2008. Avanzan las locomotoras que despojan a la gente de sus territorios y sus vidas. El TLC ha sido firmado, lo que representa un panorama sombrío para miles de trabajadores de los campos y las ciudades que no tendrán los medios para trabajar dignamente. El sistema de salud continúa enriqueciendo a unas pocas empresas mientras comete un genocidio contra los enfermos que no tienen cómo costearse sus tratamientos. La educación se está convirtiendo (todavía más) en un sistema que privilegia el lucro y que busca tecnificar mano de obra al servicio de las multinacionales.

Ni hablar de la guerra. Mientras los medios masivos se limitan a hacer conteos de muertos de los grupos armados, esconden la triste realidad que afecta a las comunidades en todo el territorio. Avanza sistemáticamente el exterminio contra el pueblo Awá, los combates se hacen cada vez más frecuentes en el Cauca, las masacres y los asesinatos selectivos se hacen presentes a lo largo y ancho del país. Todos los grupos armados desplazando y aterrorizando a la población para abrirle paso a empresas mineras, ecoturísticas, agroindustriales y de todo tipo. Así, un largo etcétera.

Pero ese país de dueños también encuentra las voces de los pueblos que desde abajo van construyendo un camino sabio que plantea otras formas de vida digna. Los estudiantes salen por miles a las calles a exigir una educación al servicio de la sociedad y no al servicio de los proyectos económicos de unos pocos. Los trabajadores organizados se movilizan para recordarnos que somos seres humanos y no máquinas generadoras de lucro. Los pueblos se resisten a que sobre territorios llenos de agua, de sabiduría, de riqueza ancestral, lleguen proyectos extractores al servicio de la acumulación.

En los últimos años, se ha profundizado la agresión contra todos los procesos en resistencia y el Tejido no ha sido la excepción, porque pese a las dificultades tratamos de caminar la palabra libre. Este reconocimiento nos permite reiterarle a quienes nos persiguen y persiguen nuestra palabra y nuestra lucha, vengan de donde vengan, que no vamos a detenernos, que vamos a seguir, que vamos a tejernos con quienes han decidido en el Cauca y en donde quiera, alcanzar la libertad y defender la vida.

Por eso este reconocimiento se extiende a cada indígena, campesino, afrodescendiente, estudiante, trabajador, anciano, joven y a todos los que han caminado tras las huellas de sus ancestros sembrando vida para su pueblo en medio de tanta desolación. Hoy más que nunca, la palabra que se caminó en la Minga de Resistencia Social y comunitaria necesita ser retomada para continuar resistiendo a las leyes que despojan, a la guerra que sirve a las transnacionales y al libre comercio que acaba con los pueblos. En ese camino ratificamos: No al modelo económico con el “libre comercio”. No al terror y a la guerra. No a la legislación del despojo. No al incumplimiento de acuerdos con procesos sociales y populares. Si a una agenda de los pueblos, desde abajo, que reemplace y supere para siempre la agenda de los opresores para el lucro.

Esa es la lucha a la que llamamos desde Colombia para que construyamos otra forma de sentir y vivir nuestro mundo. Es la misma lucha que recorre Latinoamérica y que tiene a las comunidades indígenas del Ecuador resistiendo sabiamente a las políticas que en nombre del progreso destruyen los territorios. Lo mismo sucede en México, en Guatemala, en Panamá, en Bolivia, en Nicaragua. Comunidades que se niegan a dejarse absorber por un sistema que impone el lucro por encima de la vida. Es la lucha que debemos unificar entre todos para lograr ser un solo país de los pueblos sin dueños.

Sinopsis del documental

Colombia no será la misma después de esos 61 días de Minga Social y Comunitaria que se iniciaron el 11 de octubre de 2008 y culminaron en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Desde el Cauca se levantaron los pueblos del pensamiento, de la palabra y la dignidad para rechazar, unidos con la ‘Otra Colombia’, las políticas de Estado que con terror, someten al hambre y a la miseria. Como era de esperar, el gobierno respondió con terror a una movilización pacífica y su acción dejó como saldo dos muertos y 120 heridos. ¿Qué hace que los más pobres y excluidos enfrenten sin armas los embates de los medios comerciales, los engaños y las mentiras del gobierno y la maquinaria estatal activada en contra de su dignidad? La respuesta aparece en la sabiduría de la agenda que motiva esta Minga y que País de los pueblos sin dueños presenta en las acciones conmovedoras y ejemplares que se han hecho semillas de libertad.

Tejido de Comunicación de relaciones externas para la Verdad y la Vida – ACIN

tejidocomunicacion@gmail.com

 

TRADUCCIÓN EN INGLÉS (Michèal Ó Tuathail)

“Country of the Peoples without Owners” Wins National Documentary Prize

The documentary film Country of the Peoples without Owners (Colombia, 2009) has received the National Documentary Prize, awarded by the Colombian Ministry of Culture. The prize is awarded every two years to the best Colombian documentary over 25 minutes in length.

Country of the Peoples without Owners features the voices of indigenous peoples, campesinos, Afro-Colombians, trade unionists, students, displaced peoples and all those who mobilized in the Social and Communitarian Minga in October and November of 2008. These communities mobilized to call on all Colombians to work towards a 5-point agenda against the neoliberal policies that pose a threat to all life.

This prize is awarded in a context that is even worse than that of 2008. Threats continue to advance aimed at the expulsion of communities from their lands. The Free Trade Agreement with the United States has been signed, representing a stark future for thousands of rural and urban workers who will be deprived of dignified work. The health system continues to enrich a few companies while committing a genocide against the sick who are unable to afford treatment. Education is becoming (even more) a system privileging wealth and emphasizing technical labour at the service of the multinationals.

Then there is the war. While the major media outlets limit themselves to counting the dead of the armed groups, they hide the sad reality affecting communities throughout Colombia. Extermination advances against the Awá people, armed clashes are more frequent each day in Cauca, massacres and targetted assassinations continue across the length and breadth of the country. All of the armed groups terrorize and displace the population in order to open the path for companies involved in mining, ecotourism, agribusiness, and many other areas. Of these interests there is a long etcetera.
But within this country of owners are voices of people contructing, from below, paths upon which other forms of dignified life may walk. Students take to the streets by the thousands to demand education oriented towards serving the needs of society and not the needs of the economic projects of a few. Organized workers are mobilizing to remind us that we are human beings and not machines for the generation of wealth. People are resisting while their territories filled with water, knowledge and ancestral riches are being occupied by extractive projects at the service of accumulation.

In recent years, the aggression against processes of resistance has intensified. The Tejido* has been no exception, especially since, in spite of these difficulties, we continue to walk the word. The recognition represented by this prize permits us the opportunity to say once again those who pursue us, through our word and our struggle, that they will not stop us. We will continue to weave with those who have decided to do the same, in Cauca and wherever else, for freedom and the defense of life.

This recognition is extended to every indigenous person, every campesino, Afro-Colombian, student, worker, elder, youth and every person who walks in the footsteps of their ancestors sowing the seeds of life for their people in the midst of desolation. Today, more than ever, the word walked by the Social and Communitarian Minga must be taken up once again. We must continue to resist the laws that take us from the land and the war that serves the transnationals and free trade. On this path, we say NO to the “free trade” economic model, NO to terror and war, NO to legislation of plunder, and NO to the failure of the government to comply with its agreements with social and popular processes. We also say YES to an agenda of the people, from below, that will replace and rise above the agenda of the oppressors at the service of profit.

This is the struggle we name from Colombia for the construction of another form of being and living in our world. It is the same struggle that runs throughout Latin America and that is shared by indigenous peoples in Ecuador who struggle against policies that destroy their territories in the name of progress. It is the same in Mexico, Guatemala, Panama, Bolivia, and Nicaragua. In these places there are communities that will not be absorbed by a system that places profit before life. It is this struggle that ought to bring us together to be, finally, a country of peoples without owners.

* Translator’s note: the Tejido de Comunicación of the Association of Indigenous Councils of Northern Cauca (ACIN) are the creators of the documentary Country of the Peoples without Owners.

 

TRADUCCIÓN EN FRANCÉS (Camille Apostolo)

“Pays des peuples sans maître” gagne le Prix National du Documentaire

Le documentaire “Pays des peuples sans maître” (Colombie, 2009) a été lauréat du Prix National Documentaire, octroyé par le Ministre de la Culture de Colombie. Ce prix est remis tous les deux ans au meilleur documentaire colombien d’une durée de plus de 25 minutes.

“Pays des peuples sans maître” montre les voix d’indigènes, de paysans, d’afro-colombiens, de femmes, de syndicalistes, d’étudiants, de déplacés et de tous les peuples qui se sont mobilisés lors de la Minga (marche) de Résistance Sociale  et Communautaire  entre octobre et novembre 2008. Les communautés marchèrent afin d’appeler le pays à travailler à un agenda de 5 points, qui refuse de manière conscience les politiques néolibérales qui portent atteinte à la vie.

Ce prix est donné dans un contexte bien pire que celui de 2008. Les locomotives qui privent les gens de leurs territoires et de leurs vies ne cessent d’avancer. Le Traité de Libre Commerce (TLC) vient d’être signé, ce qui représente un sombre panorama pour des milliers de travailleurs des campagnes et des villes qui n’auront plus les moyens de travailler de manière digne. Le système de santé continuera d’enrichir quelques entreprises tout en commettant  un génocide contre les malades qui n’ont pas de quoi couvrir leurs frais de traitements. L’éducation se convertie (toujours plus) en un système qui privilégie le profit et cherche à former de la main d’œuvre au service des multinationales.

Et c’est sans parler de la guerre. Pendant que les médias de masse se limitent à faire des estimations du nombre de morts dans les groupes armés, ils occultent la triste réalité qui affectent les communautés dans tout le territoire. L’extermination du peuple Awá se poursuit de manière systématique, les combats se font de plus en plus fréquents dans le Nord du Cauca, les massacres et les assassinats sélectifs se perpétuent dans le pays tout entier. Tous les groupes armés (légaux et illégaux) déplacent et terrorisent la population pour ouvrir la porte aux entreprises minières, éco-touristes, agro-industrielles, entre autres. Ainsi, un long etcétéra.

Mais ce pays de maîtres se heurte aussi aux voix des peuples qui, depuis la base, construisent un chemin sage qui propose d’autres formes de vie digne. Les étudiants sortent par milliers dans les rues afin d’exiger une éducation au service de la société et non au service des projets économiques de quelques-uns. Les travailleurs organisés se mobilisent pour nous rappeler que nous sommes des êtres humains et pas des machines génératrices de profit. Les peuples résistent pour que n’arrivent pas les projets d’extraction, au service de l’accumulation, sur leurs territoires remplis d’eau, de sagesse et de richesse ancestrale.

Ces dernières années, l’agression de tous les processus de résistance s’est aggravée, et le Tejido de Comunicacion (Tissu de communication de l’ACIN) n’a pas été exempté, car malgré les difficultés, nous essayons de répandre une parole libre. Cette reconnaissance nous permet de réitérer à ceux qui nous persécutent et persécutent notre parole et notre lutte, d’où qu’ils viennent, que nous n’allons pas nous arrêter, que nous allons continuer, que nous allons tisser des liens avec tous ceux qui ont décidé dans le Cauca et où que ce soit, d’obtenir la liberté et de défendre la vie. 

Pour cela cette reconnaissance s’étend à chaque indigène, paysan, afro-colombien, étudiant, travailleur, ancien, jeune, et à tous ceux qui ont marché sur les traces de leurs ancêtres en semant la vie pour leur peuple au milieu de tant de désolation. Aujourd’hui plus que jamais, la parole qui a frayé son chemin lors de la Minga de Résistance Sociale et communautaire nécessite d’être reprise pour continuer à résister aux lois spoliatrices, à la guerre qui sert les transnationales et le libre commerce et achèvent les peuples. Sur ce chemin nous avions ratifié : Non au modèle économique avec un “libre commerce”, non à la terreur et à la guerre. Non à la législation de la spoliation, Non à l’inapplication des accords avec les processus sociaux et populaires. Oui à un agenda des peuples, depuis la base, qui remplace et dépasse pour toujours l’agenda des oppresseurs du profit.

Ceci est la lutte que nous appelons depuis la Colombie pour construire ensemble une autre forme de ressentir et de vivre notre monde. C’est la même lutte qui parcourt l’Amérique Latine et que mènent les communautés indigènes d’Equateur qui résistent avec sagesse aux politiques qui, au nom du progrès, détruisent les territoires. La même chose se passe au Mexique, au Guatemala, au Panama, en Bolivie, au Nicaragua. Des communautés qui se refusent à se laisser absorber par un système qui impose le profit en piétinant les vies. C’est la lutte que nous devons unifier entre tous pour réussir à être un seul pays des peuples sans maître.

Tissu de Communication de l’Association de Cabildos Indigènes du Nord du Cauca (ACIN), Colombie

 

TRADUCCIÓN EN ALEMÁN (Magdalena Summereder)

País de los pueblos sind dueños (Land der Völker ohne BesitzerInnen) erhält die Auszeichnung Nationaler Dokumentationsfilm

Die Dokumentation „País de los pueblos sin dueños“ (Kolumbien, 2009) wurde mit dem Nationalen Dokumentationsfilmpreis, der von dem Kulturministerium Kolumbiens verliehen wird, ausgezeichnet. Diese Auszeichnung wird alle zwei Jahre für die beste kolumbianische Dokumentation mit einer Dauer von über 25 Minuten verliehen.

„País de los Pueblos sin Dueños“ zeigt die Stimmen der Indigenen, Bauern und Bäuerinnen, AfrokolumbianerInnen, Frauen, GewerkschafterInnen, Studierenden, Flüchtlinge und all jener Völker, die sich in der Minga de Resistencia Social y Comunitaria (kommunale Arbeit/Treffen des sozialen und gemeinschaftlichen Widerstandes) von Oktober bis November 2008 mobilisiert haben. Die Gemeinden versammelten sich, um das Land dazu aufzurufen, an einer Agenda von 5 Punkten zu arbeiten, die bewusst die neoliberalen, lebensfeindlichen Politiken zurückweist.

Diese Auszeichnung wird in noch schlechteren Umständen verliehen, als man sie noch 2008 vorfand. Die Mächte, die die Leute ihrer Territorien und Leben berauben, schreiten voran. Das Freihandelsabkommen wurde unterschrieben, was Tausenden von ArbeiterInnen am Land und in der Stadt, welche nicht mehr die Mittel haben werden um in Würde zu arbeiten, eine düstere Aussicht beschert. Das Gesundheitssystem bereichert sich weiterhin an einigen wenigen Unternehmen, während es gleichzeitig einen Genozid an den Kranken, die nicht die Mittel haben, sich ihre Medikamente zu bezahlen, begeht. Die Bildung wandelt sich (noch mehr) in ein System, das den Profit privilegiert und Arbeitskräfte für die multinationalen Konzerne bereitstellt.

Um nicht vom Krieg zu sprechen. Während die Hauptmedien kaum die Morde der bewaffneten Gruppen zählen, verheimlichen sie die traurige Realität, die die Gemeinden im ganzen Territorium betrifft. Die Auslöschung des Volkes der Awá wird systematisch vorangetrieben, die Kämpfe im Cauca finden immer häufiger statt und die Massaker und gezielten Morde sind im ganzen Land verbreitet. Alle bewaffneten Gruppen vertreiben und terrorisieren die Bevölkerung, um den Bergbauunternehmen, dem Ökotourismus, der Agrarindustrie und dergleichen die Türe zu öffnen. Hier könnte man ein großes Etcetera anfügen.

Aber in diesem Land der BesitzerInnen findet man auch die Stimmen der Völker, die von der Basis aus einen weisen Weg, der andere Formen eines würdigen Lebens entwirft, konstruieren. Die Studierenden gehen zu Tausenden auf die Straße, um eine Bildung zu fordern, die der Gesellschaft und nicht den ökonomischen Projekten von Wenigen zu Gute kommt. Die ArbeiterInnen mobilisieren, um uns daran zu erinnern, dass wir Menschen und keine Profitmaschinen sind. Die Völker kämpfen dagegen an, dass in Territorien, die reich an Wasser, Wissen, und uralten Reichtümern sind, ausbeuterische Projekte ankommen, die im Dienste der Akkumulation arbeiten.

In den letzten Jahren hat sich die Gewalt gegen alle Prozesse im Widerstand verstärkt und auch das Tejido war hier keine Ausnahme, da wir trotz all der Schwierigkeiten versuchen, frei unsere Meinung zu äußern. Diese Auszeichnung erlaubt uns, jenen, die gegen uns, unsere Worte und unseren Kampf vorgehen, wiederholt zu sagen, dass, wo auch immer sie herkommen, wir nicht aufgeben und weitermachen werden, dass wir uns mit jenen, die sich dazu entschieden haben, Freiheit zu erreichen und das Leben zu verteidigen,  im Cauca und wo auch immer vernetzen werden,

Deshalb wirkt sich diese Auszeichnung auf jede/n Indigenen, Bauern und Bäuerin, AfrokolumbianerIn, Studierenden, ArbeiterIn, GreisIn, Jungen und auf all jene aus, die in den Fußstapfen ihrer VorfahrInnen wandeln und Leben für ihre Gemeinde in Mitten dieses ganzen Elends pflanzen. Heute mehr als jemals zuvor muss die Aussage der Minga de Resistencia Social y Comunitaria wiederaufgegriffen werden, um weiterhin den Gesetzen, die vertreiben, dem Krieg, der den transnationalen Konzernen dient, und dem freien Handel, der unsere Völker zerstört, zu widerstehen. Wir haben bekräftigt: Nein dem ökonomischen Model des „freien Handels“. Nein dem Terror und dem Krieg. Nein der Legislation der Besitzenteignung. Nein der Nichterfüllung von Vereinbarungen gegenüber sozialen und gemeinschaftlichen Prozessen. Ja gegenüber einer Agenda der Völker von der Basis, die für immer die Agenda der UnterdrückerInnen für den Profit ersetzt und überkommt.

Das ist der Kampf, zu dem wir von Kolumbien aus aufrufen, um eine andere Art des Fühlens und Lebens in dieser Welt zu konstruieren. Es ist der gleiche Kampf, den ganz Lateinamerika durchlebt und der die indigenen Gemeinden Ecuadors in den Widerstand gegen die Politiken, welche im Namen der Entwicklung die Territorien zerstören, getrieben hat. Das Gleiche geschieht in Mexiko, in Guatemala, in Panama, in Bolivien und in Nicaragua. Gemeinden, die sich weigern, von einem System, das den Profit über das Leben stellt, absorbiert zu werden. Es ist der Kampf, in dem wir uns alle vereinen müssen, um ein gemeinsames Land der Völker ohne BesitzerInnen zu sein.