“Ya cayó uno y faltan tres”, sentenciaron personas armadas que incursionaron nuevamente en la finca San Rafael propiedad del Cabildo Indígena de Toribio. Ni aún con el beneficio de Medidas Cautelares otorgadas por la CIDH, el gobierno nacional establece mecanismos de protección concertados con las comunidades, mientras tanto presuntos grupos ilegales de paramilitares acantonados en la región, continúan atentando contra las comunidades indígenas.

YA CAYO UNO Y FALTAN TRES, SENTENCIARON PERSONAS ARMADAS QUE INCURSIONARON NUEVAMENTE EN LA FINCA SAN RAFAEL PROPIEDAD DEL CABILDO INDIGENA DE TORIBIO.

La ASOCIACIÓN DE CABILDOS INDÍGENAS DEL NORTE DEL CAUCA, ACIN – CXHAB WALA KIWE, denuncia y condena drásticamente la nueva incursión de personas armadas a la finca San Rafael ubicada en la vereda Mazamorrero Cauca.

Ni aún con el beneficio de Medidas Cautelares otorgadas por la CIDH, el gobierno nacional establece mecanismos de protección concertados con las comunidades, mientras tanto presuntos grupos ilegales de paramilitares acantonados en la región, continúan atentando contra las comunidades indígenas.

Comunicado público.

Hechos.

Siendo aproximadamente las 4:00 p.m del día 09 de diciembre del año 2011, nuevamente tres (3) hombres armados, uno de ellos encapuchado y dos desconocidos de tez negra, llegaron a la finca San Rafael ubicado en la vereda Mazamorrero, preguntando por Fabián, Santiago, y el Presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Potrerito municipio de Toribio, al no encontrarlos, al que cuidaba la finca le reiteraron las amenazas de muerte y se marcharon con rumbo desconocido.

Con la acción hecha el día 09 de los corrientes, ya son tres las incursiones que grupos armados, supuestos paramilitares le han hecho a la finca San Rafael, desde que la comunidad indígena de Toribio recibió el predio de manos del gobierno nacional como reparación integral al Pueblo Nasa por el caso de la masacre del Nilo. Denunciamos que en este mismo predio el día 23 de noviembre fue retenido y posteriormente asesinado el comunero Luis Ever Casamachin por hombres armados y encapuchados.

Denuncian las comunidades ubicadas en la finca, que a diario, tanto en la noche como en el día se siente gente merodear, esto lo corroboran los rastros que dejan a la orilla de la quebrada, cerca a la casa, a la entrada de la finca, y en los montes aledaños, lo que confirma el hecho que la comunidad se encuentra permanente vigilada y en riesgo permanente de ser agredida.

No obstante de existir una demanda por el asesinato de Luis Ever Casamachin, instaurada en la URI de Santander de Quilichao, así como las múltiples denuncias por hechos de violencia al interior de los territorios indígenas, es sumamente extraño que personas armadas se muevan campantes en el predio San Rafael, y no haya ningún tipo de acción estatal y de la justicia ordinaria en términos de salvaguardar la integridad física de los comuneros y comuneras que laboran en la finca. Sobre todo en una región con fuerte presencia del ejército y la policía nacional, es muy sospechoso todo esto.

Recientemente, las comunidades y territorios indígenas de Toribio, así como de otras comunidades fueron objeto del beneficio de Medidas Cautelares otorgada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, en este contexto, las comunidades deberían de contar con condiciones mínimas de protección y salvaguarda por parte del gobierno nacional.

En este sentido, la ACIN, las comunidades y las autoridades indígenas, ratifican la responsabilidad al Estado colombiano sobre cualquier hecho de violencia en contra de las comunidades, toda vez que por un lado no se ha establecido ningún mecanismo de protección debidamente concertado con las comunidades y autoridades indígenas por parte del gobierno nacional, y por el otro, porque el gobierno no ha cumplido con los compromisos adquiridos entre las comunidades indígenas y afrocolombianas en términos de dotación de tierras.

Entre tanto, las organizaciones indígenas y afrocolombianas en cabeza de la ACIN, PCN, UAFORC, entre otras de la vereda Mazamorrero, dialogan de manera permanente, en términos de fortalecer la unidad y encontrar caminos en aras de supera esta lamentable situación, consientes que lo que está sucediendo en la finca San Rafael obedece a una calculada estrategia para crear un ambiente de confrontación entre indígenas, afrocolombianos y campesinos, creada por personas inescrupulosas con fijos intereses políticos y económicos en la región.

 

ASOCIACIÓN DE CABILDOS INDÍGENAS DEL NORTE DEL CAUCA, ACIN – CXHAB WALA KIWE, Santander de Quilichao Cauca, diciembre 10 de 2011.