Felipe Zuleta acaba de escribir una de las columnas más terribles y desinformadas (con la intención de desinformar) que haya podido escribirse, titulada Minería Criminal. Todo en el texto es distorsión y falsedad enmascarada de civilidad y reflexión.

 

 

Canadá Criminal

 

Respuesta a Minería Criminal de Felipe Zuleta

 

Felipe Zuleta acaba de escribir una de las columnas más terribles y desinformadas (con la intención de desinformar) que haya podido escribirse, titulada Minería Criminal. Todo en el texto es distorsión y falsedad enmascarada de civilidad y reflexión.

 

1. Que quienes hacen minería artesanal son criminales y se limitan a las FARC, Bacrim etc. Cuando quienes sobreviven con la minería artesanal, como en Suárez y en todo el país, son pobladores pobres y víctimas de todos los grupos armados y de las transnacionales que se benefician y promueven la violencia contra ellos. Criminalizar la minería y los pueblos a nombre de defender la minería transnacional criminal es perverso y repugnante.

2. Que Canadá puede hacer minería sin hacer daño!!!! Esto es simple y llanamente falso y contrario a la verdad. Canadá internamente ha cometido, comete y prepara los peores crímenes ambientales, étnicos, sociales y culturales con sus proyectos extractivos en general y mineros en particular. De donde saca Zuleta esta afirmación? Se cree la propaganda sobre la base de una premisa muy Canadiense: todo ciudadano de ese país se cree las mentiras oficiales en principio y por principio. Que Canadá promueve la paz y la seguridad, que protege recursos naturales, que garantiza derechos laborales. Si estas cosas existen es a pesar del Gobierno Canadiense y la historia del Canadá es una historia vergonzosa de la manera en que se puede aplicar el despojo, el etnocidio y el ecocidio de manera “civilizada”, de modo que las víctimas, además, agradezcan cuando les dejan sin nada y les regalan una limosna en compensación. Pero este quehacer interno palidece frente a la minería transnacional Canadiene que en el mundo entero tira la piedra y esconde la mano. Donde llega el extractivismo canadiense llega la muerte, el terror, la mentira, la legislación de despojo. Ayer mismo llegaba la marcha del Agua a Lima para defenderse de otro proyecto minero con Canadá detrás. No hay duda del carácter agresivo, encubiertamente nefasto e imperial del extractivismo minero Canadiense que incluye, por supuesto, discursos  y respaldos como el de Zuleta, los que, en un travestismo milagroso transforman criminales en ejemplo de decencia y honestidad.

3. Que el debate civilizado es lo que promueven las mineras y el Canadá y los sectarios son los ambientalistas, es una mentira repugnante y malintencionada.Hace pocas semanas que en La Rioja, Argentina, la comunidad que había decidido civilizadamente y a través del debate que no quería minería, encontró pruebas en documentos que abandonaron en una cafetería representantes de las mineras, en los que tenían identificado uno por uno a los y las ciudadanas que se oponen a la minería y a cada cual le diseñaban una estrategia, a partir de seguimientos (tal cual las chuzadas) a unos los amenazaban o peor y a otros, los compraban o intimidaban. La civilidad de las mineras es de labios para afuera, mientras contratan sicarios, periodistas mentirosos, legisladores, ministros, investigaciones falsas y compran líderes y comuneros, Esa civilidad del Canadá y de sus industrias quedó a la vista con el fraudulento proceso que llevó a la firma del TLC entre Canadá y Colombia

 

La complicidad equivocada en la que Felipe Zuleta se asocia con Frank Giustra, Peter Munk y otros monstruos sin escrúpulos que desde una posición de poder supra-nacional tienen bajo sus órdenes al gobierno de Canadá y a una ciudadanía engañada por un país de mentiras que roba y mata a nombre de la civilización y de lo razonable es dolorosa por venir de alguien que ha defendido con un valor ejemplar la justicia y la decencia en casos como el de los falsos positivos entre otros.

 

Ojalá fueran las y los propios comuneros víctimas en Canadá y en el mundo de la “civilizada” Canadá extractivista, quienes pusieran a Felipe en su lugar y al hacerlo, por fin, a ese gran engaño de civilidad y prudencia que es hoy el Canadá que despoja y acumula con terror mentiras y sangre, mientras se presenta con modales modestos. Todo esto lo aprendieron actuando contra los indígenas desde la conquista hasta hoy, imponiéndoles, como premio por el despojo, que dieran las gracias por la miseria en la que los dejaron.

 

Manuel Rozental