Memoria Y Camino del Tejido de Comunicación

El Foro Interétnico Solidaridad Chocó, FISCH, denuncia ante la opinión pública y rechaza el vil asesinato del líder comunitario Manuel Ruiz y de su hijo Samir Ruiz Gallo, así como las amenazas a líderes y lideresas del Bajo Atrato y Darién que vienen reclamando por la no vulneración de los derechos de las comunidades de los territorios colectivos y cabildos indígenas a quienes han usurpado sus tierras.

 

Comunicado a la opinión pública

 

 

El Foro Interétnico Solidaridad Chocó, FISCH, denuncia ante la opinión pública y rechaza el vil asesinato del líder comunitario Manuel Ruiz y de su hijo Samir Ruiz Gallo, así como las amenazas a líderes y lideresas del Bajo Atrato y Darién que vienen reclamando por la no vulneración de los derechos de las comunidades de los territorios colectivos y cabildos indígenas a quienes han usurpado sus tierras.

 

Es evidente el recrudecimiento del conflicto armado en el departamento del Chocó y las pocas acciones efectivas por parte del Gobierno Nacional, con todas sus dependencias, para proteger a la población civil y a los lideres y lideresas que vienen reclamando la restitución de las tierras de cientos de comunidades; el asesinato del líder comunitario Manuel Ruiz y de su hijo menor de edad así lo demuestran.

 

En reiteradas ocasiones las organizaciones sociales y étnico territoriales hemos venido denunciando y visibilizando toda esta realidad, sin que haga eco en las entidades encargadas de brindar seguridad y garantizar los derechos de la población. En los municipios de la subregión del Bajo Atrato y Darién los actores armados ilegales andan como perro por su casa sin que las Fuerzas Militares pongan un alto a su accionar violento. A continuación damos a conocer los últimos sucesos que tiene a esta parte del Chocó sumida en el más cruel de los conflictos:

 

Los frentes 34 y 57 de la guerrilla de las FARC, EP decretan paro armado durante 8 días, del 1 al 8 de marzo, perjudicando mayormente a la subregión del Atrato, impidiendo la libre movilización de las comunidades y sus afluentes a las cabeceras municipales. En el transcurso de este paro, el día 7 del presente mes en el corregimiento de Domingodó, municipio de Carmen del Darién, en horas de la madrugada integrantes del frente 57 del mencionado grupo guerrillero, lanzan una pipeta a la infantería de Marina, que afortunadamente no impacto el objetivo; sin embargo, destruyeron 4 viviendas de la comunidad.

 

Este mismo grupo armado ilegal, instalo una bomba en los predios del Juzgado y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, en el municipio de Riosucio, misma que fue desactivada oportunamente por el Ejército Nacional, luego de que se diera aviso a la Policía.

 

El 20 de marzo, en cercanías a los Consejos Comunitarios de Bocas de Tamboral y Villa Nueva Tamboral, rio Salaquí, se enfrentaron miembros del Ejército Nacional e integrantes de las FARC, dejando como resultado dos guerrilleros muertos y a las comunidades sumidas en el temor e incertidumbre y con amenaza de desplazamiento.

 

El 23 de marzo, mientras se transportaban en un bus de servicio público por la vía que de Mutata los llevaría hasta su vivienda en Llano Rico, fueron bajados a la fuerza por hombres fuertemente armados, miembros de las filas paramilitares, el líder comunitario Manuel Ruíz Torrelosa de 55 años y su hijo de 15 años Samir Ruiz Gallo, su cuerpo fue encontrado el día 27 del mismo mes en cercanías de la finca “Las Malvinas” Riosucio, su hijo Samir también fue encontrado sin vida, ambos con impactos de bala. Manuel Ruíz era parte del comité del censo de los Consejos Comunitarios de Curvaradó y Jiguamiandó, ordenado por la Corte Constitucional mediante el Auto 448 de 18 de mayo de 2010, en el marco del proceso de restitución de territorios titulados colectivos a comunidades negras; y llevaba más de 15 años de lucha denunciando la usurpación de territorios en esta zona.

 

El día 27 de marzo de 2012, miembros del frente 57 de las FARC asesinaron a la señora Luz Marina Córdoba Martínez de 30 años de edad, en el corregimiento de Bocas Tamboral, cuenca del rio Salaquí, municipio de Riosucio, departamento del Chocó. Luz Marina deja cuatro hijos, todos menores de edad, el grupo armado se resistió a entregar el cuerpo de la difunta.

 

Toda esta realidad se constituye en una sistemática violación de los Derechos Humanos y territoriales de las comunidades afro descendientes e indígenas del Bajo Atrato y Darién por lo que:

 

Exigimos:

 

A los grupos armados ilegales, llámense como se llamen, salir inmediatamente de los territorios que no les pertenecen, y dejar fuera de su guerra a la población civil que solo quiere vivir en paz en las tierras que ancestralmente han sido suyas como pueblos étnicos dueños de territorios colectivos. Les exigimos que dejen de amenazar y acabar con los líderes y lideresas que luchan por la defensa del territorio y por el logro de la paz. Esta zona del país estamos viviendo una guerra que no hemos propiciado nosotros pero somos quienes más la sufrimos. Y no por esto vamos a dejar de proteger y defender lo que nos pertenece.

 

Al Gobierno Nacional exigimos que brinde más seguridad a la población, especialmente a los líderes y lideresas que vienen trabajando para que las tierras sean restituidas con igualdad. Ya es justo, desde que empezó la titulación de nuestros territorios colectivos, se nos viene asesinando, desplazando y desapareciendo, esta misma situación la estamos viviendo ahora que se nos van a devolver las tierras que descaradamente nos robaron.

 

A la Fuerza Pública demandamos que hagan un mejor trabajo de protección de las comunidades, muchos líderes y lideresas han denunciado las amenazas de las que han sido víctimas y es poco o nada la protección que se les brinda terminando con la vida de quienes han solicitado que se les proteja.

 

Solicitamos a los organismos de control, a la iglesia, a la comunidad internacional que sirvan de garantes en este proceso de restitución de tierras que ya ha causado la muerte de muchos de nuestros compañeros, no queremos más sangre, lagrimas y dolor; solicitamos nos ayuden a visibilizar esta realidad que se está viviendo en el Chocó, un departamento del que la violencia, la desigualdad social y el abandono estatal se han apoderado y no dan señales de dejarlo en paz. Denunciamos y rechazamos todo este accionar violento de quienes de nuevo pretenden adueñarse de nuestros territorios a costa de lo que sea incluyendo el exterminio de nuestros pueblos étnicos.

Quibdó 28 de marzo 2012

 

FISCH