Memoria Y Camino del Tejido de Comunicación

“Si no aseguramos el territorio, los hijos, los nietos, nuestra descendencia y todos los que vienen detrás no tendrán donde vivir. Sin territorio no somos nada, perdemos la identidad, la razón de ser; perdemos la vida. 

Por eso yo con todo el respeto, pido el favor a todos, para que no nos desanimemos, que no nos preocupemos tanto por nuestras almas, preocupémonos por lo que hay que hacer mientras estemos vivos y con los pies en el territorio. Antes de irnos para tierra dentro ampliemos el camino y reafirmemos la huella de lucha que dejaron los mayores”. Luis Alberto Fiscue ex gobernador cabildo de Corinto – Cauca.

 

 

Luis Alberto Fiscue es un viejo luchador, como buen Nasa es terco, rebelde y aun insiste. Insiste desde su comunidad hace muchos años, como en 1.974, cuando se fundaron las juntas comunales y él inicio en el proceso organizativo como vicepresidente de la junta de acción comunal de la vereda Chicharronal, desde esa época todavía continua animando a su comunidad y a todas las comunidades para seguir luchando por el territorio y la organización indígena. Este líder indígena desde siempre ha vivido en la vereda Chicharronal, ubicada muy cerca al casco urbano del municipio Corinto a una media hora aproximadamente, donde el 95% de sus habitantes son indígenas Nasas, el clima es cálido por eso la comunidad de esta vereda se ha caracterizado por ser ganadera y cafetera. Cuenta Luis Alberto Fiscue que el nombre de la vereda Chicharronal, viene de una mata de bejuco que crecía en gran cantidad en los potreros, esta planta viene partida en cuadritos, parecida a un chicharrón. De ahí el nombre de la vereda. También dice que los mayores a manera de enseñanza cuentan otra versión sobre el nombre Chicharronal. Comentan que un señor de apellido Trochez, primer habitante de esta comunidad realizó una Minga, trabajo comunitario grande de limpieza de potrero, cuando se secó el monte lo quemó, pero inició mal la quema, la inició de abajo hacia arriba y, cuando iba en el medio, el fuego lo envolvió y lo quemó dejándolo como un chicharrón. Menciona también que las primeras familias fundadoras y habitantes de la vereda Chicharronal son la familia Trochez, la familia Noscue, Guejia, Medina, Ipia y Gembuel. Don Luis Alberto es descendiente de la familia Ipia. 

 

 

Dice que aunque no pensaba como indio y le daba pena ser indígena, porque cuando estuvo en la escuela, donde hizo hasta tercero de primaria los profesores le dieron muy duro, más cuando hablaba en Nasa Yuwe, lengua indígena. Le decían que se olvidara de eso, para que hablara bien el castellano y aprendiera a leer y escribir. Por eso fue tratando de olvidar su identidad y se avergonzaba de ser Nasa. Sin embrago en el año 1.992 cuando se hizo la primera asamblea del cabildo en la vereda Chicharronal, empezó a conocer la organización y a participar en las reuniones, hasta que fue elegido en la directiva del cabildo como alcalde mayor y al año siguiente como gobernador, luego fue reelegido por dos periodos. Dice que cuando se vinculó por primera vez al cabildo como alcalde mayor lo hizo por curiosidad, porque los partidos políticos y los contrarios decían que el cabildo era de ideología comunista, él quería poder entrar a la oficina del cabildo y encontrar los libros comunistas, pero lo único que encontró fueron actas de reuniones sobre arreglo de problemas familiares en la comunidad, arreglo de linderos y problemas de problemas. En el año 1.994 Luis Alberto Fiscue fue  nombrado como el primer presidente de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca ACIN, hasta el año 98. Por su trabajo comunitario y con el apoyo de la comunidad fue elegido como diputado del Cauca, en representación de las comunidades indígenas. A pesar de no ser profesional como la mayoría de los que estaban en ese espacio, la fuerza de la comunidad fue suficiente para sacar adelante su compromiso. 

 

 

Ahora como hace veinte años, cuando en la vereda Chicharronal nuevamente se realizó la asamblea del plan de vida – Cxacha Wala, que indica “Fuerza grande”, el mayor  Luis Alberto Fiscué, manifiesta gran preocupación por  todo lo que está pasando en el tema organizativo y territorial. Esta preocupación es generalizada y sentida por toda la comunidad, por esta razón en la asamblea No 65 del proyecto Cxacha Wala del Resguardo de Corinto – Cauca, realizada los días 2 y 3 de abril, participaron alrededor de dos mil personas,  se abordaron las problemáticas que están amenazando la autonomía de las comunidades sobre el territorio. Entre las más sentidas se menciona la escases de tierras para las familias de las comunidades. La comunidad manifiesta que en gran parte esta dificultad se da por el incumplimiento del gobierno frente a los acuerdos de reparación en tierras. Otro tema que preocupa bastante a la comunidad, es la ocupación del territorio por parte de  grupos armados quienes están involucrando cada vez más a jóvenes y niños en la guerra. Además la instalando de batallones de alta montaña en las veredas de la parte alta del resguardo está causando daños ambientales y desarmonía en el territorio. Otra problemática grande son las empresas extractivas, una gran amenaza que recae sobre el territorio, ya que en los estudios de explotación minera aparecen pedidas en concesión las veredas del resguardo de Corinto. También la comunidad de Corinto ve como una problemática, la negación e incumplimiento de los derechos conquistados como pueblos, la aprobación de leyes que confrontan y amenazan la autonomía territorial como la creación y ampliación de las reservas campesinas en territorios indígenas, la ley de restitución de tierras, la aprobación de la ley agraria, la cual confunde y desde lo jurídico amenaza con desaparecer los derechos territoriales indígenas conquistados desde siglos atrás como los títulos coloniales, esto a través de los llamados procesos de formalización de la propiedad, que quiere decir legalización de títulos falsos y prescripción por ocupación. Así mismo es una amenaza el “saneamiento de la falsa tradición” o sea la legalización de escrituras sin origen o antecedentes, esto significa que en tierras consideradas “baldías”, pero que  hacen parte de territorios indígenas, un particular podría legalizar ante un juez, un título de propiedad mediante falsa tradición. Esto sin duda significa una grave amenaza para las comunidades de los territorios indígenas.

 

 

“En la época de 1.910, en su mayoría la zona plana de Corinto, Caloto, Santander de Quilichao, por las orillas del rio la Paila, estaba habitada por los indígenas, llegaron los blancos, los colonos y titularon todo ese territorio hasta el páramo a nombre de ellos. Llevaron  la policía de Cali y de Palmira y nos sacaron corriendo hacia las montañas. Ellos iban quemando los ranchos, tumbando los cafetales y los sembrados. Esa historia no ha cambiado, todavía nos siguen persiguiendo. Las políticas y programas del gobierno se nos vienen encima y nos quieren  barrer como basuras, nos quieren sacar corriendo como perritos regañados y si nos resistimos nos tenemos que atener a las consecuencias”, manifestó el mayor Luis Alberto.

 

Por tal razón, ante estas amenazas que hoy persisten contra el territorio, la asamblea del plan de vida Cxhacha Wala propone como alternativas de defensa territorial fortalecer la unidad a nivel interno y con los demás sectores, realizar acciones pacificas de resistencia, diálogos y el fortalecimiento de la autonomía.

 

 

Teniendo en cuenta que los sectores campesinos no son enemigos de los pueblos indígenas, la comunidad propone entablar diálogos bajo el principio del respeto y la hermandad con los campesinos que habitan en comunidades indígenas, frente al tema de la constitución de las reservas en el sentido de ratificar la autonomía. 

 

Se expresa abiertamente que no se va a permitir la entrada de empresas extractivas que lleguen a explotar los recursos naturales en territorios indígenas, se realizaran acciones de resistencia pacífica si es necesario.

 

 

Frente al involucramiento de los niños y jóvenes por los grupos armados al conflicto, la instalación de batallones de alta montaña en las comunidades y las afectaciones del conflicto a nivel comunitario y territorial, se exigirá por vía jurídica y de movilización el respeto a los menores, la comunidad y el territorio.

 

La comunidad expresa abiertamente su disposición de movilizarse masivamente para denunciar: Los daños al territorio y la comunidad generados por las políticas gubernamentales, exigir el respeto a los derechos como pueblos indígenas, el cumplimiento a los acuerdos pactados con el gobierno nacional ratificando la autonomía organizativa, política y territorial de los procesos de base.

 

Tejido de Comunicación – ACIN

tejidocomunicacion@gmail.com