El atentado criminal perpetrado contra el ex ministro del Interior y de Justicia1, Fernando Londoño Hoyos, sin duda, es un acto prepolítico, que deja efectos políticos inmediatos y, en el mediano plazo, veremos derivaciones electorales en los comicios de 2014. Es decir, de manera temprana, el tema de la reelección de Juan Manuel Santos empieza a jugarse política e ideológicamente alrededor de dos dicotomías: pazguerra y seguridad democrática-prosperidad democrática.