Las imágenes que nos llegaron el viernes pasado desde Al Houla, Siria, son tan atroces que casi ni se pueden soportar. Tengo una hija de cinco años y sé que sólo la suerte de haber nacido en otro lugar la separa de tragedias como éstas. Es la congoja que siento lo que me lleva a escribirles hoy, porque estoy convencida de que juntos podemos detener este horror.

Docenas de niñas y niños yacen cubiertos de sangre, mostrando en sus rostros el miedo que sintieron antes de morir, mientras sus inocentes cuerpos sin vida revelan lo que quedó de una indescriptible masacre. Estos niños fueron asesinados por hombres bajo órdenes estrictas de sembrar terror. Mientras tanto, la diplomacia internacional se ha limitado a enviar unos cuantos representantes de la ONU que apenas se dedican a 'observar' la violencia. Ahora, a raíz de la matanza, diferentes gobiernos están expulsando a los embajadores sirios. Pero si no exigimos acciones contundentes sobre el terreno, todo puede quedarse en ineficaces medidas diplomáticas.

La ONU está debatiendo qué hacer ahora mismo. Si hubiese una gran presencia internacional con el mandato de proteger a los civiles en todo el territorio sirio, podríamos prevenir las peores masacres mientras los líderes concentran sus esfuerzos políticos para resolver el conflicto. No puedo ver más imágenes como éstas sin que se me rompa el alma. Pero para detener la violencia es necesario que nos unamos con una sola voz para exigir la protección de estos niños y sus familias.

Haz clic al enlace para pedirle a la ONU que tome acciones inmediatas y comparte esta campaña con todo el mundo.

http://www.avaaz.org/es/syria_will_the_world_look_away_c/?cl=1834212196&v=14760