El día 17 de julio de 2012, después de que las comunidades indígenas recuperaran su cerro Berlín en Toribío en el Cauca. Una parte de las comunidades retornaron a sus lugares de origen, para el día siguiente llegar con más fuerza y continuar en asamblea permanente.

 
“Las cosas allá en Toribío quedaron muy tensas, yo por eso me regresé a mi casa. El ejército no aceptó la retirada del lugar; sin embargo salieron. Creo que no se van a quedar de brazos cruzados, uno no sabe que puedan estar pensando”. Dijo un comunero de Jámbalo. 
 
Pareciera que la malicia indígena nunca los traiciona. Toda la noche se escucharon helicópteros sobrevolar por este municipio. Los medios de comunicación en muchas ocasiones deslegitimaron las acciones justas de una comunidad digna. 
 
Desde las 2 de la mañana del miércoles, la policía y el ESMAD impidieron el paso de las comunidades indígenas que se dirigía hacia el cerro el Berlín, para encontrarse con sus hermanos, que los esperaban para continuar en la asamblea permanente. “Era las cinco de la mañana y se escucharon explosiones y ráfagas en el cerro, pensé que algo malo estaba sucediendo pues el ruido de los helicópteros no me dejaron dormir y ese sobrevuelo era una señal de que algo malo se acercaba.” Exclamaba una joven de una de las veredas aledañas a este sitio. 
 
Doscientas personas se encontraban en las alturas del cerro Berlín cuando fueron sorprendidos por el ESMAD y el ejército Colombiano quienes a fuerza de fusil ingresaron al sitio donde permanecía la población civil. “Nos tiraron papas bombas, gas, ráfagas; nos quemaron los platicos que servían de techo y le echaron candela a las ollas donde cocinábamos nuestros alimentos. En este momento hay 16 heridos que presentan lesiones en la espaldas, brazos cuello, cara y columna. La mayoría de los heridos son por esquirlas de las granadas, alambres de púa, golpes y quemaduras de gas”. Afirma Jorge Palomino, coordinador del movimiento Juvenil. 
 
Todos estos atropellos se hicieron para que la comunidad saliera despavorida del lugar. No hubo tiempo de recoger las pertenencias de los comuneros. Mucha gente corría defendiéndose del gas, que cada vez era mas intenso. Mientras El ESMAD desalojaba brutalmente a la gente, para abrir paso a la fuerza pública, algunos soldados maldecían a la comunidad y los insultaban, mientras otros alzaban sus fusiles como un símbolo de triunfo. También se escucharon gritos diciendo “aquí estamos otra vez”. 
Uno de los heridos más graves fue, el joven Nelson Guetio, quien fue bajado del cerro por uno de los caminos de herradura, durante dos horas, hasta encontrar una moto para trasladarlo al hospital de Toribío y posteriormente, al hospital nivel Tres, en Santander de Quilichao. 
 
En una entrevista con el gobernador de Toribio, Marcos Yule nos cuentó que el joven Nelson Casamachin, del movimiento juvenil, se encuentra detenido por el ejército. También manifiesta que la fuerza pública, el gobierno y los medios de comunicación provocan a la comunidad. “La gente esta airada e inconforme, se están organizando para nuevamente entrar al lugar, por diferentes puntos; pero la fuerza pública sigue tirando gas a la comunidad que avanza hacia el cerro”. 
La defensoría del pueblo se encuentra en el casco urbano de Toribío mediando entre el gobierno y las comunidades. “Sí el gobierno quiere hablar, hablamos, pero de buena manera, primero que saque al ESMAD del lugar para poder sentarnos a hablar sobre los puntos que hayan que tratar y así poder contener esta situación. En este momento el gobernador de San Francisco se encuentra en el lugar y será él quien verifique apenas salga el ESMAD. Siendo así, sí viene la delegación del gobierno que quiere hablar pues que hablen. Primero confrontan y ahora que hay heridos si quieren hablar.” Continúa diciendo la autoridad tradicional de Toribío. 
 

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Mientras tanto el ESMAD continúa tirando gas a los indígenas que vienen de diferentes resguardos y que intentan ingresar al cerro. Los militares han taponado las entradas de los caminos de herradura que conducen a la montaña. La defensoría busca la manera de comunicarse para conseguir la orden de la retirada del ESMAD. 
 
Las autoridades tradicionales piden que se calme la situación y por eso le dice a la gente que no se deje provocar por el ejército y que evite confrontaciones. 
Las comunidades esperan una asamblea prevista para hoy con la consejería de la ACIN y el CRIC, para tratar los puntos que se le manifestarán al gobierno. Se espera conformar la mesa de diálogo. Porque las comunidades indígenas siempre han manifestado su disposición para conversar. 
 
“El forcejeo de ayer, si los medios de comunicación movieron opinión diciendo que las comunidades indígenas estaban haciendo algo ilegal, en ningún momento se sacó a la fuerza pública a palo, a machetazos ni se les pateó. En los medios no se muestra lo bueno que hicimos. No muestran cuando la guardia indígena le ayudó a sacar la remesa. Tampoco muestran la conversación con el comandante donde dijimos que las cosas se harían calmadamente. Pero si muestran ese forcejeo del soldado que no quería salir del lugar.” Termina diciendo Marcos Yule. 
 
Todo esto acontece mientras un helicóptero y una avioneta del ejército colombiano sobre vuela el área. Por tierra van centenares de indígenas del norte del Cauca, para apoyar la resistencia que hace parte de sus mandatos. Manifiestan que si los atropellan ¡se defenderán con el arma que tienen, la unidad! 
 
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