El Tejido de Educación del Cxhab Wala Kiwe –ACIN, inició la Minga del Libro con la intención de construir un Centro de Documentación de las comunidades indígenas del norte del Cauca que permita fomentar la lecto-escritura y la investigación para el fortalecimiento de los Planes de Vida.

En este sentido, desde varios meses atrás personas, amigos, organizaciones, colectivos y demás, vienen aportando su granito de arena a esta Minga del Libro, donando documentos, libros, revistas y entre otros medios escritos que permitan adquirir otros saberes y conocimientos necesarios para el aprendizaje cotidiano con niños, jóvenes y adultos desde el territorio.

Y justamente hoy 4 de octubre, La Minga del Libro se dio cita en Bodega Alta, resguardo indígena de Huellas Caloto, para que estudiantes, profesores, rectores y orientadores de la comunidad educativa y de la comunidad en general del proceso organizativo del norte del Cauca, se encontraran para compartir pensamientos acerca de la importancia de leer y escribir en el marco de la Minga del Libro para la construcción del Centro de Documentación.

El Centro de Documentación no sólo pretende recolectar textos escritos, sino también fotografías, documentales, grabaciones y demás productos educativos que acompañen en la resistencia indígena. “En el pensar y sentir para hacer consciencia de nuestra realidad y construir un país más armónico. El Centro de Documentación  debe ser un centro para la investigación, la memoria, la historia, la cultura. Leer y escribir para recuperar la memoria y caminar la palabra”, explicó Janeth Hoyos, Coordinadora Pedagógica del Tejido de Educación.

Esta propuesta nace desde varios años atrás, pero tan sólo este año se empieza a cristalizar a través de la Minga de Libro, donde se pretenden recuperar todos los tipos de textos escritos desde dentro y fuera de la comunidad Nasa para visibilizarlos y compartirlos en el territorio. En ese camino, la gobernadora suplente del Cabildo de Tóez, quien también participó en esta Minga del Libro invitó “a que lean los libros que salen de la comunidad para narrar las vivencias y experiencias de nuestros mayores”.

Igualmente, se resaltó que el Centro de Documentación es liderado por la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca, en el marco de los Planes de Vida y los Proyectos Educativos Comunitarios. Por esto, Fredy Guevara, consejero de la ACIN, insistió en que es importante “caminar con los libros en los resguardos para ir dejando enseñanzas y para recoger nuestros mitos y leyendas a través de la escritura”. Dijo también que es una responsabilidad de todas y todos “motivar la lecto-escritura de nuestros niños y niñas”.

De otro lado, en las reflexiones acerca de la importancia de los libros y de leer y escribir, se tejieron opiniones importantes para fortalecer los procesos de educación propia. Por ejemplo: “pensar en otras formas de leer y escribir que no se centre en los libros, es decir, saber escuchar y leer nuestra corporalidad, nuestra Mama Kiwe, nuestra realidad, nuestra comunidad. Para luego apropiar y transformar esas herramientas de poder como los libros en aras de visibilizar y consolidar los Planes de Vida”, apuntó el Tejido de Comunicación ACIN.

Porque si como indígenas Nasa vamos a leer y a escribir para acumular y guardar conocimientos, estaríamos cumpliendo con el papel dominante y seríamos representantes del extractivismo intelectual. No podemos caer en ese juego, los libros, la lectura y la escritura deben ser herramientas y espacios de liberación de la consciencia y de nuestros imaginarios colectivos.

Tenemos que leer y escribir para defender la vida, para recuperar nuestra memoria y para escribir nuestra propia historia desde nuestra cultura, ancestralidad y espiritualidad. “Si los libros cumplen el papel dominante acaban con la memoria y la palabra de los pueblos”, replicó Jorge Caballero, de Comunicaciones CRIC. Así, nuestra tarea como investigadores, educadores, comunicadores, líderes de procesos es “visibilizar nuestros conocimientos, nuestra sabiduría que ha estado oculta y subordinada a los autores colombianos y latinoamericanos que han negado nuestra historia”.
 
Hernán Rivera, de Etnoeducación del Cabildo Urbano de Santander de Quilichao, ratificó que debemos “rechazar el  proyecto de muerte educativo que ha pisoteado la sabiduría ancestral”, porque la educación que nos imponen desde la Escuela siempre ha sido dominante y ha pisoteado nuestras formas ancestrales de educarnos desde nuestra cosmovisión. La educación no es la que se encierra en un aula, porque “todos los días se aprende para fortalecer los ejercicios de sabiduría en nuestro territorio. Todo lo que tenemos a nuestro alrededor es educación, lo que vemos, lo que sentimos, lo que escuchamos”, expresó Hernán Mulcué, rector de la Institución Educativa de Guadualito.

Entonces, nuestro desafío es apropiar esas herramientas. Leer, escribir y crear libros pero para caminar la palabra según los pasos que dejaron nuestros mayores, porque “el libro es el Tejido de la palabra. Si no se teje no se puede construir la memoria, el tejido de saberes”, concluyó otra de las participantes en la Minga del Libro.

Tejido de Comunicación ACIN