Un espectáculo bochornoso: el Ministerio del Interior y la empresa El Cerrejón están consultando sobre una obra que no se sabe si se va a hacer ni cómo será. Irrespeto a la dignidad del pueblo wayúu. Acusación ante la Procuraduría.

Empecemos por hacer algo de contexto en el tema de las consultas previas, originadas en un acuerdo que Colombia suscribió con la OIT, o sea que es una política global, no una invención del gobierno. Se podrá discutir mucho cómo deben ser y hay que hacerlas de la mejor manera. ¿Por qué deben ser consultadas las comunidades indígenas? Hay un asunto que no se puede olvidar y es que por siglos las comunidades a las que llamamos indígenas y afrodescendientes han sido asesinadas, masacradas, saqueadas, robadas, vilipendiadas, humilladas. No existe una palabra de la historia universal de la infamia que no se haya usado en la práctica contra esos seres humanos. No fue que a algún gobierno se le ocurrió un día darles una gabela más a unos sectores privilegiados que todo lo tenían y todo lo mangoneaban. No. Les están dando unos derechos especiales es a ver si sobreviven y no desaparecen de la faz de la tierra. Si perdemos este punto de vista, nos confundimos.

 Lo anterior es aún más cierto en la etapa de la globalización, porque las comunidades indígenas ya ni siquiera se tienen que enfrentar con los poderes locales del viejo hacendado o minero o comerciante del pueblo, sino que se están enfrentando con los más grandes poderes del universo. Las comunidades wayúu de La Guajira son un estorbo para Xtrata, para Angloamerican y para Billiton, las propietarias de El Cerrejón. Xtrata acabA de fusionarse con Glencore en una operación que vale más de 100 mil millones de dólares. ¡Imagínense entonces a un indígena wayúu al lado de Xtrata! Si no hay una protección especial para ese compatriota, las trasnacionales lo borran del mapa. Entre otras cosas, porque una parte bien grande de los wayúu ni siquiera habla una lengua que puedan compartir con los ejecutivos de estas compañías. Es el contexto que quiero plantear. Ahora, que haya que hacer las consultas bien hechas, sí, pero éste es el antecedente que pretende corregir el acuerdo de la OIT, con el agravante de que estamos en la etapa de la globalización.

 Hace un momento estuve hablando con un amigo que es especialista en estos temas y me decía que hay una ofensiva global por eliminar el derecho a la consulta previa o volverlo un chiste, como usted acaba de contar, senador Ballesteros, en el caso de las regalías, porque la Corte Constitucional escribe tres párrafos a favor de la importancia de la consulta y después no procede en consecuencia. Eso me recuerda a un senador que había aquí, no en esta Comisión, y que en esos proyectos de ley bien horribles, primero, se echaba un discurso argumentando que era malísimo y, al terminar, decía: “Dejo constancia, señor ministro, de que lo voy a votar a favor”. Que no nos termine la Corte Constitucional en estos menesteres aplicando la misma lógica.

Me voy a referir al caso del río Ranchería. No tiene que ver con su Ministerio, señor ministro Fernando Carrillo, porque empezó en el período del ministerio del doctor Germán Vargas Lleras, y lo quiero poner como un ejemplo de los horrores que hoy están sucediendo. Es una historia y unos detalles que usted necesita conocer, porque al final lo que le voy a pedir es que corrija el horror que se está haciendo. El horror es tan grave que le anticipo que en los próximos días voy a denunciar ante la Procuraduría a los funcionarios del Ministerio del Interior que están en alianza, a mi juicio ilegal, con El Cerrejón, atropellando las leyes de la República.

 Cuál es un poco la historia, brevemente. El Cerrejón, una de las grandes trasnacionales del mundo, quiere desviar el río Ranchería en 26 kilómetros. Es por supuesto un escándalo mundial, porque desviarlo fácilmente hará que se pierda. Es un río que llega agonizando a Riohacha, como un hilo de agua. En sus orígenes, donde lo van a desviar, es uno de los ríos más bellos que yo haya conocido en Colombia, vale la pena que los cachacos lo conozcamos. Hay un debate enorme, porque el Ranchería es parte de la cultura y de la vida de los wayúu, hoy víctimas de la mina que se ha venido construyendo sobre la base de desalojarlos, incluso con buldócer, como ocurrió hace unos años con la comunidad de Tabaco. Ahí están las películas.

 Hay una discusión en torno a la consulta previa que se tiene que hacer en estos casos para tramitar la licencia ambiental. Pero ya el Ministerio del Interior arrancó con la consulta. Aquí tengo la prueba. “Acta del taller de preacuerdos de consulta previa en el marco del proyecto de expansión T500 ioulla” , el nombre guajiro que le han dado al proyecto. O sea, el Ministerio del Interior ya está en la consulta previa. Pero ojo con esto, señor ministro, para que usted se asombre, porque probablemente no lo conozca. El 9 de julio le preguntaron al doctor Roberto Junguito, presidente de la empresa, en qué iba el proyecto de desvío del río y miren, senadores, lo que dijo: “Este proyecto hasta ahora está en la etapa de prefactibilidad (…) el desvío del Ranchería, como otras alternativas, se está evaluando”. El doctor Junguito lo que dice es que apenas lo están pensando y que podría suceder. Y agrega: “No hemos pedido un solo permiso formal, porque aún estamos evaluando. Sólo a finales de este año se daría ese momento cuando decidamos qué proyecto se va a ser”. Creámosle al doctor Junguito y concluyamos que ellos todavía no saben si van a desviar el río o no. De mi oficina le consultamos al Ministerio de Ambiente si había alguna propuesta de cualquier tipo sobre ese río y nos dijeron que no había nada. El Minambiente nos confirma lo que dice el presidente la empresa. Pero el Ministerio del Interior, son como magos, ya está consultando sobre una cosa que no se sabe cómo va a ser, ni si se va a hacer, ni cuándo se va a hacer, nada.

 El Ministerio del Interior y la empresa están recogiendo firmas y actas, esta es una, y llevan 68 acuerdos con comunidades guajiras. Repito, “preacuerdos del proceso de consulta previa en el marco del proceso de expansión”. Las firmas, es un decir, la mayoría son huellas digitales, porque esos compatriotas wayúus en parte importante no saben leer ni escribir y muchos ni hablan español. La operación la andan haciendo en combo los funcionarios del Ministerio del Interior y los empleados de Carbones de El Cerrejón.

Qué es lo que dice la ley al respecto y por qué estoy en trámites de demandar a estos funcionarios y no sé si al propio ministro. Porque las consultas previas están completamente reguladas. El artículo quinto del Decreto 1320 de 1998 habla de los “estudios ambientales”, que no son parte de la consulta previa. Son estudios ambientales que hay que hacer en los proyectos mineros que exijan consulta previa, pero no son parte de ella. Simplemente, será normal que el interesado, la empresa, en este caso, tenga que hacer algún un grado de consulta y darles participación a los indígenas en el diseño ambiental del proyecto que se vaya a desarrollar. Pero no es la consulta previa. El artículo doce establece con toda claridad cómo es que empieza la consulta previa: “Dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de la solicitud de licencia ambiental o del establecimiento del Plan de Manejo Ambiental, la autoridad ambiental competente comprobará la participación de las comunidades interesadas en la elaboración del estudio de Impacto Ambiental (o la no participación), y citará a la reunión de consulta previa que deberá celebrarse dentro de los treinta (30) días siguientes al auto que así lo ordene preferiblemente en la zona donde se encuentre el asentamiento”.

Entonces, si no hay estudio de impacto ambiental, si El Cerrejón no ha llevado ningún papel al Ministerio de Ambiente sobre estos asuntos, si ni siquiera pueden estar haciendo estudios ambientales, porque no se sabe cómo se va a hacer, ¿cómo es que los funcionarios del Ministerio del Interior andan realizando una consulta previa? ¿Sobre qué están consultando? Pero la norma va más allá. Ordena una Sentencia de la Corte Constitucional que cuando la empresa presente el proyecto y empiece el trámite de la consulta previa, habrá que consultarles a las comunidades el procedimiento, a quién se le cuestiona y a quien no. Es evidente que aquí se está adelantando, senadora Daira Galvis, usted que es abogada, un procedimiento que no es el establecido en el Decreto. El propósito es corromper a las comunidades, no hay otra explicación, porque no se está en ninguna de las etapas de la consulta previa. Es un espectáculo bochornoso.

 Llevan 68 actas y están haciendo más. Miremos en qué consisten. Suponen ya un acuerdo y me imagino que El Cerrejón el día de mañana lo va a llevar al Ministerio de Ambiente a decir que ya hizo el trámite. Leamos un poco cuál fue el acuerdo al que llegaron. En el mejor de los casos, siendo muy amplios con la sentencia de la Corte Constitucional y con las normas, la empresa y el Ministerio del Interior deberían estarles preguntando a los wayúus, por fuera de ley, cómo quisieran que fuera la consulta previa, y aceptando que algún día va a llegar el proyecto y que ya se sabe cómo es. Pero miren qué es lo que les están preguntando y qué lo que les están otorgando. Dice, peticiones de las comunidades: un jagüey –un hueco para sacar agua–, se acepta por parte de la empresa. Otra petición, cien chivos, aparece una nota: “Se acepta por parte de la |empresa con la modificación de que sean 90 hembras y 10 machos”. Ministro, esto es una ofensa a la dignidad nacional, que sea el tipo de cosas con las que estén engatusando a nuestros compatriotas. Otra petición: 9 novillas y un toro. Nota: se acepta por parte de las empresas. Otra, alambre para cultivos –debe de ser de púas– se aclara que este alambre es del patio productivo de Las Yujas. Otra, mantenimiento de la trocha con un puente en el arroyo. Otra, hilo para las artesanas de acuerdo al censo. Pregunto: ¿esto qué tiene que ver con una consulta, qué tiene que ver con el medio ambiente, con el impacto ambiental, con el río Ranchería? Es una vulgaridad.

 Que lo hagan los empresarios solos, quedarían muy mal ante ellos mismos y ante el resto del mundo. Pero que funcionarios del Ministerio del Interior estén involucrados presentando este adefesio como una consulta previa no tiene ninguna presentación. Otros ítems, construcción de un quiosco para eventos y reuniones de la comunidad. Otro, que se tenga en cuenta a los miembros de la comunidad para la generación de empleo. ¿Que se tenga en cuenta qué quiere decir? Nada. Y son no sé cuántas páginas de lo mismo y ya van 68 actas similares.

 Me parece de una gravedad inaudita que Xtrata, Angloamerican, BPH Billiton, el doctor Roberto Junguito y el doctor Germán Vargas Lleras, exministro del Interior, le jalen a estas irregularidades y nos digan que se trata de una consulta o preconsulta o como quieran llamarla. Podría entrar en más detalles, pero no se trata de hacerlo hoy. El 30 de noviembre, los invito de una vez, vamos a hacer un debate sobre el tema en esta Comisión y habrá tiempo de hablar más largo.

 Concluyo entonces, ministro, pidiéndole a usted que anule todo lo actuado, que sancione a los funcionarios que se metieron en el operativo y que por supuesto no lo sigan llevando adelante, porque andan los funcionarios del Ministerio del Interior y los místeres de El Cerrejón repartiendo chivos por toda La Guajira. Ojalá en algún momento se aprueben las normas que haya que aprobar para que estas anomalías no sigan sucediendo.

Ver video (16:36): http://bit.ly/VQS1oy

Moir