El cerro de Munchique es el nido del Trueno, es donde los the walas se comunican con los dueños de la naturaleza, dicen los mayores. Desde allí con las primeras luces de la mañana  se observa la neblina que cubren las montañas del resguardo de Munchique Los Tigres en el municipio de Santander de Quilichao, en el departamento del Cauca, desde  donde se enciende el transmisor que replica la  voz del pueblo nasa.

alt“Pa’yuuumat” es una palabra que brota desde el pensamiento nasa, que nos enseña el respeto, nos invita a la amistad, a la dulzura con los demás  y es la expresión más sencilla de comunicar del pueblo Nasa. Nuestros mayores y mayoras decían “pa’yuuumat” a cualquier hora del día y nos enseñaban a pedir  permiso para entrar a un lugar.

Hoy pa’yumat no solo retumba en la voz de los mayores y las mayoras. Hoy pa’yumat, habita en los suspiros de quien la escucha, porque es la voz que llegó y se quedó para hablarle al oído, al pensamiento, a la vida y al espíritu. Pa’Yumat  es la voz del pueblo nasa, que subió a lo más alto de las montañas para gritar que ya no es posible el silencio y para anunciar a sus hogares palabras y música que convoquen a la vida.

Todo empezó en enero 2001, cuando en una junta directiva de la ACIN realizada en la comunidad de Toez, en el mismo lugar donde hoy se celebra sus diez años, los gobernadores aceptaron que diez jóvenes indígenas, egresados de la Escuela de Comunicación de la Zona Norte del Cauca, se hicieran responsables del proyecto de la emisora. Coordinados por Mauricio Dorado y apoyados por los cabildos indígenas de la zona, se inició no un proyecto; sino un proceso de comunicación para defender los planes de vida y el territorio.

Es por esta razón que ustedes, desde el 12 de mayo de 2002, todas las mañanas, escuchan una voz en nasayuwe y en español, con una canción de cuerda de fondo, que viajan por el aire, traspasan los ríos,  y se ubican en cada  cerro para replicar y continuar su recorrido en el horizonte azul que caracteriza al departamento del Cauca, en el sur occidente de Colombia, esa voz y ese sonido musical es el reflejo del trabajo de los comunicadores comunitarios que se levantan cada mañana, con el compromiso de hacer una emisora  diferente, para que cuando  llegue a su casa, no solo aliente, ni entretenga; si no que también concientice sobre la realidad que viven las familias campesinas, afro descendientes, urbanas e indígenas.

altEn Radio Pa’Yumat están las voces de los guardias indígenas cuidando el territorio, es el lugar donde se replican las enseñanzas de las mayoras tejiendo las mochilas, es la que acompaña  a los  mayores que cultivan  la tierra y es por donde se anuncian  las decisiones de las asambleas que guían el  sueño  del pueblo nasa.

A lo largo de estos 10 años, nuestra radio difusora ha transmitido y difundido la lengua, la cultura, las tradiciones y la música de las comunidades y los pueblos indígenas de Colombia. Durante una década la emisora ha acumulado la sabiduría de los ancianos, ha recogido las inquietudes de los jóvenes, de los hombres y de las mujeres.  Y su memoria no solo se encuentra resguardadas en los audios sino en los corazones de quienes la escuchan.  Así también emitimos las voces otros pueblos del continente que anuncian sus propuestas de vida y denuncian los atropellos a la vida.

La emisora  del pueblo nasa no solo abrió  la mente y el espíritu de las personas; sino que también logro reencontrar y dar a conocer las costumbres de las comunidades vecinas que no se conocían entre sí.   

Ahora es posible observar el impacto que ha tenido la radio en las poblaciones hasta donde llegan las ondas hercianas, especialmente en las comunidades indígenas. Solo basta con recordar los rostros sudados de los guardias indígenas y de la gente en general que han llevado su radio colgado en el hombro en las movilizaciones. Así también escuchar a  los mayores y mayoras cantar la música que suena en la radio mientras caminan horas hasta llegar a sus lugares de trabajo. A ello se suma la satisfacción de personas que encuentran el caballo, la cedula, su moto que se habían extraviado pero que a través del eco de cada  radio encuentran lo que se les había perdido. Además son muchas  las cartas y las llamadas telefónicas que llegan mes a mes a la emisora dando gestos de agradecimiento porque la información que se emite  contribuye a las actividades de las comunidades. Del mismo modo las visitas  de la gente los días sábados, que llegan a enviar un saludo a sus familias, que se quedaron en sus casas o aquellas familias o amigos que viven en otras comunidades o también aprovechan para avisar que les bajen el caballo hasta donde llega la chiva para poder transportar el mercado del pueblo.

Igualmente nos llena de satisfacción observar la alegría de los niños que se sientan delante de un micrófono o le hablan a una grabadora periodística  para contar lo que sienten y hacen  dentro de sus comunidades.

Los músicos de la región también han hecho de la emisora un lugar suyo y fue el espacio de comunicación que abrió las puertas para que muchos compositores que se encontraban en el anonimato dieran a conocer sus melodías.

altAsí también recordamos La Radiocicleta, un equipo de transmisión radial móvil acondicionado en una bicicleta que acompañó todo el recorrido de la marcha que se llevó a cabo en el año  2004, cuando 60 mil indígenas salimos a la panamericana a caminar desde Santander de Quilichao hasta  la ciudad de Cali,  para  convocar a otros pueblos a la unidad y para rechazar el tratado de libre comercio con  Estados Unidos.

Todo este trabajo  hizo posible que en el año 2005, la emisora se convierta en un hilo que entrelazó la comunicación audiovisual, las memorias de los impresos y las luchas de resistencias puestas en la web, con la riqueza espiritual del pueblo nasa, para que desde allí camine la palabra libre y teja con esa otra Colombia.
Hoy radio Pa’Yumat hace parte del Tejido de Comunicación para la Verdad y la vida de la ACIN. Compuesto por un equipo humano de 18 personas  que no solo han hecho escuela para la formación  técnica, sino también para entender lo político de este sistema dominante.

Ellos que hacen parte de las realidades que aquejan a su pueblo y su territorio, saben que es necesario sacar el micrófono de las cabinas de transmisión para dar la palabra al blanco, al negro, al indio y al campesino. Pues solo de esta manera se cruzarán las ideas y las voces lograrán vestirse de colores. Por eso caminan  junto a las luchas de los corteros de caña, de los paneleros, de los pequeños mineros, de los movimientos estudiantiles y de mujeres, así como de otros sectores sociales.  

Al interior de las otras radios ha podido trabajar coordinadamente para llegar más lejos con la concientización de temas como privatización de agua, minería, tratados de libre comercio, entre otros. Retornan cada memoria, cada conocimiento  y cada realidad  hasta sus lugares de origen para ayudar a despertar  la conciencia  y a conservar la historia, las tradiciones y la lengua.

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Las emisoras: Voces de Nuestra Tierra en Jambaló, Radio Nasa en Toribio, Uka Wesh en el Resguardo de Canoas, en el municipio de Santander de Quilichao  y Radio Pa yumat de la Zona Norte del Cauca, son las únicas emisoras, en la zona que transmiten programas en nuestra lengua, y dan  cumplimiento a uno de los  derechos de los pueblos indígenas: el derecho a ser informados en nuestro propio idioma. Estas radios han sido facilitadoras de los procesos políticos organizativos, educativos, el uso de las lenguas y del fortalecimiento de nuestra cultura. Pero, sobre todo, se han convertido en un puente de comunicación entre el mundo indígena y el no indígena.

Ahora no solo quieren que Radio Pa’Yumat se quede en los hogares del Cauca, sino también que la voz del pueblo haga parte de un Tejido continental de radiodifusión, pero no solo para indígenas, sino para un tejido donde hablen los movimientos sociales del continente y que sirva como estrategia para enfrentar los desafíos que impone la tecnología y para que contribuya al reconocimiento de la diversidad de los pueblos, a la pluriculturalidad y al fortalecimiento de las luchas dignas.

No es posible narrar la historia de 10 años de la emisora Radio Pa’Yumat, la voz del pueblo nasa, en tan pocas palabras. Pues ha sido  un  largo camino lleno de alegrías, tristezas y sobre todo de lucha por transmitir el verdadero  sentido de la comunicación para la verdad y la vida.  Por la emisora Radio Pa’Yumat han transitado compañeros y compañeras, de las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizos, todos afanados  por comunicar para la vida.  Todos ellos dejaron su corazones en cada palabra que decían a través de la emisora y  hoy son aquellas voces que acompañadas de la palabra de la comunidad hacen historia en la emisora, en la voz del pueblo nasa.   

Gracias por dejar entra la voz del pueblo nasa a sus hogares. Durante estos largos años, ustedes las comunidades han demostrado su inquebrantable compromiso hacia este sueño que se hizo realidad.

Por eso los estamos invitando a celebrar este 3 de Noviembre  a la comunidad de Toez Caloto, el  mismo lugar donde se gestaron compromisos para la construcción de este camino construido con muchas manos.  Son  diez años de camino comunicando vida juntos. Festejemos esta alegría de todo el pueblo nasa.

Tejido de Comunicación ACIN