“Ya puedo morir tranquilo” le dijo un mayorcito a Harold, del Tejido de Comunicación, en una entrevista. Es que la gente relaciona la muerte con un descanso, con una labor cumplida. Porque este mayor trabajó con el padre Álvaro Ulcué y ayudó a construir el plan de vida de la comunidad de Toribío y dice él que hasta ahora nadie lo había entrevistado, nadie le había sacado las palabras que quería decir, y al hacerlo, al comunicar lo que le faltaba, redondeó su aporte en la comunidad.

 
 
El III Encuentro cultural Álvaro Ulcué Chocué fue como una fiesta de espíritus. El martes, con el çxapuç, bajó a la comida mucha gente que ahora habita otro espacio, que llamamos el mundo de los espíritus. Al amanecer, las mariposas se hicieron presentes en los platos de comida que se había preparado para que ellos y ellas la disfrutaran. El fuego estuvo presente todo el tiempo, avivado por la danza de la comunidad.
 
 
En el día las carrozas que representaban vivencias de la comunidad caminaron por las calles de Toribío y se sentaron a la mesa del tercer encuentro en el Cecidic: el yu lucx (hijo del agua), la siska (gusano del choclo), el çxapuç (cuando bajan los espíritus), la lucha de la cacica Gaitana con Añasco hecho prisionero, sxlapum (origen del fuego), el pájaro chocolatero, el duende, la mariposa símbolo del encuentro… 
 
 
El miércoles los jóvenes, niños y niñas, estudiantes de escuelas y colegios llegaron a cantar, dibujar, pintar. Una sucesión de arte y plástica desfilaron por las tarimas y galerías acondicionadas para este propósito (ver resultados).
 
 
El jueves fue el día del deporte y la danza. Fútbol sala, voleibol, basquetbol, triatlón y tiro con arco convocaron a deportistas y barras en ambiente festivo y amistoso. En danza se hicieron presente 36 grupos de todo el municipio, en las categorías de autóctona con 22 grupos y folclórica con 14 grupos (ver resultados).
 
 
El viernes fue el día de niños, niñas y jóvenes. Una concentración de cerca de 3000 personas. Los niños, niñas y jóvenes expresaron con su voz y sus dibujos el rechazo a la guerra, a la violencia en la familia, a la contaminación del territorio con todo tipo de basuras. Una de las vallas expresa “exigimos la paz que es parte de la armonía”. En los juegos inflables pudieron divertirse un rato, enloquecidos de alegría pues para muchos era la primera vez que se montaban en esos juegos o en los brinca-brinca. 
 
El sábado fue la conmemoración central de los 28 años de la muerte de Álvaro. Primero la eucaristía, concurrida, sentida, participativa. Luego Abadio Green y Juan Manuel Serna hablaron de la importancia de la educación y la memoria. Abadio habló del universo de saberes que hay en los idiomas indígenas, por lo tanto la fuente primaria de la educación. Educación propia empieza por idioma propio. Juan Manuel habló de la importancia de registrar los saberes de forma escrita y de ahí la necesidad de simplificar su escritura, porque ese es un medio y no puede convertirse en un bloqueo. Los dos criticaron duramente la educación occidental, colonial y dominante, que en gran medida ha ocultado y enterrado muchos saberes autóctonos. “Si no es educación propia, es educación copia” dijo Abadio. “Si un gringo cae en la selva, en su paracaídas, y ve un tigre, busca en su manual de supervivencia qué hacer: Tigre, página 41. Va a esa página y encuentra varios dibujos de tigre, compara con el que tiene al frente y el libro le indica ir la página 285. Mientras hace todo eso ya se lo comió el tigre” contó Juan Manuel. Ninguno de los dos negó la necesidad del diálogo de saberes, pero hicieron énfasis en partir de los propios saberes para poder hablar con los otros.
 
 
Viernes y sábado fueron días para exponer productos de la comunidad. Desde tortas de guineo hasta zapatos Maensu, pasando por colada de rascadera, manillas de chaquira, dibujos y pinturas, cremas y champús, café kwesx café, hortalizas orgánicas, artesanías, lácteos San Luis, libros, folletos, revistas, videos del Tejido de Comunicación, experimentos científicos sencillos, postres de mora, pan de achira etc., etc. La comunidad ha tomado el camino de organizarse en grupos para producir alimentos, confecciones, y buscarse el sustento.
 
 
El domingo cerramos con el segundo encuentro musical Encantos de mi tierra. 12 grupos musicales de Toribío desfilaron por tarima con canciones propias, junto con otros grupos invitados. En el marco de este encuentro se premió el concurso de danzas y sus ganadores danzaron para toda la comunidad. Reina, la señora especial de Toribío, fue quien más gozó. Bailó la mayor parte de las danzas con los grupos, uniéndose a la coreografía, y gran parte de las interpretaciones de los conjuntos musicales. Y otro mayorcito, con bastante chicha en la cabeza, cansado de bailar solo un gran rato encontró a Reina y por fin zarandearon el esqueleto en compañía.
 
 
Un encuentro lleno de alegría. Y de trabajo. Con un mes de anticipación, o más, los equipos de trabajo empezaron a preparar este tercer encuentro. Cocina debió alimentar a cerca de diez mil personas durante toda la semana. Gestión debió conseguir para alimentar a este mar de gente y rebuscarse para lo logístico, lo artístico, los y las invitadas. Las organizaciones de la comunidad se vincularon decididamente: alcaldía municipal, cabildos, Proyecto Nasa, Salud Toribío, ACIN, Tejido de Comunicación, las instituciones educativas, la parroquia el Cecidic, por supuesto, con el apoyo de entidades externas. Los profes y las profes, integrando varios equipos, tuvieron una participación protagónica. Los y las estudiantes prepararon su participación artística de manera destacada e integraron los equipos organizadores. El equipo de comunicación llevó la palabra del encuentro a toda la comunidad de Toribío, la zona norte y a lugares insospechados a través de internet. Fueron seis días de transmisión sostenida en directo con participación de estudiantes, profesoras y comunicadores y comunicadoras de Nasa Estéreo y Radio Payumat.
 
 
Hay mucha gente que da gracias por el encuentro, ya sea porque participó o porque lo escuchó por las emisoras. Y sobre todo porque el encuentro recordó que la sabiduría está viva y se expresa en símbolos; porque se recordó a las personas que han dado su vida y su trabajo y porque se recordó sus frutos. 
 
 
Presentes, danzantes, comelones y comelonas, compañeros y compañeras de camino estuvieron los espíritus. Los sentimos. Han de estar contentos y para eso era. Como el mayorcito que da gracias porque pudo dar su palabra. ¿Sería él o alguien que hablaba a través de su boca? Quien quita. Pero no se vaya todavía, abuelo, que vendrán muchos frutos y muchos encuentros más. Aunque también muchos çxapuç.
 
GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS – SEMANA ALVARO ULCUE – TORIBIO 2012: http://www.nasaacin.org/galeria-de-fografias/category/99-semana-alvaro-ulcue-toribio-2012
 
Equipo de comunicación Cecidic