Después de 520 años de discriminación de educación para el indígena y las  comunidades, el Tejido de Comunicación retorna con las voces silenciadas por cinco siglos a las aulas del conocimiento caucano. Se comparte las hazañas titánicas en el deber ser de resistir y defender la vida  y el territorio contra el plan de muerte de un mundo voraz. 

 
El tejido llegó a los recintos de formación de la Universidad del Cauca. En la búsqueda del reencuentro de los conocimientos eurocéntricos y los saberes ancestrales, dándole sentido a la academia para despertar la conciencia del caminar junto a la comunidad y sus procesos y no solo atrincherados detrás de un escritorio y un libro. 
 
La comunicación diferencial indígena llegó a las aulas con el entendimiento, que la educación en Colombia es un derecho fundamental, esencialmente violado, más aun en el acceso a la educación superior. Porque la enseñanza que llegó a nuestros territorios, tiene rasgos característico de dominación: impositivos, verticales, segmentados, castrantes y principalmente  de conocimientos coloniales. 
 
Durante años la educación que se ha impartido ha tenido  como propósito de aprendizaje, establecer una forma única de pensamiento acorde a las pautas y códigos del modelo euro-americano, excluyendo de forma radical ese otro que siempre ha estado allí, pero se ha invisibilzado porque solo ha servido como un objeto de estudio.
 
Tanto las ciencias duras (matemáticas, física, biología) y las ingenieras como las humanidades, son enseñadas en recintos de cuatro paredes de una manera lineal y jerárquica, un sistema de adiestramiento para propiciar obreros dóciles, manipulables y de mano de obra calificada barata. Sobremanera para los pueblos afros, campesinos, urbanos pobres e indígenas.
 
Sin embargo los requerimientos actuales de enseñanza exigen a los pueblos, la formación del pensamiento más allá de la búsqueda de la verdad científica, en la búsqueda de una formación educativa que emancipe y fortaleza el pensamiento desde lo propio y particular de las comunidades. Y no solo hacia dentro sino para todos también que están afuera.
 
Así comienza en horas de la mañana del 5 de diciembre la introducción por parte de la docente Elizabeth Tabares sobre a la apropiación de las cámaras por los pueblos indígenas de América, explica como inicia la descolonización de la imagen para los pueblos originarios. En la clase de antropología visual.
 
Dando entrada para que aquel indígena ponga sus palabras mutiladas y esclavizadas en los oídos y ojos de los jóvenes estudiantes. 
 
El retorno después de cinco siglos de exclusión en la educación, ya no como un simple espectador del adoctrinamiento sino como un relator de experiencias desde su propia visión del mundo a través de las imágenes en movimientos, que es el resultado de muchas lunas y soles en la construcción de una comunicación para la defensa de la vida; partiendo desde el propio pensamiento y de las herramientas apropiadas y sin pedir el permiso al antropólogo.
 
El Tejido de Comunicación dialoga en mesa redonda el camino y el proceso comunicativo de largo aliento. Sus inicios, sus procesos, sus estrategias y sus contradicciones. Comparte la propuesta de formación de la Escuela de Comunicación: el camino de la palabra digna, como una práctica educativa y comunicacional diferencial desde y para los pueblos.
 
Se explica el sentido de la comunicación en el tejido dentro de un contexto socio político violento y coercitivo. Dejando ver las imágenes audiovisuales movida y sin enfoque de un ataque de la guerra abierta y sangrienta en territorios Nasa. Contrastando con los planos inmóviles y estéticos de la métrica de video y cine occidental.
 
El reto de llegar como Tejido de Comunicación a las aulas universitarias  es responder al llamado de compartir los saberes y experiencias de un trabajo político, espiritual organizativo a antropólogos en formación, mostrando la vitalidad de los procesos fuera de la academia pero con el ánimo de convidarlos a la construcción de un conocimiento horizontal y de dialogo con las comunidades.
 
Dejando claro la voz y postura de la comunidad, que somos autónomos y nuestra labor la cualifica la experiencia del caminar trochas de barro y piedras por territorios acechados por las transnacionales y por las balas que quieren ahuyentar y eliminar nuestra propia universidad: el caminar la vida y los territorios.
 
Tejido de Comunicación – ACIN
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