El argumento es conocido: la competencia vitaliza al mercado. Cuanta más competencia hay, mayor el valor agregado de los productos. Así lo cree la Comisión Europea, que desea renovar las leyes sobre la concesión del suministro de agua en Alemania. Hasta hoy esta tarea ha estado en manos de los municipios, quienes cuidan del buen estado de los acueductos y canalización, y garantizan que cada casa tenga acceso a agua potable. En ciertos casos los municipios comisionan algunas de las actividades a empresas privadas pero rara vez se concesiona la totalidad del servicio.

Más ganancias menor calidad

Una nueva directriz busca estandarizar en toda Europa la concesión de servicios, también los del sector del agua. La Comisión Europea presentó a finales de 2011 un paquete de leyes al respecto. En marzo se tomará la decisión.

Los municipios reclaman su derecho de administración de los recursos y consideran que la Comisión Europea los está privando del mismo. Además enfatizan que el manejo del agua debe ser hecho acorde a las condiciones de cada región. “La energía se puede mezclar, pero el agua no” dice Hans-Joachim Reck, director de la Asociación de Empresas Municipales (VKU por sus siglas en alemán).

Si próximamente empresas europeas se hiciesen cargo del suministro de agua en Alemania, podría verse en riesgo el mantenimiento de los estándares de higiene. “En todo lugar donde las empresas privadas han llegado a encargarse del servicio de agua los ciudadanos han tenido malas experiencias” afirma Reck. Un buen ejemplo es Paris, en donde después de unos años de estar el servicio en manos privadas pasó nuevamente al sector público.

Bien público en vez de bien económico

También Mathias Ladstätter, experto en manejo de agua del sindicato de servicios Verdi, se manifiesta en contra de la iniciativa, y pone como caso negativo a la ciudad de Berlín.

A finales de los 90 un sector del manejo del agua de la ciudad fue puesto en manos privadas. En contra de lo anunciado, los precios por el servicio de agua en la capital alemana subieron, dice Ladstätter en conversación con la DW. Ha subido hasta un 30%, “y de ese 30%, mínimo del 6 al 10 por ciento son ganancias”. En el caso de las empresas, en vez de invertir en infraestructura sólo se concentran en el lucro. Por el contrario los municipios tienen la tarea de preveer asistencia social para los ciudadanos.

Según Evelyn Gebhard, diputada del Partido Socialdemócrata en la Unión Europea, Londres ejemplifica perfectamente las fallas a las que conlleva la privatización del agua. En Londres se registró una pérdida del 40% del agua potable porque las empresas no invirtieron en la manutención de las canalizaciones. Según el experto en manejo de aguas Mathias Ladstätter, el peor escenario se presenta si las leyes de la Unión Europea terminan impulsando una especie de privatización obligatoria del servicio.

Privatización obligatoria por la puerta de atrás

Es una preocupación fundamentada, dice Evelyn Gebhard. Las comunidades temen que pronto deban abrir licitación para el suministro de agua si este no es 100 por ciento organizado por el estado.

Actualmente las comunidades en Alemania pagan en una sola factura los servicios privatizados de transporte y energía, ahora se teme que le llegue el turno al agua. En otros países de la Unión Europea los servicios son facturados por separado. “Esta forma de factura conjunta perjudica a las comunidades y debe ser modificada”, dice Evelyn Gebhard. Dado el caso de que se tenga que privatizar el suministro del agua se le debe exigir a las empresas claramente que cumplan con todos los criterios de sostenibilidad. “No se le debe dar una concesión a aquel que ofrezca un mejor precio, sino a aquel que garantice la calidad del servicio.”

Autor: Günther Birkenstock/ Julieta Romero

Editor: Claudia Herrera Pahl

Alemani. 21.02.2013

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