La aparente calma de los días de Navidad se esfumó demasiado rápido para nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó.

Las mismas instituciones del Estado han estado violando nuestra privacidad; los actores armados se siguen ensañando en nuestro territorio para disparar sus armas y sembrar terror, convirtiendo nuevamente nuestros espacios de paz en zonas de combate; militares y paramilitares regresan a sus períodos más criminales en su unidad de acción, ya no sólo para anunciar masacres y agresiones sino para reeditar sus criminales retenes sobre la vía y buscar a nuestros líderes para desaparecerlos y exterminarlos. Todo esto contextuado por la desprotección absoluta con que el Estado rehúsa controlar a sus agentes directos e indirectos en sus prácticas delictivas. Por ello dejamos nuevamente constancia, ante el país y el mundo, de las últimas agresiones:

El martes 31 de diciembre de 2014, hacia las 11:00 horas, funcionarios de la Defensoría del Pueblo ingresaron sin autorización alguna a nuestro asentamiento privado de San Josesito, haciendo caso omiso de las vallas que marcan el carácter privado de nuestro espacio de refugio y aduciendo que estaban allí porque creían que luego de la petición de perdón proferida por el Presidente Santos a nuestra Comunidad de Paz, ya no existiría limitación o restricción alguna en la interlocución entre Comunidad e instituciones, desconociendo a la vez la privacidad de nuestros espacios de refugio y protección, frente a instituciones que sólo han sabido agredir, desconocer derechos e incumplir sus propias obligaciones legales.

Entre el sábado 5 y el domingo 6 de enero de 2014 se escucharon detonaciones de artefactos explosivos en las veredas Mulatos y La Resbalosa. Se teme que haya habido  heridos o muertos como consecuencia de las explosiones.

El martes 7 de enero de 2014, hacia las 18:30 horas, se presentó un fuerte combate en el lugar La Antena, del corregimiento de San José, causando mucho temor en la población civil de la región.

El miércoles 8 de enero de 2014, hacia las 14:15 horas, en el lugar conocido como Tierra Amarilla, sobre la vía que comunica a Apartadó con San José de Apartadó, tres paramilitares vestidos de civiles y portando armas cortas, detuvieron el carro de servicio público que transitaba en ese momento con dirección a San José y preguntaron por un personaje que ellos necesitaban, refiriéndose a Germán Graciano Posso, Representante Legal de nuestra Comunidad de Paz, quien a última hora había decidido no abordar el vehículo de turno en la terminal de transporte de Apartadó y que lo conduciría a San José. Cabe recordar que ese mismo día, en horas de la mañana, la Policía había instalado un retén a escasos minutos del lugar. Al no encontrar a Germán entre los pasajeros, conminaron a éstos a no hablar en absoluto sobre lo ocurrido si querían conservar sus vidas. Todo muestra que su propósito era desaparecer o asesinar a nuestro Representante Legal, cumpliendo así con numerosas amenazas proferidas en ese sentido. El lugar donde esperaron a Germán es un lugar donde la presencia del paramilitarismo a lo largo de las últimas décadas ha siso intensa y donde sus retenes han llevado a la muerte o desaparición forzada de numerosos integrantes de nuestra Comunidad de Paz.

Dejamos esta constancia ante el país y el mundo. Nuevamente agradecemos a las numerosas comunidades y grupos de Colombia y de otros numerosos países que han interpelado a las autoridades colombianas por su complicidad con el crimen y han censurado enérgicamente sus prácticas absolutamente contrarias al respeto elemental que ellas deben a todo ser humano. Nuevamente condenamos, desde nuestra impotencia, la criminalidad obstinada del Estado que nos rige.
 
Comunidad de Paz de San José de Apartadó

Enero 13 de 2014