con enorme preocupación y tristeza, la lamentable y trágica noticia de los hechos ocurridos el día 27 de enero del presente año en la cárcel modelo de Barranquilla en la que perdieron la vida once (11) compañeros internos, otros cinco (5) se encuentran en estado crítico y un número elevado de heridos debido a las quemaduras presentadas.

 

Queda nuevamente evidenciada la violación de los Derechos Humanos por parte del Estado Colombiano y la desidia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, quienes poco o nada han hecho para mitigar en algo el alto índice de hacinamiento que se viene presentando en las cárceles del orden nacional donde la Dignidad Humana de los reclusos no se respeta en lo más mínimo.

Sin lugar a dudas, el hacinamiento y el actuar indebido del cuerpo de custodia del INPEC, son los elementos que generan este tipo de desenlaces fatales. Los atropellos y provocaciones por parte de los guardianes  son permanentes, pues al parecer se les otorgo “patente de corso” para maltratar a prisioneros y familiares visitantes. Valga mencionar que las direcciones de las cárceles se encuentran en su gran mayoría en poder de militares retirados quienes se comportan con un odio visceral contra los reclusos a quienes consideran como sus enemigos.

La Dirección General del INPEC viene desde hace años dirigida por generales en servicio activo de la policía a quienes desde la academia militar se les inculcan antivalores para someter a las personas a todo tipo de vejámenes y hasta desapariciones. Basta mirar cómo se encuentran desprestigiadas las fuerzas militares y de ´policía por violaciones de Derechos Humanos dentro de las filas y en las Estaciones donde se ha practicado la tortura y violaciones a hombres y mujeres.

La tragedia ocurrida el día 27 de enero en la cárcel de Barranquilla, es apenas el inicio de lo que se puede presentar en el resto de cárceles y ante tales muestras, debemos advertir a la comunidad Nacional, Internacional , Organismos de control y Organizaciones Defensoras de Derechos Humanos que lo mismo puede presentarse en cualquier momento al interior de la cárcel de SAN ISIDRO de POPAYÁN, donde se presenta un alto porcentaje de hacinamiento en todos los pabellones e incluso en las mal llamadas Unidades de Tratamiento Especial-UTE- que no son otra cosa que CALABOZOS donde se tortura, aísla e incomunica al recluso.

En los calabozos de la cárcel de Popayán existen varios internos que llevan más de un año soportar todo tipo de mal tratos y sobreviviendo en condiciones inhumanas y miserables como si se trataran de salvajes fieras y no de seres humanos, pues las UTE se crearon para aislar y mantener en un estado de secuestro a los reclusos donde pocas veces se les permite ver el sol.

Los presos en general hacemos un llamado urgente al Ministro de Justicia, al Defensor Nacional del Pueblo, al Procurador General de la Nación para que se decrete la EMERGENCIA SOCIAL CARCELARIA y se implementen acciones verdaderas, rápidas y efectivas para mitigar la crisis carcelaria y se garanticen nuestros derechos a la vida en condiciones dignas.

Hacemos un urgente llamado a las Organizaciones Defensoras de Derechos Humanos para que acompañe nuestras denuncias y preocupaciones, las cuales desde ya advertimos, sin negar que nuestro temor es latente, pues las cárceles se han convertido en unas “bombas de tiempo” sin que el Gobierno Nacional y los entes de control del Estado asuman un papel serio frente al problema de hacinamiento y de violación de los Derechos Humanos.

Es vergonzoso y paradójico, que las investigaciones internas de los funcionarios del INPEC las realice el denominado Comité de Investigaciones Internas del mismo INPEC, situación ésta que no garantiza la imposición de sanciones a guardianes, pues la misma procuraduría ha manifestado que es “competencia de las Oficinas de investigaciones internas de cada regional del INPEC adelantar las investigaciones y sanciones internas del personal de guardia”. Esta situación es muy preocupante, ya que los resultados son conocidos y donde se termina archivando la investigación y absolviendo al investigado.

Es bueno recordar que el INPEC se abrogo el derecho de “legislar” y dicta medidas cada vez más represivas contraviniendo principios fundamentales de los reclusos, de los niños y de familiares visitantes. La discrecionalidad que la Corte le otorgo al INPEC, no ha sido más que una herramienta para que abusen y amenacen con sus poderes de decisión. Este elemento permite que los funcionarios del INPEC (Directivos y guardianes) abusen, chantajeen, amenacen y pongan en práctica los conocidos “montajes judiciales” donde el mediador es el soborno y generación de conflictos, pues es claro que el personal de guardia incita y provoca riñas al interior de los patios para desestabilizar y justificar traslados y lo que es peor, mantenerse en los negocios ilícitos que ellos patrocinan.

Por último, con inmenso pesar enviamos nuestro mensaje solidario a los familiares, amigos y allegados de los compañeros presos que han muerto miserablemente quemados y en condiciones dolorosas propias de un régimen opresor e insensible.

A los compañeros reclusos que se encuentran heridos, les deseamos de todo corazón una pronta recuperación.

Lamentablemente nos mostramos pesimistas en que de esto salgan funcionarios del INPEC responsables por la masacre presentada en la cárcel de Barranquilla, por lo que debemos preguntarnos ¿Cuántos presos más debemos morir dentro de las mazmorras del régimen para que se adopte una política criminal verdadera y no solo la de la venganza  y el odio?.

Popayán, 31 de enero de 2014

POBLACIÓN DE RECLUSOS-CÁRCEL DE SAN ISIDRO POPAYÁN.