Se trata de una estimulación hidráulica para aumentar las reservas de petróleo y gas, cuyo impacto ambiental aún no se logra calcular.

 

Ni siquiera Estados Unidos —país líder en esta práctica—ha logrado dimensionar los efectos negativos para su medio ambiente, por causa del ‘fracking’. Aun así, Colombia en poco tiempo pasará a engrosar la lista de los países que permiten y alientan este tipo de exploración no convencional de hidrocarburos.

Para el mes de agosto, cuatro días después de que arranque el nuevo gobierno —el de Santos o su sucesor—, se conocerá la lista completa de las empresas a las que se les adjudicaron áreas de exploración con este método “no convencional” y que iniciarían a principios del próximo año, registra el mismo medio.

La cuestión está en que el Gobierno nacional, antes de permitir estas operaciones, tendrá que resolver los temores que ya genera. Entre otros: que causa cáncer, temblores, deja el agua infestada de elementos radiactivos o tóxicos, contamina el aire y contribuye al calentamiento global.

Dichos riesgos han sido señalados por defensores del ‘fracking’ como “mitos”, pero la realidad ya está documentada en algunas investigaciones del Servicio Geológico de EE.UU. Es el caso del los estados de Oklahoma y Ohio de esa nación, donde el número de terremotos han aumentado drásticamente en los últimos meses, pasando de 20 a 100, desde octubre de 2013, según Actualidad RT.

La Comisión Europea también admitó que esta actividad ocasiona problemas de polución de aguas subterráneas y superficiales, altas emisiones de gases tóxicos a la atmósfera, contaminación acústica, alto peligro de ocupación de tierras y grave amenaza a los recursos hídricos, describe El País.

Por lo anterior, hace poco un tribunal estadounidense sentenció a una petrolera con una millonaria indemnización de 2,9 millones de dólares a una familia texana, debido a las claras evidencias de que sus operaciones de ‘fracking’ les generó problemas de salud a esta, informa El Diario Montanes, de España.

Un examen toxicológico practicado a la familia Parr encontró más de una veintena de químicos en su sangre, según abogados de la familia. Y en el caso de sus vecinos, un especialista en contaminación ambiental detectó la presencia de hidrocarburos como benceno, tolueno, etilbenceno y xileno.

Datos de The Wall Street Journal sitúan en más de 15 millones de estadounidenses, los que viven a una distancia inferior a un kilómetro y medio de un pozo de extracción, que estarían siendo afectados por la actividad, complementa el medio español.

Pese a ello, en Estados Unidos los buenos números que refleja el ‘fracking’ y su aporte a la economía nacional han desechado la discusión. Hace dos meses, el diario británico The Independent reportó que “esta técnica para sacar hidrocarburos atrapados en rocas está llevando a la economía gringa a producir más barriles de petróleo que el mayor productor de oro negro en el mundo, Arabia Saudita, y también está aumentando su producción de gas a un ritmo tan disparado que pronto podría dejar de depender de las reservas de países como Rusia”, cita El Espectador.
Este será el choque de ideas que ahora enfrentará en Colombia a defensores y detractores de la cuestionada técnica de fracturación hidráulica petrolera. El viceministro de Energía, Orlando Cabrales, aseguró a El Espectador que se están tomando medidas de prevención extremas. “Tuvimos el mejor conocimiento científico disponible. Me siento tranquilísimo con la forma como lo estamos haciendo”.

Sin embargo, en otros países el único consenso que parece haber entre la comunidad académica es que sobre esta manera de explotar hidrocarburos hay más preguntas que respuestas.

Los defensores del fracking argumentan que la posibilidad de extraer más gas, una energía limpia y barata, supone un medio ambiente más limpio y un ahorro energético importantísimo. Un ejemplo de ello es que la sustitución de centrales alimentadas por carbón por otras alimentadas por gas propiciaría una reducción del 50% de las emisiones de CO2 -a los niveles de los noventa-, explica La Información.

Aparte, un estudio elaborado por la consultora Llorente & Cuenca destaca que los procesos de fracturación hidráulica están sujetos a normas de seguridad y ambientales muy rigurosas, que previenen riesgos más graves, adiciona el mismo medio.

A esto se apega el viceministro Cabrales, que asevera que “en Colombia las empresas que recurran al fracking estarán legalmente obligadas a revelar los químicos que ponen en el agua”, como medidas para mitigar su impacto, cita El Espectador.

Por ahora, el país ya cuenta con un reglamento que expidió el Ministerio de Minas y Energía el pasado 27 de marzo, que establece “los requerimientos técnicos y procedimientos para la exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales”.

El siguiente paso será el reglamento que expedirá la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), sin el que no será posible que las compañías empiecen labores de exploración a través de la polémica técnica.
Aparte el viceministro Cabrales aseguró al medio capitalino que las empresas estarán obligadas a medir la actividad sísmica desde el primer día. “En Estados Unidos empezaron sin marco regulatorio, nosotros estamos haciendo lo contrario”, complementa al rotativo.

Desde que se dio a conocer el Plan Nacional de Desarrollo de Santos, la controversial técnica ha estado en boca de los sectores involucrados, razones por las que el Gobierno se vio motivado a traer expertos para preparar durante 2 años lineamientos precisos, en materia técnica y ambiental, sobre esta práctica, según El Espectador.

Pese a esos esfuerzos, una verdad de a puño dejará en evidencia que en Colombia, al igual que en Estados Unidos, se impondrá el beneficio económico sobre las alertas a la salud humana y del medio ambiente.

 

http://www.pulzo.com/economia/134261-colombia-iniciara-exploracion-de-hidrocarburos-con-nociva-tecnica-del-fracking