La importancia de la pervivencia de las comunidades indígenas es la garantía de los territorio libre de minería y políticas neoliberales. El tema minero-energético fue uno de los problemas más discutido por los participantes del congreso extraordinario del CRIC, quienes durante los días 14, 15, 16 de octubre replicaron la inconformidad ante la falta de garantías a ejercer los decretos ya firmados de salud y educación y sistemas general de participación, que de ningún modo cumple con la libertad plena de los territorios indígenas. 

 
Desde el día martes 14, Jorge Garay y Camilo Castellano, ponentes y expertos en el tema minero-energético enfatizaron que Colombia es uno de los países de pésimas políticas ambientales cediendo licencias mineras sin ningún consentimiento previo e informado a las poblaciones que viven en territorio indígena, campesinos y afros.
 
Para la muestra de un botón se refiere al ministerio de ambiente que no tiene la capacidad de evaluar los estudios de impacto ambiental, más cuando se refiere a la extracción minera a cielo abierto que genera enormes daños al medio ambiente, contaminado las aguas, el aire y provocando graves problemas sociales y de salud.
 
Es así que mencionan que el ministerio de medio ambiente ha venido en decadencia donde fácil mente las multinacionales de extracción minera pueden influir en decisiones que afectan la soberanía nacional. 
 
Unas de las problemáticas graves que para el gobierno y el ministerio de ambiente no tiene precedente, es la aprobación y ejecución de la consulta previa y licencias ambiental express, donde el tiempo máximo son cuatro meses en que se busca una supuesta consulta previa y la aprobación de las licencias express.
 
Es así como funciona parte de la política minero-energética; mientras en Colombia se ejecuta una licencia ambiental en menos de seis meses, en Estados unidos y Canadá el tiempo máximo solo para los estudios ambientales es de 6 a 8 años, donde invierten el tiempo en los mejores técnicos ambientales.
 
La minera de gran magnitud con un 80% en territorios campesinos e indígenas es un daño fatal para la madre tierra y tratándose del fracking (fractura hidráulica), donde la fractura al suelo se profundiza en 1500 metros para extraen gas y petróleo, causando daños irreversibles a las rutas del agua subterráneas, al oxígeno, creando un desequilibrio sísmico al suelo que provocará desastres naturales.
 
Por otra parte en Colombia quienes asesoran el tema ambiental, hacen los estudios sísmicos al fracking y exportan otros minerales son los aliados número uno del extractivismo; en otras palabras; hacer el fracking en Colombia “es como poner al ratón a cuidar el queso”.
 
El día miércoles 15 de octubre participó una comisión numerosa, difícil de recoger las inquietudes y propuestas donde se enfatizó el tema minero-energético que afecta a todas las comunidades indígenas y no indígenas en distintas localidades del país. En la comisión de minería las posición de la comunidad es un rotundo “no” a la minería artesanal y artificial, ambas dañinas para nuestra madre tierra. Uno de los participantes manifestó que: “otro de los problemas es el engaño del gobierno con las regalías, una forma de comprar a los líderes y a los alcaldes, poniendo en contradicción a las mismas comunidades”. También se hacen las autocriticas ante las contradicciones que se han visto en las comunidades indígenas con la minería artesanal que son las mismas que dan paso a la minería ilegal y mega minería formando un caos ambiental e impacto sociocultural en las comunidades campesinas, indígenas y afros.
 
Una compañera miembro de la defensoría del pueblo y comunicadora social, recomienda que hay que estar pendiente más hacia dentro de las comunidades que hacia fuera, ya que la mega-minería está entrando con los movimientos menos sospechosos al territorio; cuenta que en la primera exploración llegan al territorio y pasan sin ser percibidos. “Es así que la primera etapa de exploración llega a los territorios con estudiantes de universidades quienes supuestamente están haciendo trabajos de la universidad, con sus amigos indígenas o campesinos, se hacen los perdidos e inventan cualquier pretexto para hacer creer que son buenas personas, que quieren ayudar a la comunidad”.
 
“La segunda etapa de la minería va cargada de confusión a las comunidades, con minería ilegal; violencia; conflicto armado; división de la comunidad; compra de algunos líderes; asociación de grupos armados quienes ayudan a crear conflictos sociales, económico, político y sociocultural. Es así como funciona otras de las etapa de exploración que divide a las comunidades indígenas, campesinos y afros para explotar el mineral tranquilamente”.
 
La siguiente etapa es cuando ya hacen todas las instalaciones para la explotación de la minería. “Es ahí donde las empresas han cumplido con todo el procedimiento de cooptación y exploración; y lo que es peor es la etapa donde se han estudiado cien por ciento a la comunidad, como por ejemplo: cuáles son las debilidades, qué hace la comunidad, en qué trabajan, qué comen, como están organizados; es decir le hacen todo un estudio socio cultural e ilusamente nos engañan de la manera menos notable”.
 
Las empresas mineras entran con todo su poder a los territorios, acompañados de medios masivos de comunicación; equipo técnico ambiental; con gobiernos a su favor y toda una estructura militar que garantiza la libre extracción del mineral.
 
Son estas las preocupaciones en muchas comunidades de diferentes pueblos indígenas, quienes han manifestado que uno de los primeros puntos que se debió firmar con el gobierno nacional es la libertad de la madre tierra y la garantía de la pervivencia como pueblos originarios.
 
De esta forma es como se lee el panorama minero-energético y sus riesgos en contra de la vida en las comunidades indígenas, campesinas y afro-descendientes que solo significa pobreza y muerte; porque acabar con la madre tierra es acabar con la vida donde los y las participantes rechazan rotundamente los proyectos de minería y políticas del neo-extractivismo cuyo posicionamiento de las comunidades participantes en este congreso extraordinario es seguir luchando hasta tener el territorio libre de minería y proyectos que afecten a las comunidades indígenas y no indígena en el país.
 
Tejido de Comunicación – ACIN