Hace ya varios meses, líderes y pobladores de Llano Verde, en el suroriente de la ciudad, vienen convocando a hacer de su barrio un territorio de paz, donde se pueda convivir sin violencia y con oportunidades sociales. En esa búsqueda, es necesario reconocer que algunos funcionarios y dependencias municipales hacen su labor, con tareas quizás muy aisladas en el acompañamiento a la comunidad; sin embargo, las condiciones materiales concretas, la integralidad de los proyectos, programas y planes no han logrado consolidar una política de convivencia social, ni para ese barrio, ni para ninguno de los sectores más vulnerados por el fenómeno de la violencia en Santiago de Cali.

 
 
El caso de la niña Ana Victoria Guevara de 10 años que fue alcanzada por una bala perdida el fin de semana pasado, cuando jugaba frente a su casa en el barrio Llano Verde, ya se ha presentado en otras comunidades en los últimos meses, sin que haya la suficiente respuesta institucional y social que proteja y garantice la vida.
 
En medio de las expresiones de dolor y al entregar el pésame a la familia y la comunidad de la niña sacrificada, instamos a los habitantes del barrio Llano Verde a persistir en su propósito de hacerse comunidad de paz, para ello es necesario requerir de las instancias correspondientes presencia articulada para que asuman de manera más integral la responsabilidad en el tratamiento de las violencias, manteniendo como alternativa la convivencia pacífica.
 
Jesús Darío González Bolaños
Coordinador Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali
 
Santiago de Cali, 27 de abril de 2015