La Tupinambá Glicéria Jesus da Silva, al lado del ex-presidente Lula, lleva su experiencia de lucha a los movimientos sociales de Río de Janeiro.
 
Glicéria Jesús da Silva salió de la aldea Serra do Padeiro, en la Tierra Indígena Tupinambá de Olivença, Estado de Bahía, para ir a Río de Janeiro a hablar de la lucha de su pueblo. Recorrió, de un rincón a otro, decenas de kilómetros. Toda esa extensión era de dominio o circulación Tupinambá cuando comenzó la colonización hace 515 años. 

 
Desde entonces, el pueblo pasó a entablar una de las más emblemáticas luchas populares de la Amerindia contra el Estado colonial. Van cinco siglos. Glicéria habló a los cariocas sobre esa trayectoria de los Tupinambá en la reivindicación por un pedazo de ese territorio tradicional, ubicado en las sierras y el litoral del sur bahiano, donde durante el siglo XX esos indígenas resistieron el decreto de extinción de su pueblo.
 
La Tupinambá habló esencialmente de la vida de su comunidad, tal vez el tema central del documental “El Retorno de la Tierra Tupinambá” (2015), realizado por la antropóloga Daniela Alarcon y por la cineasta y documentalista Fernanda Ligabue, que contó con el apoyo de la ONG Reporter Brasil y con recursos voluntarios de más de 500 donantes. Las exhibiciones del filme en Río de Janeiro llevaron a Glicéria a debates y diálogos con grupos y organizaciones sociales y de clase. Daniela estudia a los Tupinambá desde 2010. Mejor dicho, aprende con los Tupinambá, que desde hace 11 años esperan la demarcación de la Tierra Indígena Tupinambá de Olivença. No de brazos cruzados.
 
Vea y descargue el filme: El Retorno de la Tierra Tupinambá.

TUPINAMBÁ – O RETORNO DA TERRA from O retorno da terra on Vimeo.

 
Daniela concluyó su disertación de Maestría trabajando el tema de las reocupaciones de tierras tradicionales de ese pueblo. El foco se esparció en la aldea Serra do Padeiro, comunidad de Glicéria y de su hermano, el cacique Babau Tupinambá. La investigación abordó el pasado, revelando la violencia estatal y de los hacendados sufrida por el pueblo hasta hoy. Hace poco más de un año, en 2014, el Ejército llegó a ocupar militarmente la tierra indígena. El 1º de mayo de este año, Adenilson da Silva Nascimento, agente indígena de Salud, fue asesinado después de sufrir una emboscada al lado de su esposa, baleada en la pierna. Días después, las casas de una aldea fueron quemadas, los indígenas fueron atacados y las plantaciones destruidas. “Pasé a acompañar el contexto dramático y conflictivo de los Tupinambá y cómo eso repercute en la sociedad. Tenemos una prensa que no presta un servicio con la cobertura prejuiciosa, basada en la difamación que suele hacer. Entonces, el documental busca difundir lo que de hecho ocurre allá”, cuenta Daniela.
 
 El documental busca que los propios Tupinambá sean los protagonistas, y son ellos los que cuentan la historia. Sin embargo, la producción refleja una angustia de Daniela: todo el material recolectado en su estudio para la maestría, absolutamente revelador, podría tener un acceso restringido al ambiente académico. El filme sería una forma de alcanzar a más público, colaborando con los movimientos de presión de los Tupinambá porque se les garanticen sus derechos territoriales. “Lo que impide el reconocimiento de los derechos territoriales a los Tupinambá es la omisión del Estado brasilero, que no cumple sus atribuciones constitucionales. Cabe al Ministro de Justicia (José Eduardo Cardozo) firmar el Decreto Declaratorio y él, sin justificación alguna, no lo firma”, dice.
 
La negación de esos derechos causa inseguridad jurídica y los Tupinambá sienten en la piel la violencia que llena los espacios vacíos dejados por el Estado. Según señala la investigadora, así como los movimientos indígena e indigenistas, demarcar el territorio garantizaría el pago de las reformas a los ocupantes no indígenas, el reasentamiento de los pequeños y el enfriamiento de un conflicto alimentado por la incertidumbre de un procedimiento exhaustivamente detallado por la Constitución, legislaciones y decretos.
 
Por otro lado, el racismo está bastante acentuado en los municipios en los que incide la TI Tupinambá de Olivença. La campaña contraria a la presencia de los indígenas, que son acusados de “delincuentes”, “engañadores”, “mestizos disfrazados de indios”, tiene como principal vector a los medios de comunicación regional y nacional hegemónicos. El Noticiero de la Band, por ejemplo, circuló, en red nacional, reportajes sobre el caso Tupinambá, durante el año pasado, con “imágenes estereotipadas, errores factuales y declaraciones racistas, a las que los indígenas respondieron presentando una acción en la Justicia, que sigue en trámite”, declaró Daniela en entrevista a Le Monde Diplomatique durante la captación de recursos para el documental.
 
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A pesar de la violencia y fuerte represión policial, los Tupinambás de Olivença, en Bahía, resisten.
 
El filme se presentó en ocho sesiones en Río de Janeiro, Brasilia, Altamira (Pará), San Pablo y en Bahía. Está siendo exhibido en Francia y en Inglaterra. Las exhibiciones por todo Brasil están en una fase de organización. “Quien lo quiera puede usar el filme. Quien tenga el interés de hacer un debate, de llamar a los Tupinambá, a Fernanda y a mí, estaría muy bueno, pero la idea es que el filme circule libremente. En los sindicatos, en las universidades, los demás pueblos indígenas. La utilización para sesiones es libre y es eso lo que queremos”, alerta Daniela, que habló con el Cimi por teléfono, en camino a Francia.
 
Lea los principales pasajes de la entrevista:
 
¿Cómo siguen adelante los Tupinambá sin que el gobierno federal cumpla con sus responsabilidades de demarcación del territorio?
 
Todo lo que los Tupinambá lograron, en cuanto a derechos, fue por acción directa. No sólo el territorio, sino educación, salud, alimentación. Todo gracias a la movilización. Reocupan las tierras tradicionales reivindicadas. En la escuela de la Serra do Padeiro estudian más de 600 niños y una buena parte son los hijos de pequeños agricultores no-indígenas. La relación conflictiva existe porque el Estado está ausente, no cumple su deber.
 
Pero esas conquistas autónomas sólo ocurren cuando los Tupinambá se plantean enfáticamente como un movimiento político que reivindica derechos constitucionales, los garantizados en los tratados internacionales de los cuales Brasil es signatario. Es importante resaltar, al contrario de quien cree que los Tupinambá son delincuentes, que las reocupaciones garantizan que los Tupinambá salgan de la pobreza extrema, del hambre, de la explotación por el trabajo, inclusive con situaciones análogas a la esclavitud. Todo eso se dio a causa de esa decisión.
 
Y esa decisión, que está en el ámbito del derecho de resistencia, ¿qué tipo de consecuencias provocó?
 
La decisión de reocupar es una decisión de embate y provocó respuestas delictivas contra los Tupinambá. Son 40 los casos de casas indígenas incendiadas. No existen datos sistematizados, pero son decenas los indígenas asesinados. La violencia de las armas, de las agresiones cobardes, de los atentados de parte de sujetos contrarios a las demarcaciones. Y además está la violencia del Estado, con acciones represivas, una base del Ejército montada dentro de la tierra indígena, torturas por parte de agentes del Estado, encarcelamientos. Los Tupinambá están hoy sujetos a violencia de todas partes. Están con el pecho abierto en el proceso de reocupación. En realidad, se sienten bien resguardados por la fuerza de los Encantados.
 
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Cacique Babau Tupinambá hoy es referencia de la lucha indígena en Brasil.
 
A pesar de esa violencia, los Tupinambá están siempre llenos de energía, sonrientes, entusiasmados. ¿Cómo entiende esa reacción?
 
El proceso de reocupación de la tierra los llena de esperanza, porque prevén cambios positivos en la vida de la comunidad, y que también puede cambiar su vida. Nosotros nos entusiasmamos también. Cinco mil personas comprometidas en un proceso de reocupación no es poca cosa. Recogí narrativas de parientes que han logrado vivir juntos en la misma tierra. Eso es muy conmovedor. Sufrieron una separación forzada y se reunieron nuevamente. Entonces, los Tupinambá ven el resultado de la lucha. En varias nacientes que se estaban secando está nuevamente brotando agua, los animales reapareciendo y sobre todo el retorno de los Encantados al territorio. Para ellos, eso es esencial y alimenta la lucha, ese espíritu guerrero.
 
¿Qué papel puede cumplir tu filme en relación con la lucha Tupinambá?
 
Creo que el filme puede hacer que más personas lleguen a la temática indígena, a la temática indígena en el Nordeste, puedan comenzar a mirar con otros ojos no sólo a los Tupinambá sino la cuestión indígena como un todo. Puede hacer que la problemática de esos pueblos logre una visibilidad mayor y que la sociedad civil haga más presión, no sólo los indígenas. El Estado se alineó con el agronegocio y si no logramos obtener el apoyo de otros sectores, creo que es bastante desigual la correlación de fuerzas. El filme puede presentar más elementos para sensibilizarse en pro de ese proceso. Las personas no pueden ser fácilmente convencidas por la manipulación de los medios de comunicación hegemónicos. Es preciso mostrar que los problemas que enfrentan los pueblos indígenas tienen un impacto directo en la vida del país, tienen relación con las personas que no son indígenas.
 
En relación con esto, hay una dimensión de que la lucha Tupinambá y de varios pueblos indígenas dialoga con las luchas de diversas comunidades y poblaciones urbanas. Los problemas se relacionan. En Río de Janeiro lo vemos bien. ¿Cuáles son los puntos de intersección?
 
Si tomamos Río de Janeiro, tenemos una serie de conflictos territoriales. Morros, favelas, periferias, bajadas. La presencia del Estado es ineficiente y represora. Los Tupinambá pasaron por varias ocupaciones militares, del Ejército, de la Policía Federal. Las unidades de Policía Pacificadora (UPP) son los militares instalados dentro de territorios de resistencia. Ocurrió en la Serra do Padeiro, ocurre en las favelas de Río de Janeiro. Por otro lado, hay también una serie de conflictos ambientales. Tuvimos asesinatos de pescadores en la Bahía de Guanabara. Es la visión del territorio como un recurso económico, como fuente de usurpación.
 
Yo creo que los Tupinambá, con la fuerza de la lucha, enfrentando grandes adversidades, pueden transmitir un mensaje de que sólo con el enfrentamiento, la acción directa, es posible que se garanticen los derechos, a partir de movimientos organizados en un escenario adverso.
 
En Río de Janeiro, Glicéria (Tupinambá, de la aldea Serra do Padeiro) hizo algo increíble. Líderes comunitarios y sociales, que llegaron al debate sin perspectivas, salieron renovados, con una nueva chispa encendida. Lo que Glicéria contó es fuerte y que ella esté viva para contarlo y los Tupinambá estén logrando avanzar a pesar de toda la violencia es muy estimulante. Es impresionante cómo un grupo que no se dejó cooptar, no se vendió, no retrocedió, puede servir de ejemplo, de estímulo, de esperanza. Las personas se conectaron.
 
Legenda4: Daniela Alarcon, antropóloga e uma das realizadoras do documentário “O Retorno da Terra Tupinambá”.
 
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Legenda4: Daniela Alarcon, antropóloga y una de las realizadoras del documental “El Retorno de la Tierra Tupinambá”.
 
Cronología actualizada de los hechos de violencia sufridos por el pueblo Tupinambá
 
A continuación, una lista cronológica y actualizada de los hechos de violencia sufridos por los Tupinambá en los últimos siete años, tanto por parte del Estado como de agentes privados:
 
17 de abril de 2008
 
Primera detención del cacique Babau, acusado de liderar una manifestación de la comunidad contra el desvío de partidas federales destinadas a la salud. El cacique estaba en Salvador en el momento de los hechos.
 
23 de octubre de 2008
 
Ataque de la Policía Federal a la aldea de la Serra do Padeiro, con más de 130 agentes, dos helicópteros y 30 vehículos, para el cumplimiento de órdenes judiciales suspendidas por el Tribunal Regional Federal (TRF) de la 1ª Región y contra la orientación del Ministerio de Justicia, que dejó a 22 indígenas heridos de bala de goma e intoxicación por bombas de gases lacrimógenos, destrucción de casas, vehículos comunitarios, alimentos y equipamiento escolar.
 
27 de mayo de 2009
 
Detención preventiva del hermano del cacique Babau, por dirigir un auto de la Funasa [Fundación Nacional de la Salud] que llevaba víveres. El juez de apelación Candido Ribeiro, del TRF de la 1ª Región, no encontró una justificación para la orden de detención de la Justicia Federal de Ilhéus.
 
02 de junio de 2009
 
Cinco personas fueron capturadas y torturadas por agentes de la PF con gas pimienta, golpes de puño, disparos, golpes, insultos y choques eléctricos. Los laudos del IML/DF comprobaron la tortura, pero la investigación concluyó lo contrario.
 
10 de marzo de 2010
 
El cacique Babau es apresado durante la madrugada, en invasión de la PF a su casa, aunque la versión de los agentes –comprobadamente falsa– informe que la detención habría ocurrido en el horario permitido por la ley.
 
20 de marzo de 2010
 
Detención del hermano del cacique Babau, por agentes de la PF, en plena vía pública, mientras llevaba un vehículo de uso comunitario de la aldea para su reparación.
 
16 de abril de 2010
 
Babau y su hermano son transferidos a la penitenciaría de seguridad máxima en Mossoró (Río Grande do Norte), por recelo de la PF de ver manifestaciones ante su encarcelamiento en Salvador, teniendo en cuenta el festejo del “Día del Indio”, como falta de respeto al Estatuto del Indio.
 
03 de junio de 2010
 
La hermana de Babau y su bebé de dos meses son detenidos en la pista del aeropuerto de Ilhéus por la PF, al volver de una audiencia con el presidente Lula, en la Comisión Nacional de Política Indigenista, por decisión del juez de la jurisdicción de Buerarema. Permanecen detenidos en Jequié por dos meses, hasta que el propio juez resolvió revocar la orden de prisión.
 
05 de abril de 2011
 
Estanislau Luiz Cunha y Nerivaldo Nascimento Silva fueron detenidos en una situación “flagrante preparada” –práctica considerada ilegal–, en un arenal explotado por empresas dentro de la Tierra Indígena Tupinambá. Acusados con base en meros indicios de los delitos de “extorsión” por la PF, Estanislau –que toma remedios controlados– y Nerivaldo –que tuvo la pierna derecha amputada, después de ser baleado por un agente de la PF– responden todavía ante la Justicia por “intento de homicidio” contra policías federales. Coincidentemente, la acción fue presentada en la víspera de la llegada del Secretario de Justicia del Estado de Bahía a la región. Después de dos meses y medio de estar detenidos, el TRF de la 1ª Región les concedió la libertad por tres a cero en juicio de habeas corpus, el 20 de junio.
 
03 de febrero de 2011
 
Detención de la Cacique María Valdelice, después de declarar en la Delegación de la Policía Federal, en Ilhéus, en cumplimiento de la orden de detención expedido por el juez federal Pedro Alberto Calmon Holliday, acusada de “despojo de propiedad”, “formación de banda para delinquir” y “ejercicio arbitrario de las propias razones”. La cacique fue liberada a fines del mes de junio, después de cumplir cuatro meses en detención domiciliaria.
 
14 de abril de 2011
 
Alrededor de las 5h de la mañana, fuertemente armados y con orden de búsqueda y aprehensión, agentes de la PF revisaron la residencia de la cacique Valdelice, asustando a toda la familia –principalmente a los muchos nietos de la cacique. En Salvador, ella llegaba a reuniones con autoridades locales en la “Comisión Tupinambá” del CDDPH.
 
15 de abril de 2011
 
Fuertemente armada, la PF acompañó a oficiales de Justicia en cumplimiento de una orden de reintegro de propiedad. Los indígenas y la Funai [Fundación Nacional del Indio] no habían sido previamente intimados de la realización del acto, que fue presenciado por los miembros del CDDPH, que atestiguaron la falta de preparación de los agentes y la presencia de supuestos hacendados que incitaban a las autoridades en contra de los indígenas.
 
28 de abril de 2011
 
La Policía Federal instaura una investigación, intimando al procurador federal de la AGU [Abogacía General de la Unión] y a los servidores de la Funai a prestar declaración sobre la denuncia de “coacción” contra la empresaria Linda Souza, responsable de la explotación de un arenal, situado en tierra Tupinambá.
 
29 de abril de 2011
 
Detención del cacique Gildo Amaral, Mauricio Souza Borges y Rubenildo Santos Souza, tres días antes de que la delegación compuesta por diputados federales de la CDHN y miembros del CDDPH/SDH visitaran, nuevamente, a los pueblos indígenas de la región a causa de las violencias que continúan siendo denunciadas.
 
05 de julio de 2011
 
Cinco Tupinambás son detenidos por la PF bajo las acusaciones de “obstrucción de la justicia” y “ejercicio arbitrario de las propias razones”, “formación de banda para delinquir” y “despojo de propiedad”.
 
18 de octubre de 2012
 
En el Forum de Itabuna (BA), cinco Tupinambás, víctimas de tortura cometidas por policías federales, prestaron declaración ante el juez federal en parte del procedimiento de la Acción Civil Pública por daño Moral Colectivo e Individual presentada por el Ministerio Público Federal (MPF) de Bahía en contra de la Unión. Los fiscales abrieron una investigación también para averiguar quienes son los responsables de la tortura, atestiguada y comprobada por laudos del Instituto Médico Legal (IML).
 
14 de agosto de 2013
 
Estudiantes de la Escuela Estadual Indígena Tupinambá de Serra do Padeiro fueron víctimas de una emboscada en el camino que une Buerarema con Vila Brasil. El atentado ocurrió cuando el camión que transportaba a los alumnos del turno de la noche a sus localidades fue sorprendido por disparos realizados por un hombre que se encontraba encima de un barranco. Los tiros fueron dirigidos para la cabina del vehículo, en un claro intento de alcanzar al conductor del mismo, que ciertamente, el tirador creía que era Gil, hermano del cacique Babau, pues el vehículo es de su propiedad. Quien conducía el vehículo era Luciano Tupinambá.
 
26 de agosto de 2013
 
En el municipio de Buerarema, contiguo al territorio tradicional Tupinambá, actos violentos fueron promovidos por grupos vinculados a los invasores de la tierra indígena. Indígenas fueron robados mientras se dirigían a la feria y 28 casas fueron quemadas hasta comienzos de 2014. La atención de la salud indígena fue suspendida y un vehículo de la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai) fue quemado.
 
08 de noviembre de 2013
 
Aurino Santos Calazans, de 31 años, Agenor de Souza Júnior, de 30 años, y Ademilson Vieira dos Santos, de 36 años, fueron ejecutados en una emboscada por seis hombres cuando regresaban de la comunidad Cajueiro, alrededor de las 18h, en la porción sur del territorio Tupinambá. Disparos de arma de fuego se realizaron contra los indígenas. En la secuencia, los asesinos practicaron torturas, dilaceraron los cuerpos con cuchillos y con lo que es llamado en la región “chicote de rabo de raya”. Fiscales federales señalan a los asesinatos como hechos que son parte del conflicto por la tierra.
 
28 de enero de 2014
 
Después de realizar el reintegro de propiedad de dos haciendas ubicadas en la Sierra do Padeiro, en el municipio de Ilhéus, Bahía, policías federales y de la Fuerza Nacional montaron una base policial en la sede de la hacienda Siempre Viva. Ataques fueron realizados con granadas contra los Tupinambá refugiados en la floresta.
 
02 de febrero de 2014
 
Durante la invasión de la Policía Federal a una aldea Tupinambá de la Sierra do Padeiro, un niño de dos años, en fuga hacia la selva, se separó de los padres y acabó en las manos de los policías. El delegado Severino Moreira da Silva, después que el niño fuese llevado a Ilhéus por los federales, lo envió al Consejo Tutelar, que a su vez transfirió al menor a una guardería, donde él sigue lejos de sus padres y aislado por determinación de la Jurisdicción de la Infancia y la Juventud.
 
24 de abril de 2014
 
El cacique Babau Tupinambá es detenido en Brasilia por la Policía Federal, inmediatamente después de participar en una sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Federal. Después de intentar viajar al Vaticano para un encuentro con el Papa Francisco, invitado por la CNBB [Conferencia Nacional de Obispos de Brasil], el pasaporte de Babau fue suspendido por la Policía Federal, menos de 24 horas después de emitido, por cuatro órdenes de detención: tres archivados en 2010 y otro de la Justicia Estadual de Una, acusándolo de participación en el asesinato de un pequeño agricultor. Esta última acusación fue desmontada por el Superior Tribunal de Justicia (STJ).
 
Entre el asesinato del pequeño agricultor, el 10 de febrero de 2014, y la orden de detención, el día 20 del mismo mes, pasaron 10 días. La investigación policial en la que se basó la decisión de la Justicia se realizó en tiempo record y sin efectivo policial suficiente, de acuerdo con lo que declaró, de manera extraña, el propio juez de Una en su decisión de la detención. También se escucharon testigos denunciados por el propio cacique e investigados por la Funai como no-indígenas, que pasaron por Tupinambá para acceder a beneficios. Los propios testigos confesaron en la investigación que efectuaron una práctica ilegal.
 
1º de mayo de 2015
 
Adenilson da Silva Nascimento volvía de una actividad de pesca con su esposa, el hijo de un año y otra hija de 15, cuando fueron emboscados por tres pistoleros armados, encapuchados. Él murió en el momento y su esposa, Zenaildes, fue gravemente herida, baleada en la pierna y en la espalda.
 
07 de mayo de 2015
 
Casas y plantaciones de la aldea Patiburi fueron incendiadas, en la Tierra Indígena Belmonte. De acuerdo con la cacique Katia Tupinambá, los ataques se intensificaron a fines de 2013, cuando se publicaron los Estudios de Identificación y Delimitación Territorial (RCID), realizados por la Funai y publicados en el Diario Oficial de la Unión y del Estado, el cual comprobó la presencia de los indígenas Tupinambá en la región.
 
La Tierra Tupinambá de Belmonte tiene un área de 9.521 hectáreas, compuesta por 41 familias y una población superior a los 200 indígenas. En 2006, las familias fueron expulsadas del área por la Policía Federal, en cumplimiento de una orden de reintegro de propiedad. Ellos tuvieron que abandonar los animales de cría y los cultivos, y sus casas fueron todas destruidas. Poco tiempo después, volvieron al área con una orden de medida cautelar de mantenimiento de la posesión de la propiedad en favor de la comunidad Tupinambá.
 
Renato Santana
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